PP y Ciudadanos retiran los ‘bancos arcoíris’ de Oviedo instalados por el anterior Gobierno municipal
El Ayuntamiento de Oviedo, gobernado actualmente por PP y Ciudadanos, ha comenzado a retirar los bancos con los colores del arcoíris —pintados así por el anterior gobierno municipal como gesto simbólico hacia la comunidad LGTBI— que lucían de esa forma en la Plaza de la Escandalera desde 2017. Alfredo Canteli, actual alcalde de Oviedo, aseguraba hace unos días que la medida obedece a una actuación para reformar parcialmente el emplazamiento y eliminar ciertas barreras arquitectónicas, y afirma sin titubeos que su equipo está retirando los citados bancos con la intención de «repararlos, pintarlos y ponerlos decentes».
El Ayuntamiento de Oviedo estuvo gobernado hasta hace unos meses por una coalición entre PSOE, Somos Oviedo e Izquierda Unida. En junio de 2017, con motivo de la celebración del Orgullo, el Consistorio decidió pintar con los colores del arcoíris cinco bancos situados en la Plaza de la Escandalera. El gesto, que según el equipo de gobierno tuvo una «buenísima acogida tanto por la ciudadanía de Oviedo como por los turistas», no fue bien recibido por algunos. De hecho, tan solo unos días después de que los pintasen de esa manera, varios vándalos encapuchados los pintaron de rojigualda (los colores de la bandera de España) utilizando pintura en espray.
El mismo gobierno municipal progresista llegó a dar orden de no señalizar las bodas que se llevasen a cabo en el Consistorio según el sexo de sus contrayentes. La medida, que ha sido impulsada por la vicealcaldesa y actual alcaldesa en funciones, Ana Taboada (Somos Oviedo) persigue poner fin a la práctica, que según el nuevo equipo de gobierno se realizaba hasta entonces, de «avisar» con antelación a los concejales de cuándo una boda era entre personas del mismo sexo.
Sin embargo, parece que no corren buenos tiempos para las personas LGTBI de la capital de Asturias. El nuevo equipo del Ayuntamiento de Oviedo, gobernado actualmente por el Partido Popular y Cuidadanos, inició el pasado lunes la retirada de los bancos que lucían los colores de la diversidad, supuestamente dentro de una actuación para reformar parcialmente el emplazamiento y eliminar ciertas barreras arquitectónicas. Según el Consistorio, el plan «incluirá la sustitución de los bancos por otros ergonómicos, con más altura y apoyabrazos, acordes al modelo de mobiliario urbano que se instala en la actualidad».
Alfredo Canteli, actual alcalde de Oviedo, ha supervisado personalmente las obras y ha aprovechado la visita para comentar que los bancos que ahora serán reemplazados serán pintados de otro color e instalados en otros puntos de la ciudad. «Alguien los puso, yo no rechisté, y alguien los quita y espero que se respeten las decisiones del gobierno actual […]. [Vamos a] Repararlos, pintarlos y ponerlos decentes», señaló hace unos días.
La retirada de los bancos ha generado el rechazo de los dos partidos de la oposición municipal, PSOE y Somos Oviedo, que hace poco celebraron en la Plaza de la Escandalera varias concentraciones en defensa de la permanencia del mobiliario como signo de apoyo al colectivo LGTBI. «Es una medida ideológica», señalan a dosmanzanas fuentes de Somos Oviedo. «Primero trataron de taparlo diciendo que se haría una reforma para hacer más accesible la plaza, después que los bancos están obsoletos y se cambiarían por otros más ergonómicos, y esta semana ya lo admiten abiertamente. El alcalde ha dicho ‘ellos los ponen, nosotros los quitamos’».
Por desgracia, cada vez resultan más frecuentes (y también menos sorprendentes) este tipo de gestos por parte de PP y, sobre todo, Ciudadanos. Pese a sus titubeantes inicios en la materia, la formación naranja supo evolucionar y en varias comunidades autónomas ha trabajado en favor del avance de los derechos LGTBI, en la que hay personas LGTBI visibles y seguro que comprometidas con sus derechos. Pero hay evidencias que resulta injusto negar. No se puede querer acudir al Orgullo un día y, al siguiente, llegar a un acuerdo en Murcia con PP y Vox para normalizar lo que el partido de extrema derecha denomina «PIN parental», es decir, la obligatoriedad de que los alumnos cuenten con permiso expreso de sus padres o tutores para poder asistir a charlas contra la LGTBIfobia.