Un activista abiertamente gay sube en las encuestas para las elecciones presidenciales polacas
La posibilidad de que Polonia elija a un presidente abiertamente gay dentro de dos años, aunque sigue siendo pequeña, aumenta según las encuestas. Robert Biedroń, alcalde desde 2014 de la ciudad de Słupsk, cosecha un apoyo del 19 % según el sondeo más reciente. Biedroń hizo historia en 2011 al convertirse en el primer diputado abiertamente gay en las elecciones al Parlamento. En las presidenciales de 2020, el activista LGTB se medirá al actual presidente Andrzej Duda y al ex primer ministro Donald Tusk.
El activista LGTB Robert Biedroń lleva una trayectoria de varios años en la política polaca. En las elecciones al Parlamento de 2011, Anna Grodzka y Robert Biedroń se convertían, respectivamente, en la primera diputada trans y el primer diputado abiertamente gay de Polonia. Ambos se presentaron en las listas de Ruch Palikota, un movimiento de izquierdas liderado por el empresario Janusz Palikot, que obtuvo el 10% de los votos y se convirtió entonces en la tercera fuerza política del país. Biedroń, además de político, es un destacado activista LGTB, cofundador de la organización Campaña contra la Homofobia (KPH).
En diciembre de 2014 se presentó como candidato a la alcaldía de la ciudad báltica de Słupsk (la tercera más poblada de la provincia de Pomerania, con unos cien mil habitantes). El político dio la sorpresa ya en la primera vuelta de las elecciones municipales al alzarse con la segunda posición, superando al aspirante de la ultraconservadora Ley y Justicia (PiS). Biedroń obtuvo el 20,34% de los votos, por detrás de Zbigniew Konwinski de la liberal-conservadora Plataforma Cívica (PO), con un 29,09%. Pero la verdadera campanada se produjo con los resultados de la segunda vuelta, en la cual el político abiertamente gay superó a su adversario y se alzó con la victoria con un espectacular 57,08% de los sufragios.
Tras ser elegido, Biedroń ha mostrado su satisfacción por la rapidez con la que, según él, “la sociedad polaca ha aprendido su lección de tolerancia”, y se mostró “optimista”, “feliz” y “orgulloso” de los cambios que va experimentando la ciudadanía de su país hacia la aceptación de la realidad LGTB. Tan solo un año y medio antes, el político y activista había sido víctima de una agresión homófoba tras finalizar la marcha del Orgullo LGTB de Varsovia. Su candidatura a la alcaldía, por otra parte, animó al menos a otros veinte aspirantes locales en todo el país a visibilizarse públicamente como LGTB, lo que la prensa polaca calificó como “efecto Biedroń”. Ningún otro salió elegido, pero el avance sin precedentes en visibilidad que supuso su valiente gesto está fuera de toda duda.
Biedroń especuló con la idea de presentarse a las elecciones presidenciales de 2020 en abril del año pasado, cuando manifestó su intención de ser candidato “si [el ex primer ministro Jarosław] Kaczyński me toca las narices”. En la encuesta más reciente, el activista recibe un apoyo del 19 %, un incremento de cuatro puntos con respecto a enero. Se acerca así a la segunda posición, que da acceso a la segunda vuelta y que por ahora mantiene el ex primer ministro Donald Tusk con el 26 %. El actual presidente Andrzej Duda volvería a vencer en el sondeo para la primera vuelta, con un 36 % de los votos estimados.
Por mucho que las posibilidades reales de Biedroń sean escasas, su ascenso en las encuestas puede ser un síntoma de que la sociedad de la tradicionalmente católica Polonia está evolucionando poco a poco. Ello a pesar del atraso legal y social que arrastra todavía en materia LGTB frente a la mayoría de los países de Europa occidental y de las fuertes resistencias de su clase política a cualquier avance en el reconocimiento de los derechos de la comunidad.