Jacobo Piñeiro pide «perdón» al final de un juicio en el que las forenses han desmontado punto por punto su versión
Jacobo Piñeiro, auto confeso de la muerte de Isaac Pérez y Julio Anderson, dos muchachos gays, ha «pedido perdón» este miércoles en la última sesión del juicio que se sigue contra él en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra (con sede en Vigo) y ha argumentado que actuó estando «muy asustado». Algo que parecen contradecir las forenses, para las cuales el crimen fue cometido de forma planificada.
Piñeiro ha hecho uso de su derecho a la última palabra para reiterar que acuchilló a Isaac Pérez y a Julio Anderson «por miedo». Además, pidió «perdón» a su familia y a Marta Pérez, la madre de Isaac, aunque reconoció que «eso no soluciona nada».
Mientras que la Fiscalía y la acusación particular mantuvieron sus conclusiones y advirtieron de lo falso de la versión del acusado, su abogado defensor ha pedido al jurado que valore el hecho de que Jacobo no huyó cuando quedó en libertad y que se ha vuelto a sentar en el banquillo para «asumir su responsabilidad». También ha hecho referencia a un supuesto «juicio paralelo» al que habría sido sometido su cliente, alegando además que ya ha pasado cuatro años en prisión.
Las forenses lo tienen claro
La declaración de las dos forenses que realizaron las autopsias desbarató la versión de Piñeiro, articulada a partir de un supuesto enfrentamiento con Julio en el que asegura además haberse cortado la mano al intentar arrebatarle el cuchillo con el que le amenazaba. Las especialistas consideran que, dados el ensañamiento y la fuerza con los que Piñeiro asestó las 57 puñaladas, es más probable que las lesiones se las produjera al final, al cortarse intentando sacar el arma de los cuerpos.
Las forenses descartaron que el asesino se dejara llevar por la ofuscación, dado que la secuencia del desarrollo de los crímenes evidencia que siguió una conducta «elaborada, planificada, y con un fin». También desmontaron la eximente de haber actuado bajo los efectos de la cocaína y el alcohol al constatar que la muerte se produjo entre las cuatro y cinco de la madrugada, la misma hora en que los vecinos aseguran haber escuchado los golpes, ya que según la propia versión del acusado dejó de beber y drogarse a las doce de la noche.
Las médicos no descartaron que Piñeiro atacara por sorpresa a Julio, cuyo cuerpo no presentaba heridas defensivas. Según explicaron al jurado, el acusado infligió las heridas en varios momentos diferentes y con dos cuchillos distintos (uno de al menos 7 centímetros de ancho, con el que asestó 22 puñaladas a Julio, y otro de 13 centímetros de longitud y dos de ancho, que usó para dar 35 cuchilladas a Isaac), propiciando a las víctimas una agonía de hasta 15 minutos. Arrastró el cuerpo de Julio desde su dormitorio (donde se produjo la primer agresión) al salón, acuchilló a Isaac en su dormitorio (no hay pruebas de que éste saliera de él); se duchó, metió varias cosas en una maleta y prendió cinco focos de fuego, dos de ellos en los cadáveres, antes de abandonar el piso.
Perdon? Si quieres de verdad pedir perdon, miserable, comienza por reconocer que les mataste por que te entro la angustia de saberte tan homosexual como ellos y, no pudiendo soportarlo, les acuchillaste hasta la muerte para negar lo que eres con cada puñalada, dejando dolor y sufrimiento hasta hoy dia. Y hoy dia sigues manteniendo que te intentaron violar, maldito cabron, para aprovecharte de la homofobia social para librarte de la carcel.
Si sales libre, les habras matado dos veces, una a puñaladas y otra con la homofobia.
Ojala te pudras en la carcel y fuera de ellas, basura. Que tu nombre sea un insulto y escupan a tu paso, Jacobo Piñeiro
El perdón, estimado asesino, es una opción religiosa. En la justicia sólo cabe absolución o condena. Y tú eres un asesino que debes cumplir tu condena en la cárcel. Ojalá se haga justicia y sea ejemplarizante para que todos los homófobos se piensen lo que van a hacer antes de matar, agredir o insultar a alguien por su orientación sexual. ¡Asesino!
De no ser por la gran homofobia social, este hombre debería estar ya en la cárcel y condenado desde hace mucho tiempo.
Me da vergüenza y asco ver como esto ha pasado en mi propia ciudad. No lo entiendo. Y no creo que haya mucha homofobia, yo me he paseado con mi novia por la calle sin cortarme y en pubs y discotecas y nunca he tenido problema.
Ojala se pudra en la cárcel. Gente como este tío hace que pierda todo tipo de esperanza en el ser humano
A mí me da asco verle la cara a este tipo y me da vergüenza que en ningún medio de comunicación, al menos TVE que es el que veo, haya hecho referencia a la homofobia que envolvió la decisión del jurado en el juicio en el que se le absolvió de un crimen tan salvaje, sádico y totalmente premeditado a este psicópata de lágrimas de cocodrilo.
Este es un ejemplo muy triste de las consecuencias trágicas que puede conllevar el reprimirse a sí mismo, odiar y negar lo que uno es.
Jacobo Piñeiro, eres homosexual, lo cual es muy respetable a pesar de lo mucho que te avergüenzas de ello.
Y eres un asesino, un asesino de dos personas inocentes, de lo cual nos avergonzamos el resto de la sociedad, porque eso sí es un motivo real para avergonzarse, atontado, y eso es lo único que nos inspiras a los demás; vergüenza.
Me acabo de enterar de que ya lo han declarado culpable en el nuevo juicio celebrado hoy. AL FIN HAY JUSTICIA EN ESTE PAÍS PARA CON LOS HOMOSEXUALES.
Inaudito, lo condenan a 60 años de cárcel y sale por su propio pie de los juzgados encarándose con los cámaras de televisión. Alguién puede decirme si lo comprende por lo que soy yo, me quedo boquiabierto.
Yo también me he quedado sorprendida. ¿No hay riesgo de fuga? cuando se dicta sentencia normalmente se lleva a la persona a la cárcel ¿no? y este encima de chulito con la prensa. Vaya elemento y que vergüenza.
Al parecer no puede ser trasladado a prisión hasta que exista una sentencia firme por haber agotado el tiempo máximo de prisión preventiva.
Que tenia «miedo insuperable a ser violado».
La pena, es que estamos en España. Por que, de estar en algun otro pais menos civilizado, durante tu larga estancia entre rejas, acabarias por acostumbrarte a ese miedo insuperable,hasta el punto de que te gustase, más de lo que seguramente ya te gusta, pero no puedes admitir, debido a tus controversias internas, que te alejan de la raza humana, ni te imaginas cuanto.
Que tenia «miedo insuperable a ser violado». Y la solución la encuentras en el filo de dos cuchillos.
Te condenaran a la máxima pena, seguro. Pero eso no será suficiente. Espero que cuando salgas, viejo, lento y arrugado, la gente te recuerde para que asi puedan señalarte con el dedo, tus amigos ya no lo sean, tu familia te repudie y estes sólo. Y vivas algunos años más sólo. Y mueras sólo.
Y entonces, solo entonces, habras sufrido una pequeña parte de lo que los familiares de Julio e Isaac, amigos y por supuesto ellos mismos, han sufrido.
Espero que no tengas el valor de suicidarte en la carcel, para que cada minuto que pases en ella, puedas sufrir, pensando en lo que todavia te queda por sufrir, y lo que vendrá cuando salgas dentro de tantos años.
Y como decia alguien, lamento sinceramente compartir contigo la condición de ser humano.