El matrimonio entre personas del mismo sexo en Portugal se discutirá previsiblemente en enero, pero los opositores piden un referéndum
La propuesta de ley del Gobierno portugués que abriría las puertas al matrimonio entre personas del mismo sexo se discutirá, previsiblemente, en enero. Sobre la mesa, varios proyectos: el promovido por el Gobierno, que incluirá una cláusula que impedirá a las parejas casadas del mismo sexo optar a la adopción; uno promovido por la oposición conservadora, que ofrece una ley de uniones limitada que salvaguarde el matrimonio como institución exclusiva de las parejas heterosexuales, y otros dos promovidos por los grupos de izquierda, que defienden la igualdad estricta.
El proyecto gubernamental supone un complicado embrollo jurídico, pues al tiempo que actualizaría la definición legal de matrimonio para eliminar el requisito de que los contrayentes sean de distinto sexo, incluiría una disposición en el Código Civil que matize que la reforma no sería aplicable a la legislación que regula la adopción. Sin embargo, la legislación que regula la adoción sólo establece, como requisito para ser padres adoptantes, ser una pareja que lleve más de cuatro años casada, sin referencia a su sexo. Parece que el Gobierno portugués, en su afán de conseguir el voto de todos los diputados socialistas, entre los cuales hay opiniones contrapuestas, pretende conseguir la cuadratura del círculo…
Bloque de Izquierda y Coalición Democrática Unitaria (alianza de comunistas y verdes) propondrán la solución más simple: abrir el matrimonio a gays y lesbianas sin limitaciones. Mientras que en el caso del Bloque de Izquierda se trata de la posición que siempre ha defendido, en el caso de comunistas y verdes supone un avance, pues hace poco más de un año defendían un proyecto de matrimonio sin adopción. El diputado socialista y activista LGTB Miguel Vale de Almeida, por cierto, apoyará estos proyectos, aunque se ha mostrado comprensivo con la postura del Partido Socialista de «jerarquizar prioridades», al tratarse de un partido con vocación de conseguir apoyo en todos los sectores sociales. Los socialistas necesitarán el voto positivo, o al menos la abstención, de estos grupos para sacar adelante su proyecto, dado que carecen de mayoría absoluta.
Los opuestos al matrimonio reúnen firmas para pedir un referéndum
Mientras tanto, la reacción de los opuestos al matrimonio entre personas del mismo sexo no se ha hecho esperar. Es evidente que les da igual que el proyecto gubernamental deje fuera la adopción: ellos ya habrían conseguido reunir las 75.000 firmas necesarias para pedir al Parlamento portugués (que tiene la última palabra) que convoque un referéndum sobre el tema. Conviene recordar, en este punto, que el proyecto de ley era una promesa electoral del Partido Socialista, reciente ganador de las elecciones portuguesas.
Diferentes obispos católicos, utilizando el mismo argumentario que tan bien conocemos en España, habrían acusado además al Gobierno de «atacar a la familia», agredir «de forma premeditada la conciencia cristiana de Portugal» o querer «distraer» a la opinión pública portuguesa de la crisis económica.
Lo paradójico del asunto es que aquí los únicos atacados y amenazados por esos «defensores» de la familia somos nosotros. El matrimonio gay nada deshace, no prohíbe matrimonios heterosexuales, no obliga a nadie a casase con una persona de su mismo sexo…
¿Y todo por qué? Por su afán de anteponer una creencia tan patética por sobre el ser humano. Ya harta la derecha católica… no obstante, confío en que al final siempre venceremos.
¿Para cuando un referendum sobre financiaciones y privilegios de la secta católica?.
No es que haga falta, habida cuenta de que tenemos un estado que se declara aconfesional y los propios criminales con túnica acordaron en su momento lograr la autofinanciacion (con dos cojones, no se lo creen ni ellos) pero ya que estamos, pues oye.
Mejor aún. Lo que podrian hacer los portugueses es proponer un referendum sobre el divorcio, al estilo de los lgtb californianos.
Ya que hay que legislar segun lo que diga el ser supremo, llevemoslo hasta el final.
Nunca he entendido por qué los heteros tienen que votar sobre los derechos de los homosexuales.
Ese supuesto referendum debería hacerse solo entre la población homosexual, ya que a ellos, el que yo me case, ni les importa, ni les afecta, ni les incumbe.
¿Cómo nos sentaría que los suecos votaran en las elecciones generales españolas? ¿Acaso es asunto suyo? Pues lo mismo.
me pregunto si los que dicen cosas como esta «“atacar a la familia”, agredir “de forma premeditada la conciencia cristiana» han abierto la boca cada vez que la iglesia católica y demás nos regala varios miles de nuevos abusos y se compunjen pidiendo perdón con la boquita pequeña o quiebran sus iglesias para no pagar a sus víctimas. Claro los curas aman tanto a la familia, sobre todo a los menores.
El fascismo católico y los de la caverna como siempre
si no hay adopción no es matrimonio. que le llamen como quieran pero no matrimonio.
matrimonio supone igualdad total de derechos.
No entiendo esa hipocresía sobre la negativa a la adopción conjunta a las parejas homosexuales, cuando en la práctica ya existen muchos niños y niñas que viven con familias homoparentales. ¿Pueden adoptar por separado pero no juntos?, es de una memez supina.
Los únicos perjudicados serán los menores que pueden sufrir el desamparo en caso de fallecimiento del padre o madre biológicos (si son hijos naturales de uno de los miembros de la pareja).
Es increible la ceguera mental que pueden llegar a causar los prejuicios y la ignorania.
Después se les llena la boca hablando del interés del menor. ¡Hay que joderse!.
Hablando de cristofascismos, parece que el aquelarre católico tradicionalmente celebrado en estas fechas, pierde fuelle.
Al menos, según El País que es quien realiza los cálculos:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/misa/familia/cristiana/pierde/100000/fieles/anos/elpepusoc/20091227elpepusoc_2/Tes