Dos jugadoras de fútbol de la liga española, insultadas a través de las redes después de hacer pública su relación de pareja
Dos jóvenes futbolistas que se conocieron en el Real Club Deportivo de La Coruña femenino denuncian que comenzaron a recibir insultos y comentarios cargados de odio a través de las redes sociales tras hacer público que mantienen una relación sentimental en una entrevista concedida al diario La Voz de Galicia.
La gallega Teresa Abelleira y la canaria Patricia Curbelo se conocieron el pasado año, mientras ambas formaban parte del Real Club Deportivo de La Coruña femenino. Poco después, en febrero de este año, surgió el flechazo y, además, su equipo acabó logrando a final de temporada el ascenso a la Liga Ibedrola. Hace poco decidieron hacer pública su historia de amor, dispuestas a darle total naturalidad y, de paso, visibilizar la realidad de las futbolistas lesbianas en nuestro país. «No tenemos nada de lo que escondernos», confesaban públicamente ambas a La Voz de Galicia. «Nunca tuvimos ningún problema, al contrario. Siempre nos apoyaron y lo percibieron como algo normal», añadían en la misma entrevista en referencia a la respuesta de sus compañeras de plantilla.
Por desgracia, no todo el mundo veía su relación como algo normal. De hecho, cuando la entrevista fue publicada, sus protagonistas comenzaron a recibir amenazas y comentarios cargados de odio a través de las redes sociales. «Pobres de las otras jugadoras, madre mía, qué asquerosidad» es solo uno de los insultos homófobos que Teresa y Patricia recibieron a partir de ese momento.
Hoy día, la pareja reside en A Coruña. Teresa continúa en el Deportivo y Patricia juega esta temporada en la UD Tacuense, de San Cristobal de La Laguna, por lo que viaja a menudo a su tierra natal. «Todas las personas merecen ser libres, felices y sin miedo a nada», apuntaba Teresa a través de Twitter.
«Si yo pudiera volver atrás y escoger entre géneros y condiciones sin duda elegiría no ser como tú», comentaba Patricia a través de su perfil en Instagram, dirigiéndose directamente a sus acosadores. «Ya no hablo de las opiniones, que cualquiera de todos ustedes puedan dar, sino del respeto. La felicidad de nosotros, de las personas, no depende de la sexualidad, de la religión ni de la raza; consiste en el bienestar de lo que nos rodea, en querer a quienes tenemos al lado, en no hacer daño a la gente por cómo son o puedan llegar a ser, en respetar, en quererte a ti mismo. Y gente como ustedes no tienen ninguno de esos factores. Así que siento decir que nosotras sí».
Por desgracia, la LGTBfobia y el machismo siguen aún muy arraigados en buena parte del mundo, como muestran los lamentables episodios de los que nos hemos hecho eco de Francia, Alemania, Polonia o Reino Unido. También en las aficiones de las selecciones latinoamericanas está extendida la homofobia, a pesar de las sanciones de la FIFA. En España, los principales clubes se resisten a implicarse activamente contra la LGTBfobia.