Brasil: la muerte de Kobe Bryant inspira una campaña contra la homofobia en el fútbol
El fallecimiento en un accidente de helicóptero del icono del baloncesto Kobe Bryant ha tenido una consecuencia inesperada en Brasil. El equipo de fútbol de primera división Bahia y la revista deportiva Corner se han unido para reivindicar el uso del dorsal 24, el que portaba la estrella de Los Angeles Lakers. La cifra está relacionada con prejuicios homófobos en el país latinoamericano, por lo que los clubes suelen excluirla de sus alineaciones. La campaña #PedeA24 («Pide el 24») pretende resignificar el número para mandar un mensaje de aceptación de la diversidad.
El pasado 26 de enero, el mundo del deporte se estremecía con la noticia del fallecimiento de Kobe Bryant, junto a otras ocho personas, en un accidente de helicóptero en California. El famoso jugador de baloncesto portaba el dorsal 24 con Los Angeles Lakers. Un número que en un popular juego de apuestas ilegales de Brasil (el jogo do bicho) representa el ciervo, un animal que se asocia en el país a la homosexualidad, parece ser que por deformación de la palabra veado («venado») hacia viado («desviado»). Un prejuicio muy arraigado que se traduce en el rechazo de los futbolistas brasileños a usar el 24 en sus camisetas por miedo a sufrir insultos.
La situación puede cambiar tras la iniciativa puesta en marcha por el club de fútbol Bahia de la ciudad de Salvador y la revista deportiva Corner. Con el hashtag #PedeA24 («Pide el 24»), persiguen resignificar el número para quitarle el estigma homófobo y emitir un mensaje de respeto a la diversidad. A la campaña se han unido varios de los periodistas más conocidos del país. El Bahia ha anunciado que integrará el 24 en su alineación y anima a otros equipos a hacer lo propio.
El presidente del club de primera división, Guilherme Bellintani, ha emitido en este sentido unas potentes declaraciones: «El fútbol puede ser un canal para acentual lo peor de nuestra sociedad, como el racismo, la agresión, la violencia y la intolerancia, pero también se puede usar de formas diferentes, para la cultura, el cariño, la sensibilidad y para mejorar las relaciones humanas. Creemos que los clubes tienen que decidir si serán canales para el amor o para el odio. Nosotros escogemos el amor», afirmó.
La decisión de reapropiarse de un símbolo de la homofobia para combatirla es un movimiento al que no nos tiene acostumbrados el mundo del fútbol, donde las actitudes LGTBfobas suelen campar a sus anchas ante la tibieza de los organismos. Solo tras reincidir varias veces imponía la FIFA sanciones a varias federaciones, entre ellas la de Brasil, por cánticos homófobos de sus aficiones. En Europa también tenemos ejemplos recientes de exhibiciones homófobas durante partidos de fútbol, como las que se han producido en Polonia, Alemania o Francia. Por lo que todo gesto de apoyo a la diversidad es bienvenido.