Guido Westerwelle, el ministro de Exteriores alemán abiertamente gay, renuncia al liderazgo de los liberales
Guido Westerwelle, vicecanciller y ministro de Asuntos Exteriores de Alemania –abiertamente gay- ha presentado su renuncia como presidente del Partido Liberal Alemán (FDP). Una renuncia que supone la primera consecuencia de la ola de resultados negativos que tanto su partido como, en menor medida, los cristiano-demócratas de la CDU de Angela Merkel vienen cosechando en los últimos procesos electorales.
Según el propio Westerwelle ha declarado, la renuncia al liderazgo de los liberales supondrá también su abandono de la vicecancillería, que sería asumida por el que sea elegido su sucesor al frente del partido. Westerwelle mantendría, eso sí, la cartera de Exteriores.
Los liberales, que liderados por Westerwelle consiguieron en 2009 el mejor resultado de su historia a nivel federal (casi el 15% de los votos) han sufrido después un enorme desgaste que les ha llevado, por mencionar solo las dos últimas elecciones (celebradas hace un par de semanas) a caer desde el 10’7% del voto (en 2006) hasta el 5’3% en las elecciones al Parlamento de Baden-Wurttemberg, o a caer por debajo del 5% en Renania-Palatinado, lo que les deja fuera del Parlamento en ese estado.
La enorme caída de los liberales ocurre en paralelo al más moderado desgaste de los cristiano-demócratas, que desde hace un año vienen cosechando importantes pérdidas, como el Gobierno de Renania del Norte-Westfalia, el de la ciudad-estado de Hamburgo o ahora el de Baden-Wurttemberg (que será el primer estado alemán presidido por un verde, aunque con apoyo socialdemócrata). Una situación que pone en dificultades a la coalición de Gobierno entre cristiano-demócratas y liberales que gobierna Alemania. Mientras tanto, socialdemócratas (SPD), verdes (die Grünen) e izquierda (die Linke, una formación que agrupa a los excomunistas y a un importante sector de socialdemócratas desencantados) se mantienen o crecen.
Un personaje controvertido desde el punto de vista LGTB
Westerwelle, si bien un ejemplo de visibilidad en lo tocante a su vida personal, es muy criticado por su falta de compromiso con cualquier iniciativa que promueva los derechos LGTB (su actitud propició incluso la campaña “Gays against Guido”). Su propia relación de pareja (con Michael Mronz) no ha estado exenta de críticas, centradas en el hecho de Mronz haya acompañado a Westerwelle en viajes oficiales de los cuales podría haber obtenido un provecho personal.
Pues que se vaya muy lejos, menudo bluf a acabado siendo este caballero para el avance de los derechos LGBT en su país, espero que el próximo líder de los liberales alemanes reconsidere las posturas de su partido en temas como la inclusión de nuestro colectivo de forma expresa entre los grupos protegidos por la costitución de ese país frente a la discriminación o el acceso al matrimonio para las parejas del mismo sexo.
Para el colectivo LGBT la gestión de Westerwelle ha sido especialmente negativa.
Menos mal que los tribunales de la Unión Europea van a empujar un poquito los derechos LGBT en esta país, donde el gobierno de Merkel y sus aliados liberales, se han convertido en un obstáculo insalvable para el avance de la igualdad de derechos de las parejas del mismo sexo:
http://www.bbc.co.uk/news/world-europe-13352986
La sentencia reconoce del derecho de un funcionario de Hamburgo, en unión registrada con otro hombre desde 2001, la misma pensión a la que tendría derecho de haber estado casado con una mujer.