La iglesia de Escocia podría aprovechar que los homosexuales británicos no pueden contraer matrimonio para bloquear su ordenación
La iglesia de Escocia se plantea prohibir expresamente la ordenación de pastores que mantengan relaciones sexuales «fuera del matrimonio». La medida sería en realidad una estratagema para impedir la ordenación de pastores homosexuales, dado que en el Reino Unido las parejas del mismo sexo no pueden acceder a la institución del matrimonio y deben conformarse con una figura jurídica específica, el Civil Partnership.
La ordenación de pastores homosexuales mantiene fuertemente dividida a la iglesia de Escocia desde que el pasado año fuera ordenado Scott Rennie -abiertamente gay y que mantiene una relación estable- como pastor de una parroquia en Aberdeen. Con posterioridad a la ordenación de Rennie, el sector conservador consiguió imponer una moratoria de dos años bajo amenaza de ruptura. Una moratoria que, como informamos en septiembre, fue parcialmente desafiada por el Presbiterio de Hamilton al proponer a otro gay unido civilmente como candidato a formarse como pastor (periodo de formación que dura aproximadamente cuatro años). La moratoria concluye en 2011, fecha en la cual la iglesia debe haber llegado a algún tipo de acuerdo sobre el tema.
En realidad, la legislación británica ya permite a iglesias y organizaciones religiosas discriminar a sus trabajadores en función de su orientación sexual o identidad de género. Sin embargo, si la estratagema ideada por los sectores conservadores de la iglesia de Escocia sale adelante, ni siquiera sería necesario acogerse a dicha prerrogativa, dado que al no poder contraer matrimonio de facto, los homosexuales se verían obligados a renunciar a la vida en pareja y ser célibes si desean ser pastores.
La iglesia de Escocia es una iglesia presbiteriana (carece de obispos) y constituye la confesión religiosa mayoritaria en ese país, integrado en el Reino Unido.