Las películas candidatas a los Óscar deberán cumplir con unos criterios de representación de la diversidad, incluida la LGTBI
Los premios Óscar serán, en los próximos años, más respetuosos con la diversidad. La Academia del Cine ha publicado unos criterios de representación de los grupos sociales más ignorados por las producciones del cine estadounidense: mujeres, minorías étnicas y raciales, personas LGTBI y personas con diversidad funcional. La presentación de un formulario que justifique el grado de cumplimiento de los estándares de inclusión de la Academia será obligatoria desde los Óscar de 2022. A partir de la ceremonia del año 2024, las cintas que quieran optar al premio a la Mejor Película deberán cumplir con al menos dos de los cuatro criterios de representación.
El anuncio de la Academia del Cine se produjo el pasado martes y se enmarca en la estrategia denominada Apertura 2025. Según los responsables de la emblemática institución, la iniciativa pretende «reflejar mejor la diversidad de los espectadores del cine». Citan como inspiración los estándares de representación que el British Film Institute desarrolló para las películas candidatas a los premios BAFTA. El presidente de la Academia, David Rubin, califica la medida como «un catalizador de un cambio duradero y esencial» en la industria del cine.
Las nuevas exigencias se implantarán, eso sí, de manera gradual. En las ceremonias de los Óscar de 2022 y 2023, los filmes que quieran optar a Mejor Película deberán rellenar un formulario de Estándares de Inclusión de la Academia. El cumplimiento de los criterios, sin embargo, no será obligatorio hasta los Óscar de 2024, que se celebrarán dentro de más de tres años. En esa cita, las candidatas tendrán que cumplir con al menos dos de las cuatro categorías de representación de la diversidad.
Los estándares pretenden mejorar la visibilidad de grupos infrarrepresentados en el cine estadounidense y que son las mujeres, las minorías étnicas y raciales, la comunidad LGTBI y las personas con diversidad funcional. Se establecen cuatro categorías: actores y actrices en papeles protagonistas y secundarios, equipo técnico, becarios y aprendices, y departamento de publicidad y marketing. En al menos dos de ellas se deberá garantizar una presencia mínima de personas pertenecientes a los grupos nombrados.
La iniciativa de la Academia intenta superar la permanente crítica a la falta de diversidad en las películas premiadas con el máximo galardón. Un reproche centrado especialmente en el ámbito étnico y racial, pero que también manifestó la comunidad LGTBI con ocasión, por ejemplo, de la elección de Crash como Mejor Película en 2006 en detrimento de Brokeback Mountain. Habría que esperar a 2017 para que Moonlight se convirtiera en la primera cinta de temática LGTBI en alzarse con la preciada estatuilla.