Iris Robinson, diputada norirlandesa abiertamente homófoba, deja su escaño y admite una relación extramarital

Iris Robinson, diputada norirlandesa que se ha significado por sus posiciones abiertamente homófobas, ha anunciado el abandono de su escaño para recuperarse de una depresión. Robinson ha admitido además que el pasado año mantuvo una relación extramatrimonial y que, cuando su marido se enteró, ella intentó suicidarse. Iris Robinson está casada con Peter Robinson, actual primer ministro de Irlanda del Norte. Según The Times, la «confesión» de Robinson habría sido precipitada por el inminente estreno de un documental de investigación de la BBC que desvelaría las turbias finanzas de la pareja Robinson.

Iris Robinson se considera a si misma una «cristiana renacida» y es miembro de la iglesia pentecostal, una iglesia de corte evangélico. Ha sido diputada en el Parlamento de Irlanda de Norte, en representación del Partido Unionista, hasta su renuncia hace pocos días. En una entrevista radiofónica concedida en 2008, poco después de que un gay fuera atacado en Irlanda del Norte, Robinson condenó el ataque pero aconsejó a los homosexuales que se sometieran a tratamiento psiquiátrico y se mostró de acuerdo con la idea de que la homosexualidad es “una abominación”. Pocos días, en declaraciones a un periódico, llegó a comparar la homosexualidad a la pederastia.

Posteriormente Robinson matizó ligeramente sus opiniones, al afirmar que buena parte de las palabras que tanta polémica habían causado habían sido introducidas por sus entrevistadores, y que ella se había limitado a mostrarse de acuerdo con lo que la Biblia dice sobre la homosexualidad. También aclaró que, como cristiana, “odiaba el pecado pero amaba al pecador”. Estas matizaciones no convencieron a los colectivos LGTB, que solicitaron, sin éxito, que la parlamentaria norirlandesa fuera acusada de incitación al odio homófobo.

Ahora Robinson ha dejado el Parlamento norirlandés, aquejada de una fuerte depresión. En un comunicado, Robinson explica como, tras enterarse su marido de su «aventura», ella intentó suicidarse. Robinson reitera además su fe cristiana y muestra su convencimiento de que Dios ya la ha perdonado.

El conocido activista LGTB británico Peter Tatchell, al tiempo que ha mostrado su pesar por la situación de Robinson y sus deseos de que se recupere, ha calificado su actitud como «hipócrita» por no mostrar arrepentimiento alguno respecto a sus opiniones homófobas.