Más de 200 detenidos en el Orgullo de Estambul celebrado a pesar de la prohibición gubernamental
La policía turca ha detenido a más de 200 personas que se habían congregado en la plaza Taksim de Estambul para celebrar la Marcha del Orgullo, a pesar de la prohibición establecida por las autoridades días atrás. Los activistas LGTBI decidieron no rendirse y seguir adelante con los actos por considerar la prohibición contraria a los derechos fundamentales de reunión y manifestación. Así, este 26 de junio numerosas personas reivindicaron por las calles de Estambul la defensa de los derechos de las personas LGTBI, pero un fuerte contingente policial actuó con contundencia para dispersarlas. A pesar de todo, la valentía de los manifestantes ha conseguido que finalmente se celebrara por sus calles la 30ª Marcha del Orgullo de Estambul.
Desde el 2015, las autoridades turcas han prohibido reiteradamente la celebración de los actos del orgullo LGTBI en Estambul, que hasta ese momento acogía una de las manifestaciones más numerosas de un país de mayoría musulmana. En este año, tanto la gobernatura del distrito de Beyoğlu como la del distrito de Kadıköy dictaron la prohibición de todos los actos previstos durante la Semana del Orgullo. Agentes de policía se personaron en centros y locales de organizaciones LGTBI para conocer cuál era el calendario de eventos para posteriormente comunicar la prohibición establecida por la gobernatura, en los siguientes términos:
Hemos obtenido información de que entre el 21.06.2022 (martes) y el 23.06.2022 (jueves) está previsto celebrar reuniones, comunicados de prensa, marchas, distribución de folletos, etc. en el marco de la 30ª Semana del Orgullo LGBTI+ de Estambul.
Todos esos eventos están prohibidos en todas las áreas abiertas y cerradas durante 7 (siete) días desde las 00.01 del 21.06.2022 hasta las 23.59 del 27.06.2022.
Sin embargo, no se tomó medida alguna contra el grupo Müdafaa-i İslam Hareketi (Movimiento de Defensa del Islam), que convocó a sus partidarios para reunirse en día 26 de junio en la plaza de Taksim para impedir cualquier celebración o acto del Orgullo, acompañando la convocatoria con repetidas amenazas de muerte a quienes participaran en ellas. Este mismo grupo ya había protagonizado actos violentos contra personas LGTBI en Çanakkale, Antep y la Universidad de Estambul.
Las distintas asociaciones y grupos de defensa de los derechos LGTBI reaccionaron con indignación ante la prohibición, que calificaron en un comunicado de contraria a la Constitución de Turquía y a la Convención Europea de Derechos Humanos. En el mismo comunicado se incluía el siguiente y vibrante alegato:
Sabemos que estas prohibiciones apuntan a nuestra existencia, de la que estamos orgullosos, a nuestra lucha, que nos ha traído hasta aquí, y a nuestros avances para garantizar la igualdad constitucional y social.
Se espera que nos avergoncemos de nuestra existencia, que abrazamos con honor, que perdamos la solidaridad que hemos construido, que abandonemos los espacios que hemos ganado y que demos un paso atrás en nuestra justa lucha.
Como asociaciones LGBTI+, declaramos abiertamente: Nos negamos a la vergüenza, al olvido, al abandono, a la pérdida y al retroceso. No consentimos que nos arrebaten nuestra historia, nuestro presente y nuestro futuro con discursos de odio, señalamientos, prohibiciones y amenazas.
Así, cientos de manifestantes de manera pacífica se congregaron este 26 de junio en la plaza de Taksim, el lugar inicialmente establecido para la convocatoria, enarbolando con orgullo numerosas banderas arcoíris y trans. Pronto se encontraron acordonados por la policía que, equipada con material antidisturbios, bloqueó la plaza de Taksim y todo el barrio de Cihangir para impedir que se celebrara la manifestación. Además, procedieron a cerrar el transporte público que conducía a la zona.
Mientras los vecinos del barrio de Cihangir, desde sus casas, golpeaban cacerolas para protestar contra la acción policial y en apoyo de los manifestantes, la policía procedió a cargar con violencia contra los congregados y a la detención de más de 200 personas. Entre los detenidos se encuentran también reporteros y fotógrafos que con su trabajo daban fe de los hechos.
Meslektaşımız Bülent Kılıç, polisin basına saldırısına tepki gösterdiği için gözaltına alındı! pic.twitter.com/6AKADMixS4
— Emre Orman 🇵🇸 (@eemreorman) June 26, 2022
Prohibición y represión contra los actos del Orgullo desde 2015
La situación de la comunidad LGTBI en Turquía bajo el mandato de Recep Tayyip Erdoğan no hace más que deteriorarse. En 2021 se cumplieron siete años en los que las autoridades prohibían y reprimían la celebración del Orgullo de Estambul, un evento que llegó a congregar a más de 15.000 personas en 2013. En 2015 la marcha fue prohibida de repente por la oficina del gobernador a causa del mes de Ramadán (circunstancia que, siendo exactamente igual, no impidió la manifestación de 2014). En 2016 la policía turca disolvía violentamente la Marcha del Orgullo Trans de Estambul, también prohibida por el gobernador, que justificaba su decisión por «la seguridad de nuestros ciudadanos, en primer lugar, de los propios participantes». Desde el activismo LGTB, sin embargo, la prohibición se contempló como una claudicación ante las amenazas de grupos de extrema derecha nacionalista e islamistas. Una semana después, el Orgullo LGTB corría la misma suerte. En agosto de ese mismo año, además, la activista trans Hande Kader era brutalmente vejada y asesinada, después de haberse posicionado en primera fila durante el reprimido Orgullo Trans.
La situación se repetía en 2017, cuando tras las amenazas de un grupo ultranacionalista, y lejos de asegurar el ejercicio del derecho de manifestación del colectivo LGTB, el gobernador de Estambul volvió a prohibir la manifestación del Orgullo cediendo al chantaje de los extremistas. Cientos de valientes activistas desafiaron la prohibición y salieron a las calles, pero fueron duramente reprimidos. Lo mismo sucedió en 2018, cuando un millar de activistas desafiaron la prohibición y la policía les lanza gas lacrimógeno y pelotas de goma para dispersarlos. La represión se repitió con los mismos métodos en 2019. Tras el paréntesis de 2020, en el que no se convocó ningún acto debido a la pandemia de la COVID, en 2021 volvió a repetirse la prohibición, el desafío de los activistas LGTBI y la brutal represión policial.