La Corte de Casación italiana sentencia en contra de la filiación de los hijos no biológicos nacidos en el extranjero mediante gestación subrogada
La Corte de Casación, máxima instancia judicial de Italia, ha emitido una sentencia sobre el reconocimiento de los hijos nacidos en el extranjero mediante gestación subrogada. El alto tribunal deniega a los progenitores no biológicos la posibilidad de inscribirse como padres o madres del menor, pero deja abierta la puerta de la adopción. Refuta así el criterio de un tribunal de Trento que falló a favor de los derechos de parentalidad de una pareja de hombres que había tenido un hijo en Canadá mediante este controvertido procedimiento. Los afectados pueden recurrir todavía a la justicia europea, que en casos similares se ha inclinado por permitir el registro de ambos padres.
La sentencia es la respuesta a la demanda de una pareja de hombres residente en Trento que tuvo un hijo mediante gestación subrogada en Canadá y recurrió a la justicia para ver reconocidos sus derechos de parentalidad. En 2017, el Tribunal de Apelación de esta ciudad del norte de Italia decretó que ambos podían inscribirse como padres del menor. El alcalde de Trento, Alessandro Andreatta (del Partido Democrático, PD), se negó a registrar a estos hijos.
La Corte de Casación enmienda ahora al tribunal de Trento y deniega el derecho de inscribirse como padre al progenitor no biológico, al que deja abierta la puerta de la adopción a título particular. Los activistas, sin embargo, se muestran moderadamente optimistas, porque la sentencia pone el acento en la prohibición de la gestación subrogada en Italia y no en la homoparentalidad. Mientras que la reproducción asistida solo está abierta a las parejas casadas, la maternidad subrogada está vetada en todas las circunstancias.
Los afectados pueden todavía apelar a la justicia europea. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ya sentenció en 2016 que la negativa del Estado francés a registrar a tres niños nacidos en el extranjero mediante gestación subrogada viola el derecho de los menores al respeto de su vida privada. Se trata de un tema con posiciones encontradas, también en el seno de la comunidad LGTB. La justicia europea consideró que aunque los Estados pueden prohibir este procedimiento, negarles los derechos de filiación a los hijos que hayan nacido así en otro país que sí se los reconozca es una vulneración de los derechos de los menores.
Jurisprudencia favorable a la homoparentalidad
Por lo pronto, la sentencia de la Corte de Casación cierra la puerta al registro de estos menores, pero no se pronuncia sobre los concebidos mediante reproducción asistida, que han sido reconocidos por varios ayuntamientos y por el propio alto tribunal. En abril de 2018, por ejemplo, la ciudad de Turín permitía la inscripción del hijo de una pareja de mujeres concebido con fecundación in vitro en Dinamarca. Otras dos parejas del mismo sexo siguieron sus pasos, con el apoyo de la alcaldesa Chiara Appendino, del Movimiento Cinco Estrellas (M5S). Su correligionaria, la regidora romana Virginia Raggi, también permitió el registro de otro menor nacido en circunstancias similares. Otro de los casos fue el de una pareja de mujeres, una española y otra italiana, casadas (y luego divorciadas) en España, y que tuvieron a su hijo mediante reproducción asistida en Barcelona. Tras serles reconocidos los derechos de parentalidad en Italia por un tribunal de Turín, la Corte de Casación los confirmaba de forma definitiva en septiembre de 2016.
En cuanto a la gestación subrogada, en 2016 un tribunal de menores de Roma reconocía los derechos de parentalidad de otra pareja gay que tuvo a su hijo mediante este procedimiento en Canadá. Y ya antes otros tribunales habían reconocido en varios casos la stepchild adoption (la posibilidad de que en el seno de una pareja del mismo sexo uno de los miembros de la pareja pueda adoptar a los hijos biológicos del otro) y situaciones equiparables. Una posibilidad que ahora refuerza la sentencia de la Corte de Casación. En 2017, el tribunal de menores de Florencia reconocía por primera vez en la historia de Italia a una pareja de hombres como padres adoptivos de dos niños con los que no tenían vínculo biológico (es decir, una adopción «pura y dura» por una pareja del mismo sexo).
En el plano político, la situación se tornó aún más difícil tras la llegada al poder de la Liga Norte, una formación abiertamente contraria al reconocimiento de la homoparentalidad, y que ha formado parte del gobierno de coalición con el M5S. El que ha sido ministro de Familia y Discapacidad hasta el pasado julio, Lorenzo Fontana, hizo gala de su abierto desprecio por la comunidad LGTB al negarles la condición de familias a las familias homoparentales y querer terminar con las inscripciones de hijos de parejas del mismo sexo nacidos en el extranjero mediante técnicas a las que no tienen acceso en Italia. Habrá que ver si la nueva coyuntura política que se abre en el país transalpino tras el acuerdo entre el M5S y el PD para formar un nuevo gobierno sin la presencia de la derecha populista aporta novedades en este sentido.
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Acerca del Author
Humming Albus
Periodista de pega por el compromiso con una causa. La información también es activismo, y por eso participo en dosmanzanas.
Una muestra más de la discriminación de los gays con respecto a las lesbianas.
Yo no creo que estas situaciones se deban de observar como una «discriminación con respecto a las lesbianas». Yo, personalmente, me alegro mucho cuando una pareja de mujeres puede acceder a técnicas de reproducción asistida. Técnicas como la ropa deberían estar autorizadas y de acceso por la sanidad pública, que para eso las personas LGTBI participamos en el pago de impuestos como todo el mundo.
Y también puedo ver que, por parte del colectivo LGBTI más cercano a las reivindicaciones de las familias LGTBI (muchas lesbianas, la mayoría probablemente), la gestación subrogada no es un «controvertido procedimiento» siempre y cuando no se incurra en abusos de ningún tipo.
Evidentemente que todas las situaciones de abuso y explotación se han de denunciar (de hecho, organizaciones como son nuestros hijos lo han hecho), pero es una crueldad (también en el seno de la comunidad LGTBI) utilizar esas situaciones para perseguir y acosar a personas que han tenido hijos mediante gestación subrogada sin cometer ningún tipo ni de abuso ni de explotación.
Y es que, en el fondo, a quien hace esta demagogia, las situaciones de abuso le importan un bledo y lo que realmente busca es perseguir a gente a quien odia (maricas o mujeres que son o hacen cosas, que no le gustan).
Uno de los argumentos que utilizan estos haters (y determinados partidos políticos) para justificar la prohibición de la gestación subrogada en España es: «ellos sabían que algo así está prohibido en nuestro país». Muy bien, así se justifica que si alguien comete «delitos» prohibidos en un país (como por ejemplo: mantener relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, que es delito en decenas de países) la culpa es, entonces, de la propia persona que ha «cometido» dicho «delito» a sabiendas. De traca, y yo personalmente, que he votado en el pasado a estos partidos políticos, aunque me duela, jamás los volveré a votar mientras mantengan posturas semejantes.