Una miniserie retrata al criminal británico Dennis Nilsen, asesino en serie de jóvenes homosexuales condenado a cadena perpetua en 1983
Acercarse al historial criminal de Dennis Nilsen, uno de los asesinos en serie más prolíficos del Reino Unido, pone los pelos de punta a cualquiera. La homofobia interiorizada de este británico le llevó a asesinar en Londres a (al menos) una docena de jóvenes —en su mayoría homosexuales y personas sin hogar— entre finales de los setenta y principios de los ochenta. Tras ser detenido, Nilsen fue juzgado y sentenciado a cadena perpetua en 1983. Dos años después de su muerte, la cadena de televisión ITV estrenó el pasado lunes en ‘prime time’ la miniserie Des, protagonizada por David Tennant y centrada en la historia de su persecución y detención.
Durante tres capítulos, la miniserie Des —de momento se desconoce cuándo y en qué plataforma se emitirá en España— acercará a los espectadores la terrible historia del conocido como ‘el asesino de Muswell Hill’ —apodado así por el distrito londinense donde cometió sus crímenes—. Todo parece indicar que Dennis ‘Des’ Nilsen, que nació en Escocia en 1945, estaba muy unido a su abuelo y quedó traumatizado al ver el cadáver de este colocado en un ataúd abierto —una experiencia que, según sugeriría luego el propio Nilsen, lo llevó a su fascinación por los cadáveres—.
Siendo adolescente, descubrió que era gay, pero su orientación sexual lo dejó bastante confundido y avergonzado, y esto le llevó a reprimir su homosexualidad. En 1961, poco después de terminar la escuela, Nilsen decidió unirse al ejército como chef y, en poco tiempo, adquirió habilidades como carnicero. Durante sus once años de carrera militar, el británico intentó siempre distanciarse de sus colegas para sofocar aún más su atracción por los hombres —aunque obtener su propia habitación le dio la privacidad necesaria para masturbarse (pensando en otros chicos) sin llegar a ser descubierto—.
En 1975, poco después de abandonar el ejército, Nilsen conoció a un hombre llamado David Gallichan. Tras mantener un encuentro romántico, los dos decidieron irse a vivir juntos. Cuando aquella relación se rompió, Nilsen se volvió cada vez más solitario. Un año y medio después, asesinó a su primera víctima. Se trataba de Stephen Holmes, un niño de catorce años al que conoció en un bar. Según la propia confesión de Nilsen, Stephen y él pasaron la noche juntos y, a la mañana siguiente, tuvo miedo de despertar al chaval «por si me dejaba». Esto le llevó a decidir que el niño se quedaría con él «el día de año nuevo, quisiera o no». Así pues, lo estranguló y lo ahogó antes de bañarle y lavarle el pelo. Después, practicaría sexo con su cadáver y lo mantendría bajo las tablas del suelo de su casa durante ocho meses.
Durante los meses siguientes, Nilsen usó las dos casas separadas que poseía en el norte de Londres para atraer y asesinar a otros cuantos jóvenes de la zona —se calcula que mató a al menos doce, e intentó matar a otros siete—. El criminal solía atraer siempre a sus víctimas con ofertas de comida, alcohol y refugio, y terminaba estrangulándolas y ahogándolas. A continuación, practicaba rituales en los que bañaba sus cadáveres, los vestía, mantenía relaciones sexuales con ellos y convivía con los cuerpos durante semanas o meses. Por último, los desmembraba y se deshacía de ellos —quemándolos en una hoguera, hirviéndolos o tirando distintas partes por el váter—.
En 1983, un fontanero encontró huesos y tejido humano obstruyendo los desagües fuera de su casa y Nilsen fue finalmente arrestado por la policía en su propio domicilio. Tras confesar los crímenes cometidos —Nilsen comentó que había matado al menos a quince personas, aunque no las identificó a todas—, el británico fue juzgado y sentenciado a cadena perpetua en noviembre de 1983. Mostrando toda su sangre fría, entregó encantado varios cuadernos donde confesaba parte de sus crímenes —aunque nunca dijo qué le motivó a cometerlos— al biógrafo Brian Masters, que los utilizaría para escribir su libro Killing for Company: The Story of a Man Addicted to Murder (1985). Cabe señalar que Nilsen murió en prisión en 2018, a la edad de 72 años, debido a un cáncer.