La Audiencia de Valladolid archiva la denuncia por delito de odio en el caso de la agresión a dos chicos al grito de «maricones», «sidosos» y «pederastas»
La Sección 2ª de la Audiencia Provincial de Valladolid ha desestimado el recurso interpuesto por el colectivo Valladolid Diversa después de que el Juzgado de Instrucción nº 3 de la ciudad castellana archivara su denuncia por delito de odio en el caso de la agresión a dos chicos ocurrida en junio de 2017 en un parque. «Vienen de ahí atrás de darse por el culo», «maricones», «sidosos» o «pederastas» fueron algunos de los insultos con los que los agresores acompañaron el ataque. La justicia, sin embargo, se empeña en considerar que el motivo de la agresión fue una disputa sobre unos cisnes.
El pasado mes de junio nos hicimos eco de la agresión, que fue denunciada desde el primer momento por Valladolid Diversa, colectivo al que pertenecen las víctimas, Álvaro Escudero (activista que ya en el pasado había sido víctima de amenazas por su visibilidad en redes sociales) y José Manuel. «Vienen de ahí atrás de darse por el culo», «maricones», «sidosos» o «pederastas» fueron algunos de los insultos con los que los agresores acompañaron el ataque, desencadenado después de que las víctimas les recriminaran su actitud vandálica hacia unos cisnes. La policía apareció al final e identificó a los agresores, que según expresó en su momento Álvaro Escudero no destacaban por ninguna estética especial. «Los agresores no eran nazis, o al menos no lo parecían. Eran simplemente homófobos. Esto puede pasarle a cualquiera en cualquier momento», escribía en Twitter.
El Juzgado de Instrucción nº 3 de Valladolid, sin embargo, consideró que no había existido delito de odio y decidió tramitarlo simplemente como un delito de lesiones leves (los jóvenes recibieron varias patadas que les causaron hematomas). La jueza estimó que las injurias denunciadas se correspondían, en todo caso, con «vejaciones injustas». Estas fueron despenalizadas en 2015, por lo que, según el auto, lo que procedía era «el sobreseimiento libre y el archivo de las actuaciones respecto lo anterior [el posible delito de odio]».
Una decisión que fue recurrida por Valladolid Diversa y que la Fiscalía avaló, al considerar que la existencia del incidente previo anulaba la intencionalidad homófoba de la agresión: inmediatamente antes, las víctimas habían recriminado a un grupo de hombres que estuviesen tirando piedras a unos cisnes, y les dijeron que llamarían a la policía si continuaban. Fue entonces cuando una de las mujeres que les acompañaban dijo al resto del grupo, en actitud de mofa, «vienen de ahí atrás de darse por el culo». Ese fue el pistoletazo de salida para el resto de insultos homófobos y la agresión física, y al que la Fiscalía sin embargo restó importancia. Tras el posicionamiento de la Fiscalía, la jueza desestimó el recurso de las víctimas. Ahora la Sección 2ª de la Audiencia Provincial ha avalado la decisión, al considerar también que fue el incidente de los cisnes el que dio lugar a la agresión. «Esto y no la condición sexual de los denunciantes, es lo que motiva los hechos que surgen con posterioridad», asegura el auto, fechado en marzo pero dado a conocer por Valladolid Diversa con motivo del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, que se conmemoró este jueves 17 de mayo.
«Los agresores no nos pegaron por decirles nada de los cisnes, nos pegaron por ser gais, ellos mismos lo gritaron bien alto. No nos llamaron ‘animalistas’, ni ‘ecologistas de mierda’, ni ‘fanáticos de los cisnes’. Nos llamaron ‘maricones’, nos acusaron de venir del Campo Grande ‘de darnos por el culo’ y soltaron otros típicos prejuicios homófobos, como que somos pederastas o que tenemos sida. ¿De verdad a alguien le puede quedar alguna duda de cuál fue el motivo de la agresión?», insiste Álvaro Escudero. «Está más claro que el agua. Lo que motivó que este grupo de homófobos decidiera pasar de la conversación tranquila y respetuosa con la que nos dirigimos a ellos a los insultos, amenazas y agresión fue nuestra orientación sexual, claramente reconocida por ellos debido a nuestra estética y a que paseábamos cogidos de la mano. Si lo de los cisnes se lo hubieran dicho dos heterosexuales muy machotes, no les habrían tocado ni insultado», añade José Manuel.
Manifestación este sábado en Valladolid
Para Valladolid Diversa, la agresión no fue solamente contra la pareja, sino contra todas las personas de géneros y sexualidades diversas. «Los delitos de odio se diferencian de los comunes precisamente porque son contra todo un colectivo vulnerable, no son un hecho aislado. El argumento de que el problema fueron los cisnes no es más que una excusa a la que los jueces y la fiscal se han agarrado para evitar condenar por delito de odio a este grupo de homófobos. Y el resultado es que los agresores salen impunes. Lo último que necesitamos las personas de Géneros y Sexualidades Diversas son sentencias que transmitan el mensaje de que agredirnos sale gratis», expresa el colectivo en un comunicado.
«El sistema judicial español está perdiendo el rumbo», asegura la asociación vallisoletana, que menciona en su comunicado la reciente sentencia contra «la manada», contra la que Valladolid Diversa se movilizó junto a organizaciones feministas. «Nuevamente ha vuelto a suceder, tenemos una sentencia injusta y peligrosa porque garantiza la impunidad. Por eso llamamos a todo el mundo a manifestarse el 19 de mayo, sábado, a las 20:00 horas en la Plaza Fuente Dorada de Valladolid», añade.
Agresiones homófobas en las que la justicia no castiga la homofobia
Como ya indicamos en nuestra anterior entrada sobre lo sucedido en Valladolid, por desgracia no es el primer caso de este tipo del que nos hacemos eco en los últimos tiempos. Sucedió el verano pasado en Alicante, donde la justicia se negó a reconocer la existencia de un delito de odio por homofobia en la agresión a una pareja gay ocurrida en Moraira. El agresor, antiguo compañero de instituto de uno de los agredidos y que nunca aceptó de buen grado su orientación sexual, continuó luego su acoso en redes sociales. O en 2016 en Madrid, donde la justicia consideró que no había homofobia en llamar a un grupo de chicos gais “maricones de mierda” y agredirlos físicamente (y ello pese a que la propia sentencia reconoció ambos hechos como probados). Y todo ello sin hablar de aquellos ataques en los que no ha habido propiamente agresión física, pero sí una campaña de odio perfectamente planificada, como ha sido el caso de la campaña tránsfoba de HazteOír.
Todo ello a pesar de que el artículo 510 del Código Penal español, en su apartado 2, castiga a pena de prisión de seis meses a dos años y multa de seis a doce meses a quienes “lesionen la dignidad de las personas mediante acciones que entrañen humillación, menosprecio o descrédito de alguno de los grupos a que se refiere el apartado anterior, o de una parte de los mismos, o de cualquier persona determinada por razón de su pertenencia a ellos por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, enfermedad o discapacidad”. El artículo 22, por su parte, en su apartado 4, considera circunstancia agravante de un delito el cometerlo “por motivos racistas, antisemitas u otra clase de discriminación referente a la ideología, religión o creencias de la víctima, la etnia, raza o nación a la que pertenezca, su sexo, orientación o identidad sexual, razones de género, la enfermedad que padezca o su discapacidad”.
La legislación vigente, por tanto, ya proporciona herramientas a los jueces para que castiguen adecuadamente la LGTBfobia. Lamentablemente no todos lo están haciendo.
¿A quién representa la justicia española? ¿Queda alguien para defenderla?
Sí ha sido delito de odio. Lo que digan jueces y magistrados a estas alturas de la película, donde muchos están demostrando su extremismo radical, solo tiene el valor de su fuerza pues pueden liberar a culpables y condenar a inocentes según su voluntad. Pero de justicia aquí no hay nada.
¿Alguien sabe dónde se podría consultar porqué ha sido rechazada está demanda? (Si fuera una sentencia me iría al CENDOJ) Me gustaría saber cómo justifican algo que me parece injustificable.
La “justificación” es que el motivo de la agresion no fue que fuesen gays, fue que les echaron en cara lo de los cisnes. Según la resolución si no hubiesen dicho nada de los cisnes no les habrían agredido, lo que es una verdad a medias… lo que realmente tendrían que haber estudiado es, habrían agredido a una pareja hererosexual que les increpase lo de los cisnes? No se porque a mi me da un no…
Sin desmerecer ninguna causa, creo que los medios deberían hacerse eco de esta noticia igual que lo hicieron con el de la manada.
La justicia española es una mierda , yo misma soy transexual soy de igualada y estoy recibiendo acoso transfobo por la red Google+ por parte de un tal Jordi riba , difundió mi cara y mi intimidad difamando sobre mi persona y sin no consentimiento de publicar mi cara , creo perfiles falsos con mi foto de facebook en paginas de prostitución como transgender friends , mil anuncios y algo discreto , y se me acusa de intimidar a personas y amenazarlas , denuncié a los mossos d:escuadra en abril del 2017 u aun no a salido el juicio . a que coño esperan ? En mayo sufrí una agresión transfoba por dos encapuchados pero por miedo de que otro día pudiesen ser mas agresores no lo denuncié , me dislocaron el hombro y me hicieron un hematoma en el gemelo izquierdo , y aun y así mi acosador no para de acosarme por redes sociales inventando mierda , a que tengo que esperar , a que me maten ?.