Un profesor de Zimbabue que salió del armario con objeto de combatir el acoso homofóbico renuncia tras las amenazas recibidas
Neal Hovelmeyer ha renunciado a su puesto como profesor en una elitista escuela de Zimbabue después de recibir amenazas de muerte tras visibilizarse como gay ante sus alumnos. La salida del armario de Hovelmeyer, cuyo objeto no era otro que el de combatir el acoso homofóbico, desembocó en caos el pasado lunes, cuando se celebró una reunión de padres para abordar lo sucedido. En las redes sociales se han difundido varios vídeos del evento donde se muestran las acaloradas confrontaciones que se produjeron entre muchos de los padres asistentes (y que, en determinados momentos, casi acaban en pelea). El profesor también ha recibido apoyos por su valentía, pero no han logrado evitar su dimisión.
Neal Hovelmeier era subdirector de Sixth Form (equivalente a nuestro bachillerato) en el instituto privado St. John’s College, en Harare —la capital y ciudad más poblada del país—. Pero pese a su trayectoria de 15 años en el centro, no pudo evitar la ira de numerosos padres homófobos, indignados con la idea de que sus hijos tuvieran un profesor gay. Todo comenzó cuando Hovelmeier reveló su condición homosexual en una asamblea escolar celebrada el viernes 21 de septiembre, que irónicamente buscaba abordar la intimidación y el acoso homofóbico. El profesor pensó que lo más honesto era compartir con el alumnado su propia experiencia, con la esperanza de ayudar a los chicos que a diario lo pasan mal en ese y en otros centros educativos por este asunto. «Soy cada vez más consciente de que un cierto número de antiguos alumnos que ganaron confianza tras su paso por la escuela para vivir su orientación elegida, me contaron que vivieron un ambiente de intolerancia, intimidación y homofobia mientras estaban en la escuela», explicaba en una carta difundida horas después.
«Creo que es inherente a mi propio sentido de la integridad personal y profesionalidad el abordarlo con todos los estudiantes y partes interesadas de una manera abierta y transparente. Lo único que lamento es no haber hecho esta revelación antes», añadía el texto. «Puedo asegurarles que en todo momento continuaré cumpliendo mis obligaciones con los niveles de profesionalidad que siempre he procurado mantener. Me siento muy animado y agradecido por el abrumador nivel de apoyo que me mostraron tanto los estudiantes como el personal, incluso en el corto tiempo transcurrido desde que me dirigí a la escuela esta mañana«, apostilló el valiente profesor.
La noticia fue mal recibida por una parte de los padres, que convocaron la mencionada reunión para reclamar el despido de Hovelmeier y en la que se registraron momentos de gran tensión. La dirección del centro, por su parte, hizo pública una carta de apoyo al profesor. «Este campus es un lugar donde se abraza la diversidad y se brinda un entorno seguro y atento para todas las personas, con independencia de su raza, creencias religiosas, género, orientaciones sexuales, capacidades o discapacidades, o cualquier otra ‘diferencia’ real o percibida», rezaba la misiva firmada por el director, Cav Trinci.
El presidente de la Junta Escolar, por su parte, precisó que Hovelmeier decidió revelar su sexualidad después de que un periódico de tirada nacional amenazara con sacarle del armario. «Hovelmeier había recibido comunicación por correo electrónico de parte de un periódico en la que se le pedía que confirmara o negara las alegaciones de que era gay y [explicara] cómo podría conciliar eso con su posición como director adjunto del colegio», explicó Charles Msipa, añadiendo que la gerencia había consultado con el asesor legal de la escuela, y que habían acordado que lo mejor era que «las partes interesadas de la escuela supieran de la orientación sexual de Hovelmeier por ellos mismos», en lugar de enterarse a través de una noticia cuya publicación «parecía inminente». «Asumo la total responsabilidad por los eventos que ocurrieron y extiendo mis disculpas sin reservas a todas las partes interesadas por cualquier angustia ocasionada por la comunicación y publicación de la gerencia. A nivel personal, mi punto de vista es que debemos continuar esforzándonos para proporcionar un entorno seguro, atento, inclusivo, diverso y tolerante para todas las personas, independientemente de su raza, creencias religiosas, género, orientación sexual, capacidades o discapacidades», matizaba Msipa.
El apoyo del centro, por desgracia, no ha sido suficiente. Apenas una semana después Neal Hovelmeyer ha presentado su dimisión. Las amenazas de muerte recibidas (contra él y contra sus mascotas) y la posibilidad de que un grupo de padres le lleve ante los tribunales (las relaciones homosexuales masculinas son ilegales en Zimbabue) le han llevado a presentar su renuncia. «He acabado por comprender que mi situación como subdirector es ahora insostenible», ha expresado en un comunicado, en el que también deja claro que no está dispuesto a someterse a «una farsa de juicio».
Un desenlace que no sorprende en exceso en un país con un elevado grado de homofobia social y de Estado, una constante durante las casi cuatro décadas que Robert Mugabe se ha mantenido en la presidencia de Zimbabue (el pasado mes de noviembre presentó su renuncia como presidente de este país africano). Basta recordar algunos episodios acaecidos los últimos años para entender el carácter discriminatorio que el nonagenario expresidente imprimió a sus políticas y declaraciones públicas durante todo su mandato. Y ello a pesar de algunas noticias positivas, como la anulación en 2015 por la justicia de Zimbabue del despido de un funcionario que había sido acusado de homosexualidad.
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Aashta Martínez
Periodista. Profesional con compromiso social y fobia al servilismo político. Totalmente convencido de la responsabilidad social de los medios. Escribo sobre diferentes temas y pregunto (mucho) cuando me dejan.