El alcalde abiertamente gay Robert Biedroń lanza un nuevo movimiento político contra el Gobierno ultraconservador de Polonia
Robert Biedroń, exdiputado y alcalde de Słupsk, ha anunciado el lanzamiento de una plataforma política «prodemocrática» con la que pretende hacer frente al Gobierno del partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS en sus siglas polacas). Se trata de un movimiento que pretende agrupar al mayor número de votantes descontentos con la gestión de PiS y está inspirado en En Marche !, la marca con la que Emmanuel Macron consiguió la presidencia de Francia. Biedroń, que hizo historia al convertirse en el primer diputado abiertamente gay de Polonia, anunció el año pasado su intención de presentarse a las elecciones presidenciales de 2020. Las encuestas lo colocan en tercera posición.
El activista LGTB Robert Biedroń lleva una trayectoria de varios años en la política polaca. En las elecciones al Parlamento de 2011, Anna Grodzka y Robert Biedroń se convertían, respectivamente, en la primera diputada trans y el primer diputado abiertamente gay de Polonia. Ambos se presentaron en las listas de Ruch Palikota, un movimiento de izquierdas liderado por el empresario Janusz Palikot, que obtuvo el 10% de los votos y se convirtió entonces en la tercera fuerza política del país. Biedroń, además de político, es un destacado activista LGTB, cofundador de la organización Campaña contra la Homofobia (KPH).
En diciembre de 2014 se presentó como candidato a alcalde de la ciudad báltica de Słupsk (la tercera más poblada de la provincia de Pomerania, con unos cien mil habitantes). El político superó a su adversario de la liberal-conservadora Plataforma Cívica (PO) y conquistó la alcaldía en la segunda vuelta con un 57 % de los votos. Tan solo un año y medio antes había sido víctima de una agresión homófoba tras finalizar la marcha del Orgullo LGTB de Varsovia. Su candidatura a la alcaldía, por otra parte, animó al menos a otros veinte aspirantes locales en todo el país a visibilizarse públicamente como LGTB, lo que la prensa polaca calificó como «efecto Biedroń». Ningún otro salió elegido, pero el avance sin precedentes en visibilidad que supuso su valiente gesto está fuera de toda duda.
Biedroń comenzó a estudiar la idea de presentarse a las elecciones presidenciales de 2020 en abril del año pasado, cuando manifestó su intención de ser candidato «si [el ex primer ministro Jarosław] Kaczyński me toca las narices». En las encuestas más recientes, el activista recibe un apoyo de entre el 14 y el 17 %. En la segunda posición, que da acceso a la segunda vuelta, sigue el ex primer ministro Donald Tusk (PO) con el 21 %. El actual presidente Andrzej Duda (PiS) volvería a vencer en la primera vuelta, con un 32 – 34 % de los votos estimados.
Pero antes de la cita presidencial, Polonia celebrará (junto al resto de la UE) elecciones al Parlamento europeo en mayo de 2019 y legislativas en noviembre de ese mismo año. Con la vista puesta en esas convocatorias, Biedroń anunció el martes pasado el lanzamiento de un movimiento político «prodemocrático» en el que tengan cabida las fuerzas contrarias al Gobierno ultraconservador de PiS. «Nuestro principal objetivo es que las fuerzas prodemocráticas ganen en Polonia con nuestro grupo, nuestra fuerza política al frente», declaró el candidato. Para ello, se embarcará en una gira por todo el país que intentará sumar apoyos y culminará en febrero con la presentación del proyecto con el que concurrirán a los comicios europeos.
Biedroń ha calificado su movimiento de «progresista», pero no quiere convencer solo al electorado de izquierdas, sino que apela a «todos aquellos que votaron a Ley y Justicia y se han desilusionado». Afirma haberse inspirado en En Marche !, la plataforma socioliberal con la que Emmanuel Macron conquistó la presidencia de Francia, pero también en Lech Wałęsa y en la ciudadanía. Pero sobre todo citó a la Constitución polaca, mostrando un ejemplar de la misma, y se mostró dispuesto a hablar «con cualquiera que [la] respete». Una clara referencia al Gobierno de PiS, que se ha enfrentado a las instituciones europeas (si bien con escasas consecuencias reales por el momento) a cuenta de las reformas del sistema judicial que ha promovido. Seguiremos de cerca los primeros pasos de esta iniciativa.