Un hombre con problemas mentales asesina a cuchilladas a su cita de Grindr y se come sus testículos cocinados
Espeluznante crimen el que nos llega desde Michigan. Un hombre estadounidense de cincuenta años, con un largo historial de problemas mentales, ha sido acusado de asesinar a Kevin Bacon, un joven gay de veinticinco con el que quedó la pasada Nochebuena en su casa a través de la app de citas Grindr. Todo parece indicar que la víctima fue acuchillada hasta la muerte y que, acto seguido, su verdugo le cortó los testículos y se los comió cocinados.
Los hechos ocurrieron en el estado de Michigan durante la pasada Nochebuena. Mark Latunski, un ciudadano estadounidense de cincuenta años, contactó con Kevin Bacon, un joven estilista de 25, a través de la app de contactos entre hombres Grindr. Después, este último accedió a quedar con él. Después de encontrarse en casa de Latunski, este acuchilló al joven hasta la muerte. Bacon, que esa misma tarde le había comentado a su compañera de piso que iba a verse con un ligue de Grindr, estuvo desaparecido durante tres días hasta que los agentes de policía se personaron en la casa de Latunski, en el municipio de Bennington, condado de Shiawassee. Allí, encontraron el cadáver del joven, desnudo y colgado aún del techo de la vivienda.
Latunski —que está bajo custodia policial desde que los agentes encontraron el cadáver de Bacon— confesó a los investigadores que apuñaló por la espalda a Bacon y, acto seguido, le cortó la garganta. Después, le colgó boca abajo de una viga, le cortó los testículos y se los comió cocinados. Según las primeras investigaciones, Latunski —cuyo verdadero nombre es Edgar Thomas Hill— cuenta con un largo historial de problemas mentales. No en vano, el hombre padecía esquizofrenia, depresión y un trastorno de personalidad, y había dejado de tomarse la medicación pertinente. Jamie Arnold, de quien Latunski llevaba unos meses separado, ha confesado ahora que desde julio pasado estaba al tanto de esta circunstancia. «No actuaba como si hubiera algo malo. Es muy aterrador pensar que puede mantener un comportamiento tan tranquilo, cuando se cometió un crimen tan horrendo», señaló.
Después de conocer lo ocurrido, los padres de Bacon se mostraron devastados y lamentaron desconocer por completo que su hijo quedaba con hombres a los que conocía a través de Grindr. «Obviamente, [Kevin] se metió en algo para lo que no estaba preparado. El mal existe y nos tocó», señaló su progenitor, Karl Bacon. Asimismo, el teniente Dave Kaiser ha alertado del peligro que a veces entraña quedar con desconocidos a través de aplicaciones de citas: «Hasta que conozcas a esta persona, asegúrate de no reunirte en una residencia privada. Asegúrate de tener una cita en un lugar público. Solo un lugar con mucha gente alrededor que te hará sentirse seguro».
La escalofriante historia de Kevin Bacon guarda ciertas similitudes con el caso de Armin Meiwes, un ciudadano alemán con problemas psiquiátricos —conocido como el caníbal de Rotemburgo— condenado a cadena perpetua por haber contactado a través de Internet —en marzo de 2001— con otro chico para quitarle la vida, descuartizarlo y comérselo —en este caso, con el supuesto consentimiento de la víctima— .