Un general brasileño, contrario a que haya homosexuales en el Ejército porque «no son respetados por la tropa»
El general brasileño Raymundo Nonato Cerqueira sostuvo ayer, ante la Comisión de Constitución y Justicia del Senado en la que se discutía su nombramiento como miembro del Tribunal Supremo Militar de Brasil, que las personas abiertamente homosexuales no son compatibles con el trabajo en el Ejército. Cerqueira aseguró que no tiene «nada en contra de los homosexuales», pero enfatizó que «individuos de ese tipo» no son respetados por los soldados.
«La tropa fatalmente no va a obedecerles. Eso está comprobado», expresó. «No significa que ese individuo sea criminal, sino que se trata del tipo de actividad. Si él es así, quizás haya otro rubro de actividad que pueda realizar», afirmó. Cerqueira admitió que puedan existir homosexuales en el Ejército, pero siempre y cuando mantengan en secreto su orientación. «Nosotros sabemos que existen, pero no sabemos quiénes son. Si mantiene la dignidad, honra su uniforme y no hay conocimiento oficial, no veo problemas», añadió.
Las palabras de Cerqueira han desencadenado polémica en un país en el que no está prohibido que las personas homosexuales ingresen en el Ejército. El presidente de la Orden de Abogados de Brasil, Ophir Cavalcante, ha considerado «lamentable» este tipo de discriminación, afirmando que «la defensa del país debe ser hecha por hombres y mujeres preparados independientemente de la condición sexual».
El senador Eduardo Suplicy, del Partido de los Trabajadores (el partido del Presidente brasileño, Lula da Silva) ha pedido que Cerqueira vuelva a ser citado ante la Comisión, que aprobó por unanimidad su nombramiento. «Un principio fundamental de la Constitución es la dignidad de la persona sin prejuicios por sexo, color o edad, y quiero que volvamos a oirlo para aclarar que no está contra la Constitución», declaró. Los miembros de la Comisión se justificaron afirmando que la aprobación de Cerqueira había sido votada «antes» de que hiciera sus manifestaciones. Tampoco parece que las palabras de Cerqueira hayan causado gran preocupación al ministro brasileño de Defensa, Nelson Jobim (del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, centrista) que no quiso valorar las declaraciones del general pero aseguró que no van a interferir en las discusiones.
El colectivo LGTB Arco Iris de la Ciudadanía ha considerado las palabras de Cerqueira, además de irrespetuosas, un «solemne disparate» que además revela «el conservadurismo de las fuerzas armadas».
Bueno, se ha acabado la racha de buenas noticias.
Por supuesto, ningún homófobo admitirá jamás que es homófobo. Por supuesto que sus discursos «jamás son» en contra de los homosexuales, «pero…».
Vaya hipócritas; quién debe tener algo de dignidad es el oficialsucho esé, que diga la verdad.