El estado de Florida ejecuta a un hombre condenado por asesinar a seis homosexuales en los años noventa
El estado de Florida ha aplicado la decimotercera pena de muerte en lo que va de año en Estados Unidos. El reo era Gary Ray Bowles, de 57 años, acusado del asesinato de seis hombres que habían contratado sus servicios como trabajador del sexo en los años noventa. Bowles, que confesó los cargos, recibió su primera sentencia de muerte en 1997, que fue anulada por el Tribunal Supremo de Florida. Tras la repetición de la vista, la pena fue confirmada en 1999 y firmada por el gobernador del estado el pasado mes de junio. El condenado fue sometido a la inyección letal.
Bowles cometió su primer asesinato en marzo de 1994. La víctima fue John Hardy Roberts, de 59 años, que tras contratarlo como prostituto le había ofrecido alojamiento temporal en su casa. El homicida confeso lo estranguló y le robó la tarjeta de crédito. Durante los seis meses siguientes mató a otros cinco hombres: David Jarman, Milton Bradley, Alverson Carter, Albert Morris y Walter Jamelle Hinton, de edades entre 38 y 72 años. Todos ellos habían solicitado sus servicios como trabajador del sexo, antes de ser estrangulados y robados. Bowles había ejercido como prostituto desde que escapó de su casa con 13 años para huir de los abusos sexuales de su padrastro contra él, su madre y su hermano.
El FBI llegó a incluir a Bowles en su lista de los diez fugitivos más buscados. Finalmente fue arrestado en octubre de 1995 por el asesinato de Hinton, tras lo cual confesó la autoría de las otras cinco muertes. Bowles aseguró que tras haber cumplido condena por lesiones y violación, convivió con una novia, que sufrió un aborto al enterarse de que su pareja se dedicaba a la prostitución. Bowles asegura que desarrolló un odio homófobo, que se convirtió en motivación homicida, al culpar a los homosexuales del aborto de su compañera,.
La justicia condenó a muerte a Bowles por tres cargos de asesinato. Pero el Tribunal Supremo de Florida anuló la sentencia, al estimar que el jurado no debería haber escuchado el testimonio de que el acusado odiaba a los homosexuales. Tras un nuevo proceso, en 1999 fue condenado a la pena capital de nuevo. Pasarían veinte años en el corredor de la muerte hasta que el pasado mes de junio, el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, firmara la orden de ejecución. Bowles murió por inyección letal el pasado jueves en la prisión estatal de Florida. Se trata de la decimotercera ejecución en lo que va de año en Estados Unidos.