Dos reverendas episcopalianas, abiertamente lesbianas, contraen matrimonio en la catedral de Boston (Massachusetts)
Katherine Ragsdale y Mally Lloyd, dos reverendas episcopalianas, contrajeron matrimonio el pasado 1 de enero en la Catedral de San Pablo de Boston, en Massachusetts. El acto fue presidido por el obispo M. Thomas Shaw. Todo un hito que pone nuevamente de manifiesto la apertura hacia las personas LGTB de la iglesia episcopaliana, rama estadounidense de la comunión anglicana.
Massachusetts, en Nueva Inglaterra, fue el primer estado de Estados Unidos en permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, allá por 2004, por decisión de su Corte Suprema, una decisión que en ese estado cuenta con el respaldo mayoritario de su sociedad civil. El matrimonio de ambas religiosas cuenta, por ello, con validez civil. Y aunque la iglesia episcopaliana no ha dado todavía el paso de «celebrar» propiamente matrimonios religiosos entre personas del mismo sexo (como ha hecho, por ejemplo, la iglesia luterana sueca) sí que bendice los matrimonios (y otras uniones entre personas del mismo sexo) de sus fieles. También admite la ordenación de obispos y obispas abiertamente homosexuales. Dos decisiones tomadas en 2009 que por cierto sentaron muy mal a los sectores más conservadores del anglicanismo y mantienen a éste al borde del cisma.
Pinchando aquí puedes leer (en inglés) un emotivo artículo escrito por la propia Katherine Ragsdale en el que explica las razones que le han llevado no solo a contraer matrimonio, sino a celebrarlo públicamente mediante una gran ceremonia como un acto de afirmación política. «Lo personal es político», afirma…
¡Nuestras sinceras felicitaciones a las recién casadas!
Es loable que una mínima parte del cristianismo evolucione conforme a la sociedad. Sí señores, aplaudo que las iglesias Luteranas tengan el valor de hacer lo que ha hecho la sueca, aplaudo lo que hacen estos episcopalianos pese a la homofobia de muchos otros y a la compra de clero por la que pugna Ratzinger. Son estas confesiones cristianas las que derrumban todos los prejuicios y la basura en la que se cimentan las demás confesiones cristianas.
Es una pena que en el islam no haya ni una «confesión» evolucionada, el islam está mucho peor que el cristianismo.