Asesinato de un activista gay en Jamaica
Un activista gay de 26 años fue apuñalado hasta la muerte el pasado viernes en Kingston (Jamaica). Aunque todavía se desconocen las circunstancias del crimen, bien podría tratarse de un nuevo asesinato homófobo, dado que el joven había recibido amenazas en ese sentido. Jamaica es, no lo olvidemos, una de las sociedades más homófobas del mundo.
Las amenazas al joven (cuyo nombre no se ha hecho público por el momento, dado que su familia no ha podido ser informada de su muerte) han sido confirmadas por el colectivo J-FLAG (Jamaica Forum for Lesbians, All-sexuals and Gays). Dane Lewis, su director, ha revelado que aunque el joven asesinado no era miembro del colectivo sí les había contado semanas atrás que su vida corría peligro. J-FLAG mantiene en secreto la identidad de sus miembros debido al elevado riesgo que supone ser abiertamente homosexual en Jamaica.
Al parecer, el asesinato no habría sido recogido por ninguno de los dos periódicos más importantes de Kingston, que en línea con la homofobia rampante de la sociedad jamaicana suelen evitar referencias a la persecución que sufren las personas homosexuales en el país caribeño.
Jamaica es bien conocido por ser uno de los países del mundo en los que la homofobia social es más fuerte. Las relaciones sexuales entre hombres están castigadas con penas de hasta 10 años de cárcel. El acoso, el maltrato e incluso el asesinato de personas homosexuales están a la orden del día. Pese a todo, cuenta con valientes activistas LGTB que se juegan cada día su vida. El pasado abril recogíamos, por ejemplo, la celebración de la que fue primera marcha a favor de la tolerancia y el respeto a las personas homosexuales y que viven con el VIH, en la que participaron un centenar de personas.
Pobre chico. Hay que tener los huevos muy bien puestos para ser activista en ese país. Reconozco que le tengo especial manía a Jamaica porque debajo de esa fachada ultra cool que tienen la mayoría de los turistas extranjeros sobre esa isla (porritos, playa, porritos y birrita antes de la playa) se esconde una de las sociedades más reaccionarias del mundo. Personas como este activista asesinado deberían ser nuestros heroes y no Lady Gaga