Varsovia ha acogido el primer Europride en Europa del Este
Entre 8000 y 15000 personas según fuentes policiales participaron en la mayor marcha del Orgullo LGTB hasta la fecha en Varsovia, en una cita histórica que, salvo algunos incidentes, transcurrió con normalidad. La manifestación fue encabezada por una enorme pancarta con el texto «Exigimos una ley de uniones civiles», aunque los participantes reconocen que tal avance legal no está aún a la vista, en un país donde la homosexualidad es todavía un tabú y muy pocos la viven con visibilidad.
En efecto, las encuestas muestran que el 80% de los polacos se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo, un 93% opina que no se debería permitir adoptar niños a las parejas homosexuales, y dos de cada tres se oponen incluso a manifestaciones LGTB como la del sábado. En palabaras de Jacek Adler, activista y editor de la paǵina www.gaylife.pl, «esperamos abrir un debate sobre el tema de proporcionar un estatus legal a las parejas de gays y lesbianas, pero no pensamos que un avance así vaya a producirse en poco tiempo».
La primera marcha del Europride celebrada en un país del antiguo bloque soviético del Este de Europa, la de este sábado ha sido una cita más discreta que sus anteriores ediciones en Europa occidental, tanto en número de asistentes como en su actitud (recordemos por ejemplo la de Madrid en 2007). Se trata en cualquier caso de un evento de profundo significado histórico, en un país en pleno -aunque tímido- cambio de actitudes hacia las minorías sexuales. La decisión de acoger el Europride en Varsovia no fue especialmente bienvenida en Polonia: «Comenzamos a trabajar ya en 2005 [para algún día organizar algo así], contra todo pronóstico y en medio de una atmósfera muy contraria hacia los derechos LGTB», declaró Adam Biskupiak de la Fundación Igualdad, un colectivo polaco que organizó la manifestación. «No hubo desnudez ni comportamientos obscenos, la gente se lo pasó muy bien. Hubo once carrozas […] y aunque la asistencia no fue tan alta como [las 20000 personas que] habíamos esperado, pensamos que fue un éxito teniendo en cuenta que esto es Polonia».
Efectivamente, los organizadores no han tenido ningún tipo de apoyo, simbólico o económico, por parte de las autoridades locales. El difunto presidente conservador Lech Kaczyński ya prohibió tales manifestaciones en 2005, cuando era alcalde de Varsovia (prohibición anulada en 2007 por la Corte Europea de los Derechos Humanos) y este año las autoridades de la ciudad han recibido 50000 firmas solicitando la prohibición de la manifestación. La reciente derrota del antiguo primer ministro y ultraconservador Jarosław Kaczyński a manos del centro-derecha ha facilitado probablemente la celebración del Europride, pero las declaraciones homófobas por parte de políticos o líderes religiosos siguen estando a la orden del día.
La marcha también atrajo a numerosos activistas extranjeros, que quisieron solidarizarse con los LGTB polacos, y se desarrolló bajo la vigilancia de 2000 policías, parte de ellos antidisturbios: ocho individuos fueron detenidos por intentar bloquear la manifestación insultando y lanzando huevos y botellas a los participantes, y grupos católicos repartieron folletos con una imagen de Jesucristo diciendo «no he venido a condenar sino a redimir». También celebraron vigilias de oración con el propósito de «salvar» a los participantes en la marcha.
Confío (espero no equivocarme) en que después de esta multitudinaria manifestación el sentido escéptico de por lo menos algún sector de la sociedad polaca (especialmente la que no está tan ligada al integrismo religioso, especialmente el católico) pueda por fin «activarse» y que comiencen a darse cuenta de que, en efecto, su país no cayó en un «colapso moral» por las expresiones lgbt, como siempre les han de andar diciendo en la iglesia (se dice que Polonia es tan ultracarcatólico que incluso las iglesias están llenas los días entre semana; brrrrrrr….)
Paso a pasito!
Es algo evidente. A mas religión, mas intolerancia.
A medida que la religión se diluye, se sincretiza con otras creencias y la gente simplemente se aleja de la ortodoxia para hacerse su religion a medida, la cosa ya mejora mucho, como por ejemplo se evidencia en españa.
Si el 70% mas o menos que dice ser católico en este país, lo fuera de verdad, con todas sus consecuencias, aquí no estariamos mejor que en Polonia.
Me parece genial que lo hayan podido celebrar, la cuestion es si alguien los tomara en serio ¿alguien tomaria en serio un circo? Por que no se mifestaran como gente normal y corriente como son, demostrando que son tan normales o mas que cualquier otro y dejandose de chorradas y disfraces. En fin…
No se vince, ¿tal vez porque no les da la gana?.
¿Puedes explicarme por que tenemos que cambiar nosotros para agradar a los demás?.
Nadie ha dicho que nosotros tengamos que cambiar para agradar a los demas, ¿acaso ves diariamente a algun homosexual o heterosexual disfrazado o en tanga por la calle? Yo no. Los que cambian son algunos homosexuales el dia del orgullo y me parece que es un gran error mezclar una fiesta con una reivindicacion, mas que nada porque nadie te tomara en serio.
Las mujeres cuando se lanzaron a la calle a luchar por sus derechos, ¿les hizo falta montar un carnaval, ir en pelotas por las calles o disfrazarse?
Otra vez la burra al trigo con lo de criticar las expresiones lgbt que no nos gustan.
Si a los gays que quieren verse como lo que ellos denominan «gente normal» les molesta que otros hagan SÁTIRA de la homofobia social vistiéndose precisamente UN DÍA AL AÑO de lo que los homófobos detestan o más crítican ¿por qué no salen y se visibilizan? Además, ni que todo en las manifestaciones lgbt fuera pura «chorrada» y «disfraz»…
Si el 93% de la población está en contra de la adopción, significa que hay un porcentaje de población gay que tiene prejuicios contra sí mismos.
Es muy triste lo que la religión es capaz de hacerle al ser humano.
Vince, muchas mujeres lucharon por poder ponerse pantalones, una prenda reservada a los hombres o, como mucho, a pasatiempos como montar a caballo o pasear en bicicleta. ¿Acaso lo olvidas?