Colin Firth, nominado al Óscar por interpretar a un profesor homosexual, reconoce que los actores gays lo tienen más difícil
Según el actor británico Colin Firth, los actores gays corren un gran riesgo profesional si manifiestan abiertamente su homosexualidad. «Si eres un actor hetero e interpretas un papel de gay, eres reconocido por ello. Si eres un actor gay y quieres interpretar un papel de hetero, ni siquiera vas a ser seleccionado», ha dicho.
Firth, prestigioso actor heterosexual, sabe de lo que habla: su interpretación de un profesor homosexual en Un hombre soltero (A single man) le ha valido un importante recoocimiento profesional. En septiembre obtuvo la Copa Volpi a la mejor interpretación masculina en el Festival de Venecia, y en la actualidad es uno de los nominados a mejor actor tanto en los BAFTA británicos como en los Óscar de Hollywood, cuya lista de nominados ha sido conocida precisamente hoy. Las palabras de Firth, que no es la primera vez que se manifesta en ese sentido, tuvieron lugar con ocasión del estreno oficial de la película en Londres. Un hombre soltero, que también recibió en Venecia el “Queer Lion” 2009 a la mejor película de temática homosexual, está basada en un libro de Christopher Isherwood. Ambientada en la California de 1962, cuenta la historia de un profesor que pierde a su novio en un accidente de tráfico.
Una opinión que curiosamente coincide con la expresada hace pocas semanas por otro actor, en este caso abiertamente gay, Rupert Everett, que se lamentaba de que el conocimiento público de su homosexualidad había supuesto un freno a su carrera artística, y que incluso llegaba a recomendar a los jóvenes actores gays mantener en secreto su orientación sexual para evitar ser encasillados en ciertos papeles.
Disculpad que pona este enlace aquí pero no he visto la noticia (no sé si la estaréis preparando o no).
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En fin, una pena lo del encasillamiento estúpido de los estudios de Hollywood. Porque al fin y al cabo, es tan fácil hacer de heterosexual… Y más para alguien LGTB, que se ha tragado con embudo, desde pequeñita, la educación más ranciamente sexista, machista y, por extensión, heterosexista en nuestro país de señores que ven el fútbol en los bares mientras se toman su cervecita como paradigma del comportamiento sociocultural (yo diría «suciocultural», por meter uña).
Ruppert, corazón, no desesperes. Sigue presentándote a castings para hacer de heterosexual. ¿Y para documentarte? Pues mira, yo te recomendaría ver el ¿informativo? de Cuatro, donde las 3/4 partes del mismo se compone de esa suerte de taberna televisiva donde Los Manolos (excelente apelativo para describir, connotativamente, lo que puede esperarse de ese par de periodistas de tres al cuarto. Una becaria desahogada lo haría mucho mejor) vociferan presuntas noticias presuntamente interesantes sobre ese presunto deporte que es el de los 11 machirulos corriendo (que no corriéndose, una pena) detrás de un artilugio esférico de caucho. Pasarías el casting con nota, nena.
Muy similar a lo que dijo Todd Holland el verano pasado.