Acuerdo entre la Casa Blanca y los legisladores demócratas para la derogación del «Don’t ask, don’t tell»

Lo adelantábamos ayer a última hora, y hoy se ha confirmado: los legisladores demócratas y la Casa Blanca han alcanzado un principio de acuerdo para votar en los próximos días la derogación del “Don’t ask, don’t tell”. El pacto retrasaría la entrada en vigor de la reforma hasta diciembre, periodo durante el cual el Pentágono desarrollaría la estrategia de implementación.

El visto bueno presidencial -confirmado por escrito en un documento enviado por el director de la oficina presupuestaria de la Casa Blanca a los legisladores- supone cumplir el compromiso de Barack Obama, reiterado en el discurso del estado de la Unión de febrero, de acelerar la derogación de la ley que impide a gays y lesbianas servir abiertamente en el Ejército al tiempo que retrasa su entrada en vigor después de las elecciones de noviembre (en las que se renueva la Cámara de Representantes y un tercio del Senado).

Si todo se desarrolla según lo previsto, el Comité de asuntos militares del Senado, presidido por el demócrata Carl Levin, incluirá la propuesta de derogación en el paquete presupuestario de Defensa, mientras que Patrick J. Murphy y Joseph Lieberman liderarían la iniciativa en Cámara de Representantes y Senado, respectivamente. Al incluirse en el paquete presupuestario la medida no necesitaría alcanzar la mayoría cualificada del Senado (de la cual los demócratas están a un voto).

Pese a que el acuerdo contaría con el visto bueno del secretario de Defensa, Robert Gates, algunos legisladores verían con buenos ojos una declaración explícita por su parte para evitar sorpresas en un tema que parece incomodar a muchos candidatos demócratas. Tampoco es descartable que la medida cuente con algún apoyo republicano puntual.

Joe Solmonese, presidente de Human Rights Campaign, organización de defensa de los derechos civiles LGTB próxima al Presidente Obama, se ha mostrado muy satisfecho con el acuerdo.