Apichatpong Weerasethakul

Apichatpong Weerasethakul, (conocido entre sus admiradores como “Joe”, por motivos obvios) es un director de cine tailandés nacido en Bangkok en 1970 y popular por estos lares gracias a su película Tropical Malady, que ha sido elegida por la prestigiosa Cahiers du cinéma como la tercera mejor película de la década. Alguno la recordareis por ser uno de esos coñazos monumentales que algún novio gafapasta os obligó a ver treinta y dos veces antes de que os lo llevarais a la cama.

Olvidaos del novio, olvidaos del cine tal y como lo habéis conocido hasta ahora: recuperad la inocencia del ojo, imaginad que sois ciegos y despertáis a un mundo en el que los objetos no significan nada, en la que sólo veis manchas y colores, imaginad que no veis el objeto sino lo que hay entre el objeto y vosotros, que las películas no tienen mensajes ocultos ni pretenden querer decir algo: imaginad un cine que no está hecho para ser entendido sino para ser percibido, para ser sentido. ¿Acaso hay algo más abstracto que la música y sin embargo nos llega directa al corazón? ¿no hemos aprendido a disfrutar de Paul Klee y llenamos los museos de arte contemporáneo como rebaños babeantes? ¿tan difícil es entender que el cine de nuestro amigo Joe discurre por terrenos sensoriales y abstractos y que utiliza nuestros sentidos (todos) para dispararnos al corazón? ¿tan post-moderno es que una película sea como una fuga de Bach y divague y se multiplique y se bifurque y repita a sí misma en cada trozo como un conjunto fractal? ¿es que el cine tiene que ser siempre narrativo? ¿y si la película es una experiencia sensorial que remite al arte puro, al arte por el arte?

A lo mejor es que estamos perdidos en películas y series de televisión con tramas tan complejas que cuando nos encontramos con historias que hablan de leyendas folklóricas, de mitos antiguos, casi prehistóricos, en los que sólo importa la caza, el sexo o la naturaleza, entonces ya no entendemos nada. ¿Tantas neuronas consumen las palomitas? ¿Sería la segunda mitad de Tropical Malady la película que filmaría un Neandertal si le dejáramos una cámara?

Sueños, naturaleza, homosexualidad, recuerdos, símbolos, personajes que se transforman unos en otros a través de las películas, o desaparecen (¿alguien se acuerda de Antonioni?), o se convierten en tigres, monos que parlotean con subtítulos, actores que miran a la cámara, técnicas narrativas poco convencionales (a algunos, la división en dos partes de sus películas – fractura argumental, le llaman – y la inclusión de los títulos de crédito a mitad del film les parece una herejía): quizá todo es producto de los estudios de arquitectura de Joe, de las relaciones que se establecen entre el tiempo, las formas y el espacio.

Blissfully Yours es una película sobre sus convicciones acerca de lo que significa rodar una película. También dividida en dos partes, con los títulos de crédito en el medio y una segunda parte selvática (y erótica). The Adventure of Iron Pussy sobre un agente secreto travesti que ha visto demasiadas películas de Sara Montiel. Tropical Malady trata acerca de su vida, su homosexualidad (no vamos a hablar más de ella, que no quiero obsesionarme). Syndromes and a Century sobre sus padres, médicos ambos, con una de las escenas homoeróticas más bonitas que uno recuerda: un dentista cantándole al oído a un monje mientras le hace unos empastes.

Un hombre tiene que ser un hombre de su tiempo. A ver cómo le cuentas a tus hijos y nietos que mientras el cine del siglo XXI estallaba delante de tus ojos tú te dedicabas a ver Pocahontas en 3D. Parafraseando al propio Apichatpong que se enfrentaba a los críticos con esta exclamación hace casi ocho años: ¡Vamos, que estamos en 2010!

Abre tu cuarto ojo y disfruta.

Filmografía (largometrajes):

Mysterious Object at Noon (2000)
Blissfully Yours (2002)
The Adventure of Iron Pussy, co-director (2003)
Tropical Malady (2004)
Syndromes and a Century (2006)

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