Fundamentalistas islámicos obligan a cancelar una reunión de ILGA en Indonesia ante la indiferencia de las autoridades

Alrededor de un centenar de fundamentalistas islámicos ocuparon el pasado viernes el Hotel Oval de Surabaya (Indonesia), donde se celebraba una reunión de la división asiática de la ILGA (International Lesbian and Gay Association) obligando, bajo amenaza, a su cancelación.

Los fundamentalistas se dirigieron hacia el lugar tras la finalización de la oración matutina en las mezquitas. El ataque habría sido organizado conjuntamente por la organización fundamentalista Frente de Defensa del Islam (FPI), conocida por su actitudes violentas, y el Consejo Indonesio de Ulemas, una agrupación de clérigos musulmanes.

Los organizadores de la reunión ya venían enfrentándose a dificultades desde días antes, cuando los medios de comunicación locales le dedicaron titulares sensacionalistas, desencadenado la reacción fundamentalista. El Hotel Mercure, perteneciente a la cadena francesa Accor, que inicialmente iba a acoger la reunión, decidió cancelarla y anular las reservas. Los organizadores pudieron trasladar la reunión al Hotel Oval, propiedad de la compañía indonesia PT Surya Karang Indah, pero tras la ocupación la dirección del hotel cedió por completo a las amenazas islamistas.

Según cuenta Renato Sabbadini, co-secretario general de ILGA, se llegó a proporcionar a los islamistas un listado completo de los asistentes, de forma que piso por piso los atacantes pudieron comprobar esas misma tarde que habían desalojado las habitaciones. De hecho, según Sabbadini, los líderes fundamentalistas recibieron un trato exquisito por parte tanto de la Policía como de la dirección del hotel. «El imperio de la ley quedó suspendido tras la ocupación de los islamistas. Tanto la Policía como la dirección del hotel cedieron por completo a sus demandas», ha expresado.

King Oey, representante del colectivo LGTB indonesio GAYa Nusantara, ha expresado que lo sucedido es, desgraciadamente, una muestra más del clima de homofobia al que deben enfrentarse a diario en Indonesia, y especialmente en Java oriental.

Formalmente, la homosexualidad no es delito en Indonesia, el país con mayor número de fieles musulmanes del mundo, excepción hecha de la provincia autónoma de Aceh, un territorio en el que rige oficialmente la sharia o ley coránica desde 2005, tras el acuerdo de paz firmado con los separatistas. Sin embargo, la homofobia social, atizada desde los sectores religiosos, es intensa.