Un documental retrata la indiferencia con que la sociedad británica acogió el asesinato del adolescente gay Michael Causer
«The Invisible Death of Michael» («La invisible muerte de Michael») es el título de un documental que retrata la indiferencia con la que tanto medios de comunicación como la propia sociedad británica acogieron el asesinato de Michael Causer -un adolescente gay de Liverpool que murió a manos de un grupo de conocidos en un crimen de claras connotaciones homófobas- y la absolución de dos de los tres implicados en su muerte. La cinta podrá verse en el próximo Festival internacional de cine independiente de Estambul.
Un jurado popular absolvió a Gavin Alker, acusado de golpear brutalmente en la cabeza a Michael mientras le lanzaba gritos homófobos. El joven, de 18 años, murió pocos días después. De los otros dos implicados sólo uno de ellos, James O’Connor, fue encontrado culpable y condenado a cadena perpetua revisable en 11 años y medio, al no estimarse la motivación homófoba.
Los padres de Causer y las organizaciones LGTB británicas mostraron en su momento su desolación tanto por las exculpaciones como por el hecho de que el juez que emitió la única condena ni siquiera tuviera en cuenta el agravante de homofobia. De haberse considerado un crimen homófobo, el periodo mínimo que O’Connor tendría que pasar en la cárcel ascendería a un mínimo de 30 años. Pese a lo llamativo de la situación, los medios de comunicación generalistas del Reino Unido -tan proclives a generar escándalos en otras circunstancias- apenas si cuestionaron lo sucedido, que no despertó polémica alguna en la sociedad británica.
El documental ha sido codirigido por Tim Brunsden y Gary Everett. Este último ha manifestado su alegría por el hecho de que pueda ser visto en Turquía, un país en el que la sociedad es todavía marcadamente homófoba. «La lucha por la igualdad de los derechos LGTB y la aceptación es precisamente el mensaje central de la película», afirma el co-director, para el cual la cinta ilustra «la invisibilidad de la homofobia institucionalizada existente en la Gran Bretaña de hoy». También Marie Causer, la madre del joven, ha mostrado su satisfacción por el hecho de que se haya rodado el documental y pueda ser visto en otros países.
Aquí estamos pendientes del nuevo juicio al asesino de Vigo que metió 53 puñaladas a dos chicos en el piso de estos, luego se duchó, les robó y después de 5 horas prendió fuego l piso y se marchó… en el primer juicio solo se le condenó por quemar el piso porque según él tuvo miedo de ser violado y lo peor no es que ese loco homófobo dijera eso sino que un jurado popular estuviera de acuerdo
Pero aquí esa sentencia, lol, fue todo un escándalo y obtuvo una relativamente importante repercusión mediática, además de ser un jucio anulado.
El caso es que en paraísos liberales como Gran Bretaña, donde somos tan iguales como en ningún otro, se nos puede matar sin que a la sociedad se le mueva una ceja. Invisibles hasta la muerte, podría ser su lema.
Rukaegos, fue un escándalo pero polarizado porque muchos aplaudieron y muchos medios confundieron para volver el caso frivolo y sucio, estoy pefectamente enterado y por ellos espero como tantos una sentencia ejemplar como la revisión de calamita y espero que tengas razón y no tengamos que contar con tristeza otra absolución técnica o con lágrimas en los ojos la falta de apoyo en España por convertir el matrimonio entre personas del mismo sexo en un vulgar contrato para ciudadanos de segunda como pretenden ciertos sectores y lo peor es que hay muchos homos que no solo les importa un pimiento sino que dicen «eso es cosa de los normales»
¿Indiferencia? ¿a dónde vamos?
Hare mi comentario radical del día: contra la indiferencia o los juicios homófobos, alguien debería de empezar a darse cuenta de que es la hora de empezar a luchar contra esta mierda de sociedad e impartir justicia
DEsde luego, Sara. Te comprendo perfectamente. Uno no va por la vida dando guantazosa disetro y siniestro, pero es que tal indiferencia para muchos de nosotros es peor que el más cruel de los guantazos.
Saludos
Efectivamente, la indiferencia rara vez es neutral. No tomar partido implica tomar partido (a favor del fuerte y en contra del débil).