El Supremo de EE.UU. niega amparo a los Boy Scouts, a los que por ser organización religiosa se les impide la cesión de instalaciones públicas
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha negado el amparo a los Boy Scouts, que habían recurrido la decisión de un juez federal de California que impedía a la ciudad de San Diego cederles en alquiler unas instalaciones por tratarse de una organización religiosa.
El pleito arranca en el año 2000, cuando la organización de derechos civiles American Civil Liberties Union (ACLU)demandó a la ciudad de San Diego y a los Boy Scouts en nombre de dos parejas con hijos, una de lesbianas y otra simplemente agnóstica. San Diego pretendía extender la cesión de unas instalaciones -que en condiciones de alquiler muy favorables los Boy Scouts habían disfrutado durante 50 años- durante otros 25 años más.
Un juez federal de California dio la razón a los demandantes en 2003, al considerar que el acuerdo violaba la legislación federal, que prohíbe la promoción de la religión por el estado.
Los Boy Scouts habían apelado al Supremo, argumentando que, aunque sus miembros deben jurar respeto a Dios, no son una organización de carácter teológico. El grupo recibió en su momento el apoyo explícito de la administración Bush. Ahora el Supremo ha rechazado la toma en consideración de la apelación, de forma que la decisión del juez de California es firme.