Asociaciones LGTB y policía cooperan en Reino Unido para acabar con los matrimonios forzados
La asociación británica The Albert Kennedy Trust, especializada en apoyar a jóvenes LGTB, ha puesto en marcha un servicio orientado a jóvenes obligados a casarse por sus familias. La mayoría de los usuarios son chicos jóvenes cuyas familias proceden de países cuya religión condena la homosexualidad.
Annie Southerst, trabajadora del AKT, explica que en los últimos meses ha habido un incremento de chicos musulmanes que han llegado a la asociación tras sufrir acoso o privación de libertad por parte de sus familias. Algunos incluso sufren agresiones o exorcismos.
Fazal Mahmood dirige un grupo similar, llamado Himat (‘fuerza’ en urdu) de apoyo a jóvenes gays procedentes de Oriente Medio y Sudeste Asiático. Según él, la homosexualidad continúa siendo un tabú en las comunidades musulmanas de ciudades como Londres o Manchester. De hecho, aconseja a los jóvenes LGTB musulmanes no revelar a sus familias su orientación sexual.
Ambas asociaciones prestan ayuda legal a los jóvenes llegado el caso de tener que denunciar a sus familias y planean colaborar con la policía a luchar contra los matrimonios forzados. Concretamente, con una unidad especializada (póster promocional en la imagen) que dirige Olaf Henricson-Bell, para quien los jóvenes LGTB son particularmente vulnerables y susceptibles de sufrir este tipo de abusos. Esta unidad se enfrenta cada año a unos 1.600 casos de matrimonios forzados, de los cuales las tres cuartas partes corresponden a personas procedentes del sur de Asia. El problema con los LGTB es que muchos renuncian a acudir a la policía por miedo o por vergüenza. Ahora esta unidad espera que, gracias a grupos como Himat y The Albert Kennedy Trust, aumente el número de denuncias y se pueda luchar más efectivamente contra estas vulneraciones de los derechos humanos.
Pues sí, los musulmanes en su versión integristas, es decir, casi todos. Son un peligro para las sociedades democráticas occidentales, aquí ya tenemos religiones como la católica con sectas y todo…. lo que nos faltaba era que ahora vengan éstos a imponernos sus credos.
Primero que si un tribunal de la sharia en Gerona, luego que no sé quién defiende la poligamia y la quiere hacer institucional y por supuesto todo lo que aquí se cuenta. Parece que por respetar estamos provocando que las gentes que profesan estas religiones tengan manga ancha para hacer lo que quieran con su comunidad «exhorcismos, palizas…puff»
Mirad, si quieren vivir aquí tiene que respetar nuestras normas y leyes, ésto les afecta a ellos en el ámbito personal, porque no creo que la ley te permita atar a tu hijo/a a una cama y practicarle exhorcismos o brujerías.
Os lo digo, ahora tenemos al catolicismo encima que hace todo lo que puede en contra de nosotros, pero no os perdáis de vista a los musulmanes, si no se les educa en los derechos humanos y en el respeto a las leyes de los lugares donde han emigrado, acabaremos teniéndolo muy pero que muy crudo.
Además otro problema añadido ¿por qué el aumento de la ultraderecha en países como Francia u Holanda? pues mucho me temo que es por un alto porcentaje de población musulmana mal asimilada.
Así que queridas/os, dejad a un lado lo políticamente correcto que para muchos es: al catolicismo los perros y madecirlo (yo lo hago porque se lo merecen) al islam silencio (no vaya y que nos acusen de racistas) pues no, no me da la gana. Yo criticaré a todas las religiones que estén en contra de mi persona y mis derechos, sin distinción.
Tienes razón, Ozores. Pero vete preparando para ser catalogad@ de racista y no sé cuántas cosas más por los «papanárabes» de la izquierda occidental, que tienen una fascinación enfermiza y acrítica por todo lo que huela a -de Gibraltar pa´bajo-. Yo estoy harto de esta incoherencia y esta empanada mental (¿o en algunos casos no será incoherencia?).
AlvaroB, los izquierdistas hemos dicho y repetido que queremos un estado laico en el que la religión islámica o la católica forme parte de la vida privada de quien lo desee.
Adivina quiénes echan espuma por la boca, aquí en España, cada vez que decimos esto y nos acusan de «laicistas radicales», adivina qué dictadura teocrática, cuyo caudillo aparece constantemente en la televisión pública, nos dice cómo deben ser las leyes que debemos hacer. Una pista: están de Gibraltar para arriba (aunque algunos están en Ceuta, Melilla y Canarias). otra pista: votan junto a los islamistas radicales en la ONU defender la homofobia y el día de la manifestación contra el matrimonio homosexual iban junto a la asociación islámica más conservadora, a la que invitaron.