Por fin avances concretos en la atención a la lipoatrofia facial en personas que viven con el VIH
Hoy nos llega la noticia de que el Plan Andaluz contra el Sida y otras Infecciones de Transmisión Sexual 2010-2015 recoge expresamente el tratamiento de la lipoatrofia facial secundaria al tratamiento antirretroviral en personas que viven con VIH. Una buena noticia que se produce apenas un mes después de que el Ministerio de Sanidad y Política Social se comprometiera por fin a avanzar en la resolución del problema a nivel de todo el estado.
La lipoatrofia consiste una pérdida de la grasa subcutánea que produce en las personas que la padecen un aspecto típicamente demacrado. Según ha explicado la consejera de Salud andaluza, María Jesús Montero, se trata de evitar la estigmatización y discriminación de este colectivo en base a su aspecto físico. Otra medida de mejora de la atención a las personas que vivien con VIH en Andalucía es que ya no tendrán que acudir a los hospitales para recoger la medicación antirretroviral, sino que lo podrán hacer directamente en su centro de salud.
La noticia se produce apenas un mes después de que el Ministerio de Sanidad y Política Social se comprometiera por fin a tratar, en los próximos tres años, a más de 6.000 personas con VIH y lipoatrofia facial mediante uso tutelado, reservando una dotación económica de 3’2 millones de euros anuales para alcanzar este objetivo. Se trata de un procedimiento por el cual se fijan una serie de centros de referencia, práctica habitual en patologías o terapias que no son muy frecuentes y que permite concentrar a los especialistas, lo que les garantiza un volumen de trabajo suficiente para que perfeccionen su técnica. A los tres años se revisarán los resultados y, de acuerdo a los mismos, se estudiará la inclusión de esta prestación en la cartera común de servicios del sistema nacional de salud, lo que obligará a todas las comunidades autónomas a financiarla.
La inclusión de este tratamiento en la cartera común de prestaciones es una vieja reivindicación de los colectivos de afectados. Según informa el periodista de El País y experto en el tema Emilio de Benito, ya en 2006 la Fundación Formación e Información sobre Tratamientos (FIT) para el VIH organizó un grupo de trabajo para definir los criterios de inclusión de los pacientes en los ensayos. A partir de esa fecha, varias comunidades empezaron a ofrecer esta posibilidad de tratamiento en casos puntuales, como Madrid, País Vasco o la propia Andalucía. De hecho, el anterior ministro de Sanidad, Bernat Soria, se comprometió a que dicho tratamiento fuera incluído en la cartera común de prestaciones, compromiso que finalmente quedó diluido y al arbitrio de lo que cada comunidad decidiera. Ahora parece que por fin el Ministerio agarra el toro por los cuernos…