Fallece a los 86 años Tab Hunter, uno de los pocos actores de la época dorada de Hollywood que pasado el tiempo llegaron a visibilizarse como gais
Tab Hunter fue uno de los rostros más reconocibles en el Hollywood de los años cincuenta. Entre otras muchas películas fue uno de los protagonistas del melodrama bélico Más allá de las lágrimas, y del musical Malditos yanquis. Desarrolló una carrera musical breve pero exitosa como cantante de rock and roll. Y se mantuvo oficialmente en el armario hasta que en 2005 publicó su autobiografía y desveló con pelos y señales la doble vida que Hollywood le obligó a vivir. El pasado día 8 falleció en California, solo tres días antes de cumplir 87 años.
La vida de Tab Hunter es sin duda de película. Descubierto por el agente Henry Wilson, especializado en promocionar a actores jóvenes y guapos, rodó su primera película en 1950, con solo 19 años. Aunque nunca llegó a ser uno de los más grandes, su físico típicamente californiano le convirtió en ídolo adolescente y le llevó a ser secundario de lujo junto a actores de la talla de John Wayne o Robert Mitchum, además de protagonizar varias películas que fueron grandes éxitos en su país.
Cara a la galería, y sometido a la presión de Hollywood, Tab Hunter simulaba ser un galán heterosexual, llegando a fingir romances con Debbie Reynolds o Natalie Wood, con las que solo compartía una gran amistad. Sin embargo, como tantos otros en la industria del cine, de puertas adentro llevaba una activa vida homosexual. El agente que lo descubrió, Henry Wilson (también homosexual) llegó a filtrar en 1955 a Confidential su detención en una fiesta gay (entre otros «cotilleos» de la época) a cambio de que el tabloide no sacara del armario a Rock Hudson, otro de sus representados. Wilson, de hecho, concertó el matrimonio de Hudson con su propia secretaria, Phyllis Gates (con la que Rock Hudson estuvo casada tres años).
Pese a todo, la reputación de Tab Hunter no se resintió, y de hecho además de su carrera cinematográfica triunfó durante unos pocos años como cantante de rock and roll, llegando a ser número 1 en 1957 interpretando Young love. Mientras tanto Hunter siguió teniendo relaciones con otros hombres, entre los que destacaron el actor Anthony Perkins (inovidable protagonista de Psicosis), el patinador Ronnie Robertson (subcampeón olímpico en los Juegos de Invierno de 1956) y el que ha sido su pareja durante los últimos 35 años, el productor Allan Glaser.
En el año 2005, Tab Hunter publicó Tab Hunter Confidential: The Making of a Movie Star, su autobiografía, junto al escritor Eddie Muller, que se convirtió en un éxito de ventas y en la que Hunter confirmó con pelos y señales su homosexualidad. «La vida era difícil para mi, porque vivía dos vidas al mismo tiempo. Mi vida privada, de la que nunca hablé a nadie. Y luego mi vida de Hollywood, en la que me centraba en mi trabajo y en tener éxito», explicó. Sobre el hecho de que su reputación no resultase especialmente dañada durante sus años dorados a pesar de que la prensa sí que llegó a difundir los rumores sobre su homosexualidad, Hunter lo explicaba de la siguiente manera: «la gente que entonces iba a cine lo que buscaba era quedarse en sus corazones con el muchacho de la puerta de al lado que se alista en los marines, con el cow-boy, con el joven encantador que yo interpretaba».
En definitiva, una vida de película. No es de extrañar que ya se anuncie la adaptación al cine de la historia de amor que en su momento mantuvieron Hunter y Anthony Perkins, de la mano nada más y nada menos que J. J. Abrams y Zachary Quinto.
Os dejamos, como homenaje final a Hunter, con la canción que en 1957 le llevó al número 1 de las listas. Descanse en paz.