Costa Rica vota en unas elecciones en las que los derechos LGTB están huérfanos de candidatos

Si los sondeos electorales cumplen su pronóstico, Laura Chinchilla será la próxima presidenta de Costa Rica. Perteneciente al conservador Partido de Liberación Nacional (PLN) ha afirmado que de ganar los comicios de hoy,  no aprobará el matrimonio entre personas del mismo sexo, ni el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo y  luchará para que “Dios” no salga de la Constitución política costarricense.

Chinchilla que ya fue Ministra de Seguridad, podrá evadir la segunda vuelta si se cumplen los estudios demoscópicos que le otorgan el 42% de los votos favorables a su candidatura. Con sólo superar el 40% al termino del recuento electoral ya será la presidenta electa de Costa Rica.

A la vez que anuncia un no rotundo al matrimonio gay se muestra preocupada “de que algunos colectivos lésbico-gay en el país sientan que están sufriendo discriminación”. Tal es así que parece estar abierta a  legislar a favor de  los derechos patrimoniales y políticos de gays y lesbianas, aunque fuera de la figura del matrimonio. “Yo aspiro a que nos podamos poner de acuerdo sin tocar una institución como el matrimonio que también ha sido concebida por tantas familias costarricenses dentro de un concepto diferente”, concreta la candidata conservadora.

Laura Chinchilla se enfrenta al también derechista, Otto Guevara del Movimiento Libertario, el cual afirma que “respeta las preferencias sexuales de cada ciudadano” pero que no legislará los matrimonios para gays y lesbianas ya “que hay demasiados temas que ocupan la agenda que tienen que ver con el bienestar de los ciudadanos de mi país”. A la izquierda de Chinchilla y Guevara está el tercer candidato en disputa, el centroizquierdista Otton Solís. Contrario,  al igual que la derecha política, al matrimonio como figura jurídica que equipare derechos civiles, patrimoniales y políticos de gays y lesbianas,  apoya firmemente una ley de Sociedades de Convivencia que “garantice los derechos patrimoniales y civiles de las personas del mismo sexo que eligieron vivir como pareja”.