La Proposición 8, por primera vez ante la justicia federal en un proceso que podría culminar ante el Tribunal Supremo de EE. UU.
Mañana lunes da comienzo, en una corte federal de Francisco, el proceso iniciado por los abogados Ted Olson y David Boies en nombre de dos parejas californianas para conseguir que la Proposición 8 sea declarada contraria a la Constitución de los Estados Unidos, lo que abriría las puertas al matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país. Un proceso ante el cual, como detallábamos hace unos meses, los grupos LGTB están divididos: muchos piensan que abrir el camino de la justicia federal es todavía prematuro.
Hasta ahora, los procesos judiciales que tienen que ver con la consideración jurídica del matrimonio entre personas del mismo sexo han sido mantenidos por las organizaciones de defensa de los derechos LGTB a nivel de los estados, consiguiéndose mediante esa vía victorias sonadas, como la de Massachusetts (primer estado del país que legalizó el matrimonio) o de Iowa. Sin embargo, el camino de la justicia federal, aun obteniendo una victoria en primera instancia, desemboca invariablemente en el Tribunal Supremo de Estados Unidos.
Todos coinciden en que la composición actual del Supremo estadounidense está escorada hacia posiciones conservadoras, incluso teniendo en cuenta su última incorporación, la jurista hispana Sonia Sotomayor -único miembro del Supremo propuesto por Obama y de tendencia liberal- dado que Sotomayor reemplazó a otro juez progresista, David Souter. A día de hoy es muy improbable una sentencia favorable. Por el contrario, un pronunciamiento del Supremo considerando que prohibir el matimonio a gays y lesbianas no viola la Constitución de Estados Unidos sentaría un precedente adverso. De ahí las reservas de muchos activistas LGTB.
Olson y Boies no son dos abogados cualesquiera. Fueron ellos dos los que, durante el interminable recuento electoral del año 2000, se enfrentaron defendiendo las posiciones de George W. Bush y Al Gore ante el Supremo, que finalmente falló a favor de Bush. “Somos dos abogados de dos extremos del espectro político que nos hemos juntado para apoyar una de las causas más importantes de nuestro tiempo. No se trata de demócratas o republicanos. Estamos aquí en parte para simbolizar eso”, aseguró Olson en su momento. Si dominas el inglés, te recomendamos leer el interesante artículo publicado por el propio Olson en la revista Newsweek, en el que detalla los fundamentos del caso y defiende la interesante tesis de que el matrimonio entre personas del mismo sexo es, en realidad, un «valor americano» que debería ser asumido cuanto antes por los conservadores.
Creo que todavía es prematuro para esto, estaría mejor que buscasen la derogación de la Proposición 8 en California y la desaparición de la endemoniada ley esa de la DOMA (o como se llame) a nivel federal.
Por mucho que nos irriten las cosas en este país, también están estos gestos que serían absolutamente impensables en la españa actual. Dos personajes de relevancia pública uniendo fuerzas por encima de sus ideologías en un proyecto común por derechos civiles.
Sí Mercedes, en España es impensable que alguien conservador defienda publicamente la ley del matrimonio homosexual, sino mira como hacen el ridículo los gays del PP. Es que a esos les va el sado y la humillación, porque ser gay y estar en el PP es para torturarse.
El conservative case for gay marriage me parece sólido; algún argumento de la carta es más débil que otros, pero en general está bien explicado. Y, si no fuese por la influencia religiosa, creo que tendría que tener más aceptación.