Las autoridades croatas conceden la primera acogida de menores a una pareja del mismo sexo
Las autoridades croatas han concedido la primera acogida de menores a una pareja del mismo sexo. Ivo Šegota y Mladen Kožić, que llevan desde 2017 intentando ser padres de acogida, por fin han conseguido su sueño de dar un hogar a dos menores en situación de desamparo. Es el punto final de una larga batalla legal y administrativa que culminó en febrero de este año con la sentencia del Tribunal Constitucional que abrió esta posibilidad a las parejas en una unión civil. Tanto el matrimonio como la adopción conjunta siguen siendo privilegios reservados a las parejas de distinto sexo en Croacia.
La lucha legal y administrativa de Ivo Šegota y Mladen Kožić por convertirse en padres de acogida comenzó hace tres años. La pareja, unida civilmente, consiguió su certificado de idoneidad para acoger tras una completa evaluación de su historial. El Centro de Bienestar Social, sin embargo, rechazó su solicitud bajo el pretexto de que la legislación sobre acogida limita esta posibilidad a matrimonios (heterosexuales), parejas no casadas o personas solteras, pero no menciona expresamente a las parejas unidas civilmente.
Šegota y Kožić recurrieron entonces a la justicia, y en diciembre del año pasado consiguieron su primera victoria. El Tribunal Administrativo de Zagreb anuló, en una sentencia firme, las decisiones administrativas contrarias a la acogida por parte de la pareja. Se basó para ello en la Convención Europea de Derechos Humanos, que prohíbe implícitamente la discriminación basada en la orientación sexual. Sorprendentemente, el Centro de Bienestar Social ignoró el fallo y denegó una vez más la concesión de la acogida.
El caso pasó al Tribunal Constitucional, la máxima instancia judicial del país. En una sentencia emitida el pasado 7 de febrero, los jueces del alto tribunal dictaminaron que las parejas del mismo sexo tienen derecho a la igualdad de trato en el acceso a la acogida de menores. El fallo establece que la legislación vigente «produce consecuencias discriminatorias contra las personas del mismo sexo que viven en pareja de manera registrada o informal, lo cual es constitucionalmente inaceptable».
Tras la sentencia del Constitucional, sin embargo, la concesión de la acogida no fue automática. El ministerio de Familia tuvo que anular primero la decisión del Centro de Bienestar Social contraria a la solicitud de Šegota y Kožić. Los trámites administrativos se demoraron varios meses hasta que, a principios de septiembre, el presidente de la Rainbow Family Association Danijel Martinović anunciaba por fin que los dos menores ya se encontraban bajo el amparo de la pareja. Para preservar la intimidad de la familia, los padres de acogida declinaron hacer declaraciones a los medios.
Croacia: pasos adelante, pasos atrás
De los países balcánicos, Croacia es uno de los que más pasos ha dado en favor de los derechos LGTBI, pero no sin traumas. En el año 2014 el Parlamento croata aprobaba una ley de uniones entre personas del mismo sexo después, eso sí, de que mediante la celebración de un referéndum se oficializase la discriminación de estas parejas en la Constitución en su acceso al matrimonio.
Un referéndum al que en su momento se opusieron tanto el entonces presidente del país, Ivo Josipović, un importante aliado de la comunidad LGTBI, como el Gobierno croata, entonces en manos socialdemócratas. Pero no conviene olvidar que Croacia es un país en el que la Iglesia católica, que hizo campaña activa en favor de la discriminación, conserva todavía una importante influencia social. Así lo ha demostrado, por ejemplo, apoyando manifestaciones contra el Convenio de Estambul contra la violencia de género por temor a que sirva para favorecer derechos LGTBI.