Elecciones presidenciales Colombia 2010: Gustavo Petro y sus políticas en materia LGTB

Continuamos hoy con la serie de entradas dedicada a las respuestas dadas por algunos de los candidatos en las elecciones presidenciales de Colombia -cuya primera vuelta se celebra este domingo- a un sencillo cuestionario elaborado por la ONG Colombia Diversa.

Estas fueron las respuestas dadas por Gustavo Petro, candidato a la presidencia por el Polo Democrático Alternativo:

1. ¿Qué harían, en caso de llegar a la Presidencia de la República, con los obstáculos señalados que impiden la implementación de los derechos de las parejas del mismo sexo en Colombia?

Los avances en términos de parejas en Colombia son enormes. Hoy son casi comparables con los derechos de las parejas heterosexuales. Ninguna entidad, ni de carácter público o privado, puede imponer más requisitos, trámites o poner cualquier tipo de barrera a éstos que los mismos de las parejas heterosexuales.

En mi gobierno promoveré una iniciativa legislativa, similar al estatuto antidiscriminación del cual ya fui ponente en el pasado, que será un mensaje contra toda forma de discriminación. Se sancionará a cualquiera que promueva la discriminación o discrimine a un individuo o a grupo de personas por motivo de su orientación sexual o por cualquier razón referida a su identidad de género, raza, sexo, religión, etnia, edad, estado de discapacidad, condición de paciente de alto costo, entre otras. Contará con agravantes cuando se trate de funcionarios públicos o prestadores de servicios públicos, personas que detenten autoridad frente a las personas discriminadas o cuando las víctimas sean niñas o niños.

En este marco quien intente impedir el pleno goce o disfrute de los derechos a una persona, por el hecho de hacer parte de una pareja del mismo sexo, podrá acarrear algún tipo de sanción desde social, pedagógica, de trabajo comunitario para el grupo ofendido o incluso pecuniarias y dependiendo de la gravedad prohibitivas de las funciones públicas o privativas de la libertad. Pero mi gobierno pondrá el acento principalmente en la prevención de la discriminación, por medio del cambio de imaginarios, la pedagogía ciudadana y la promoción de buenas prácticas de convivencia en las ciudades y campos, la discriminación positiva, etc. En este sentido nadie podrá tampoco promover el odio contra un grupo vulnerable. Interpretaremos sexo en el sentido de orientación sexual tal y como lo sugiere Naciones Unidas, lo que extenderá la protección consagrada en múltiples tratados internacionales de derechos humanos suscritos por Colombia a las personas LGBT.

2. Si usted es elegido presidente/a, ¿cuál es su propuesta concreta para superar, en la sociedad colombiana, la violencia y la discriminación contra lesbianas, gay, bisexuales y transgeneristas?

El Polo cuenta con toda la experiencia de nuestros dos gobiernos de Bogotá en este sentido. Impulsaré una política pública para la plena garantía de los derechos de las personas LGBT, como la que hoy es acuerdo del Distrito con el voto positivo de toda la bancada y autoría de mi partido, ajustándola de manera consensual con otros grupos, organizaciones del sector, representantes políticos, comerciantes y tomando en cuenta a las personas no organizadas de este grupo poblacional. De esta manera, además de sancionar la discriminación, se establecerán acciones y políticas de discriminación positivas que compensen el estado de vulneración histórica de las personas LGBT, en especial en áreas como la educación, la seguridad, la salud y el empleo.

En este último, se adoptará un sistema de empleo directo cuando la visibilidad esté siendo un obstáculo para acceder a este derecho como el caso de muchas transgeneristas. Pero sobre todo empoderaremos a las personas LGBT para que puedan acceder a estos derechos. Se hará un gran énfasis en el aspecto del derecho a la seguridad humana con enfoque diferencial para esta y otras poblaciones que lo requieren a fin de prevenir y castigar las violencias que se ensañan de forma específica ya sea desde la familia y el crimen común hasta el crimen organizado y los crímenes de odio. Es perentorio iniciar un proceso de democratización de las fuerzas armadas, en su proceso de reclutamiento y en los contenidos de la formación militar, para que puedan ingresar personas LGBT.

Se fortalecerán las organizaciones del sector LGBT ayudando a que se dé una corresponsabilidad social con ellas para superar la discriminación y la vulneración de derechos. El Estado debe empezar reconociendo la importancia de la labor de los voluntarios, como una fuerza de cohesión social, prestadora de unos servicios con entrega y calidad excepcional de funciones que de otra manera estarían totalmente desprovistas por las instituciones. Se contará con mejores y más estudios sociales, que provean de información de calidad tanto cuantitativa como cualitativa, del estado económico, educativo, de empleo, de acceso a todos los servicios públicos, y de las violencias, para afinar el diseño de políticas públicas en relación con la población LGBT. En esta tarea involucraremos a las agencias generadoras de información del como el DANE y Medicina Legal, entre otros.

3. Si usted es elegido presidente/a, ¿apoyaría y sancionaría una ley que reconozca el matrimonio civil para parejas del mismo sexo?

Si. No hay ninguna razón para desconocer iguales derechos de las familias no heteronormativas y mucho menos para que mi gobierno, de izquierda democrática, respetuosa de las demás ramas del poder público, niegue una iniciativa parlamentaria tan positiva para la equidad como ésta.

Cabe recordar que mi propuesta central se basa en la equidad y a través de ésta concibo el reconocimiento y promoción de nuestra diversidad..

4. Si usted es elegido presidente/a, ¿apoyaría y sancionaría una ley que reconozca la adopción conjunta por parte de parejas del mismo sexo?

Ninguna prueba o evidencia de las ciencias sociales o médicas haría pensar que una pareja del mismo sexo no pueda proveer del suficiente amor, cuidado y educación a un menor.

Por lo tanto solo debería depender del estado y ajuste psicológico y posibilidades económicas de estas parejas en los mismo términos de las demás familias.

Si hay una ley la sancionaría entendiendo que este tema requiere de un importante consenso social y político previo y si pasa la mayoría del congreso habrá significado que seguramente este requisito ya es un hecho.

Teniendo claros los términos de referencia de acción frente a la correcta valoración y garantía de los derechos constitucionales para la comunidad LGBT, se empezarán a tratar temas de coyuntura política y social, poniéndolos no como materia mediática, sino como temáticas de un interés y responsabilidad pública y gubernamental, que lleven a la vigilancia, debate y puesta en marcha de procesos adecuados y legales para el trabajo presencial, inmediato y a futuro de los mismos.

De esta manera, en materia de adopción, el interés principal del Gobierno Nacional debe encaminarse en primer lugar y sin perder el objetivo en salvaguardar los derechos y los mejores intereses de los y las menores. Para ello, se formalizará una línea de trabajo que lleve a demostrar por medio de argumentos la pertinencia de la aprobación de dicho concepto para nuestra población, no solo como un derecho fundamental, sino como un paso inigualable en la concepción social y democrática de la equidad, para ello dicho proceso estará basado en el consenso académico y médico en esta materia, y como se ha dicho en el acápite anterior, el gobierno buscará apoyar el debate a favor de la adopción conjunta por parte de parejas del mismo sexo, impulsando una comisión integrada por especialistas y académicos en ciencias sociales y ciencias biológicas y médicas, encargada de determinar la viabilidad y el beneficio social para el menor de permitirse la adopción por parte de parejas LGBT.

Siguiendo, reconocemos además que este no es un fenómeno nuevo, y que ya hay familias homo parentales constituidas, donde la ausencia de regulación en esta materia puede terminar vulnerando los derechos de los menores. Concluyendo, se trabajará en relación con uuna reforma que apoye los derechos de adopción de las parejas del mismo sexo, que debe contemplar una modificación legal a los requisitos para adoptar del Artículo 68 del Código del Menor (ley 1098 de 2006). Recordando y retomando que en la Corte Constitucional actualmente cursa una demanda contra esa norma (R-8080), y la campaña Mockus-Fajardo apoya una decisión favorable a la reforma de la ley.