La justicia canadiense considera inconstitucional la «objeción de conciencia» ante el matrimonio entre personas del mismo sexo
La Corte de Apelaciones de Saskatchewan (en Canadá) ha determinado que negarse a celebrar bodas entre personas del mismo sexo alegando razones religiosas es inconstitucional. La decisión supone una importante victoria de los derechos LGTB en Canadá, un país que autorizó el matrimonio igualitario a nivel federal en 2005, aunque antes ya lo permitían varias de sus provincias.
La Corte de Apelaciones de Saskatchewan es la más alta instancia jurídica de esa provincia canadiense, cuyo Gobierno (de signo conservador) había propuesto la aprobación de una normativa que permitiera a los funcionarios que así lo solicitaran negarse a celebrar bodas civiles entre personas del mismo sexo alegando motivos religiosos. En concreto, el Gobierno de Saskatchewan había solicitado a la Corte que se pronunciara sobre la constitucionalidad de dos posibilidades: una, más «generosa», hubiera permitido a los cerca de 400 funcionarios potencialmente afectados por la medida negarse a celebrar bodas, mientras que la segunda hubiera limitado ese supuesto «derecho» solo a los funcionarios cuya anterioridad en el puesto fuera anterior a la entrada en vigor del matrimonio igualitario en Saskatchewan, allá por 2004. La Corte de Apelaciones, sin embargo, ha establecido que ambas posibilidades son inconstitucionales, argumentando que las convicciones religiosas de los funcionarios en ningún caso justifican que puedan decidir, en el ejercicio de sus obligaciones como tales, descriminar a gays y lesbianas. La Corte de Apelaciones ha recordado además que se está hablando, en todo caso, de celebrar bodas civiles, y no religiosas.
Los opuestos a los derechos LGTB habían argumentado que no existía discriminación, dado que si un funcionario se negaba la pareja sería remitida a otro que sí aceptara la celebración de su matrimonio. La Corte, sin embargo, ha desestimado dicho argumento, tanto por razones de forma (la propuesta no establecía un sistema que garantizara que en todos los casos y en todos los lugares las parejas del mismo sexo que quisieran celebrar su matrimonio hubiera un funcionario «no objetor» disponible) como de fondo. «No resulta difícil imaginar el daño que para una persona supone ser rechazada por un funcionario gubernamental por el hecho de ser negro, o asíatico, aunque se le diga que otro funcionario sí le atenderá«, llega a expresar uno de los jueces firmantes de la decisión, Robert Richards. «Decirle ‘no la voy a atender por ser gay o lesbiana’ no es un caso diferente«, añade.
El Gobierno de Saskatchewan puede apelar la decisión, aunque todo apunta a que no lo hará ante la rotundidad del pronunciamiento judicial.
Puedes consultar el pronunciamiento de la Corte de Apelaciones de Saskatchewan (en inglés, formato PDF), pinchando aquí.
Magnífica noticia. Ya está bien de que los fanáticos del amigo imaginario tengan derechos especiales por tener creencias mitológicas.
Si su trabajo entra en contradicción con sus creencias mágicas, que cambien de trabajo o de creencias.
Es que clama el cielo, porque a nadie se le obliga a ser funcionario del gobierno, pero si lo eres es obvio que no puedes discriminar a nadie. Que eso se pueda plantear seriamente en un tribunal de justicia ya me parece un retroceso.
Es buena la noticia, pero sería aún mejor si esta ley fuese a nivel federal y no de una sola provincia (nombre que reciben los estados federados en Canadá) pero como ya he dicho, algo es algo y puede que sirva de ejemplo para otras provincias candienses de mentalidad más progresista.