Concluye Zinegoak 2011, festival internacional de cine gay-lesbo-trans de Bilbao
El domingo concluyó la 8ª edición de Zinegoak, que durante la pasada semana tuvo lugar en Bilbao. Una edición que ha superado de largo los 5.000 espectadores y que ha sido considerada todo un éxito por sus organizadores.
Por lo que se refiere a los galardones oficiales, la cinta alemana Sasha, de Dennis Todorović, y la israelí-germana I shot my love, de Tomer Haymann, han sido las galardonadas como mejor largometraje de ficción y mejor documental, respectivamente. Mención especial han obtenido Einayim Petukhoth de Haim Tabakman (Israel-Alemania-Francia), en la categoría de ficción, y Difficult Love, de Peter Goldsmid y Zanele Muholi (Sudáfrica), en la de documnetal. Esta última cinta ha recibido también el Premio Lesbianismo y Género.
El Premio al Mejor Cortometraje de Ficción o Documental (elegido por votación popular) ha sido para Elige siempre cara de Alfonso Cortés y Juanjo López (España).
Más información en la página oficial del festival, www.zinegoak.com
Declaraciones de Agustín Almodóvar y Esther García
El premio honorífico del festival fue para Agustín Almodóvar y Esther García, responsables de El Deseo, productora que se encuentra detrás de las películas de Pedro Almodóvar (entre otras). Ambos hicieron, por cierto, interesantes declaraciones en la rueda de prensa que concedieron previamente.
En opinión de Almodóvar y García, asistimos a una «involución» en la manera en que el cine se acerca a la homosexualidad, ya que se priman proyectos comerciales en los que los personajes homosexuales reciben «un tratamiento banal y, a veces, paródico». Los responsables de El Deseo, que recordaron que crearon su empresa para poder estrenar la mítica La ley del deseo (1987), que narra el obsesivo amor de un hombre hacia otro, creen que la cinta no sería hoy más fácil de hacer que entonces.
«Desde los ochenta no se ha vuelto a tocar el tema con la misma profundidad. Antes se trataba menos, pero ahora se hace de forma más frívola», declaró García.
¿Estáis de acuerdo? ¿Creéis que el cine de los ochenta trataba la homosexualidad con más profundidad que el cine actual? Esperamos vuestras opiniones…
Antes el 90% de las películas de temática ofrecían un retrato sórdido de la homosexualidad, Almodóvar precisamente solo mostraba personajes atormentados, vinculados con la droga, que habían sufrido abusos sexuales… ahora solo una pequeña parte de producciones muestra una realidad cercana mientras que el 90% de las películas muestran un estereotipo, con profesiones de poca monta, sin relevancia, no muy agraciados físicamente frente a los heterosexuales seductores y con grandes profesiones o aventuras. Cuánta mentira, el día que el heterosexual abra los ojos y vea la realidad…
Desde luego el cine de los ochenta, y especialmente el cine de Almodóvar, es extraordinario y sirvió para que la homosexualidad llegara al gran público desprovista de las estigmatizaciones con las que tradicionalmente se abordaba la cuestión en el cine o la literatura (cuando se abordaba, claro). Almodóvar y Boris Izaguirre son para mi claves para explicar la «normalización» de la homosexualidad en la sociedad española tras el final de la dictadura, algo que ha contribuido, y mucho, a que en este momento España sea un país líder en los avances legislativos, y también sociales, con respecto a los derechos LGBT.
Ahora bien, reconociendo que no soy cinéfilo, y no puedo presumir de los conocimientos que ellos tienen, discrepo con las declaraciones de Almodóvar y García sobre el cine actual, Brokeback Mountain o Milk son ejemplos de películas imposibles de imaginar en los 80, y que a mi me parecen muy buenas, y con una imagen de la homosexualidad que para nada se corresponde con la imagen que crean esas declaraciones sobre el tratamiento de la homosexualidad en el cine.
lol, el cine de Almodóvar hay que entenderlo en el contexto temporal y social en el que aparece, aún así la extridencias y las histerias afectan por igual a personajes homo, bisex, heteros o trans.
Pues yo adoro «La ley del deseo» como maravillosa ficción que es. Y por cómo habla de la creación del ser amado y de la frustración por la no correspondencia de esa creación interior con la realidad. Pero no podría ponerla como ejemplo de tratamiento de la homosexualidad o la transexualidad. Quizás simplemente porque no fuera su intención.
El personaje de Tina, por ejemplo, se transforma en mujer porque está enamorada de su padre, para que él la desee. Eso puede ser más o menos fascinante en una ficción, pero no tiene nada que ver en absoluto con lo que es la transexualidad. Una mujer transexual no es un homosexual que se pone tetas para atraer a los hombres. Y eso es lo que retrata la película, queramos o no. Y aún así, como personaje de ficción, Tina es una de las mayores creaciones de su autor. Y una de las más grandes interpretaciones que ha dado nuestro cine.
Lo mismo que «Entre tinieblas» no trata del sentimiento religioso, ni «Matador» del ambientillo taurino, ni «Mujeres al borde de un ataque de nervios» es un estudio del terrorismo islámico, ni el Bosé de «Tacones lejanos» un retrato fidedigno del mundillo judicial. Ni «¡Átame!» es una película sobre la heterosexualidad, a pesar de que el personaje que interpreta Antonio Banderas sea esencialmente el mismo de «La ley del deseo», con la orientación sexual cambiada.
Y no es que una obra no pueda terminar siendo algo que no pretendiera, pero no me parece este el caso. O quizás es que su mayor virtud sea, en que lo que a la homosexualidad se refiere, que se contemple como una película sobre el amor, la pasión y el deseo, nada más y nada menos. Exactamente como «¡Átame!».
En mi opinión el cine de Pedro Almodóvar siempre se ha etiquetado como «gay» de un modo completamente falaz. Creo que no hay una sola película de su filmografía en la que aborde abiertamente la problemática LGTB. Al contrario que muchas otras películas, en las que la homosexualidad o transexualidad de sus personajes ha de ser justificada de un modo u otro por el desarrollo de la trama, en el cine de Almodóvar la identidad sexual de éste o aquel personaje nada tienen que ver con el argumento de la película. Sus personajes son homosexuales, bisexuales o transexuales porque a él le da la gana, no derivándose de ello ningún elemento conflictivo que haga variar el sentido original de la narración. Es decir, sus historias funcionarían exactamente igual modificando la sexualidad de los personajes que las protagonizan. Ese es el verdadero paso al frente que ha hecho el cine de Almodóvar en la Historia del cine español. Desafortunadamente el público a veces no entiende demasiado bien este aspecto de sus historias y tiende a tergiversar o a hacer lecturas equivocadas de varias de sus películas. Recuerdo que hace ya unos años, cuando se estrenó «La mala educación», algunos espectadores la criticaban duramente por considerar que en ella Almodóvar sugería que los abusos sexuales en la infancia podían provocar trastornos que desembocaban en el travestismo o la transexualidad. El propio director aclaró que en ningún momento establecía esa relación en su película, que el protagonista habría sido transexual con abusos sexuales o sin ellos. Lamentablemente la mayoría de la gente sigue necesitando que el guión «justifique» el protagonismo de un personaje LGTB. Y si no encuentra esa justificación, se la inventa. El cine de Almodóvar nunca ha necesitado de excusas o coartadas (meter un personaje gay como contrapunto cómico o como premisa para desarrollar toda una historia acerca de la homofobia, la salida del armario, la aceptación de la propia sexualidad, etc…), siempre ha hecho lo que le ha dado la gana, y en ese sentido sí que considero que su manera de abordar la homosexualidad, la transexualidad o la bisexualidad, es diferente a la manera que tienen de abordarla la mayoría de las producciones audiovisuales. Principalmente porque él no las aborda. Simplemente las coloca ahí porque quiere, otorgándoles la misma dimensión y complejidad que tendrían de tratarse de historias protagonizadas por personajes heterosexuales. Y eso es mucho más de lo que un gran número de directores están dispuestos a hacer.