Medellín, segunda ciudad de Colombia, aprueba política pública para la comunidad LGTB

El Concejo Municipal de Medellín, la segunda ciudad de Colombia, aprobó la politica pública para la comunidad LGTB que rechaza la discriminación, estipula recursos económicos para programas sociales y culturales e implica la creación de un centro comunitario en el que la comunidad podrá recibir asesoría psicológica y en materia de salud, similar a los ya existentes en Bogotá.

Por 16 votos en segundo debate fue aprobada la iniciativa del concejal Luis Bernardo Vélez, del movimiento ASI (Alianza Social Indígena). De esta manera, Medellín se convierte en la primera ciudad de Colombia con una política pública para la población LGTB. La iniciativa pretende que la administración municipal materialice programas dirigidos a la transformación de los imaginarios y las situaciones que generan discriminación y exclusión de personas pertenecientes a este colectivo, destinar recursos económicos para la ejecución de proyectos que logren el respeto de su dignidad y derechos y conseguir su participación en las instancias de decisión y seguimiento a la Política Pública.

El Proyecto de acuerdo además crea el Comité Municipal de la Diversidad Sexual e Identidad de Género, encargado de implementar el Plan Estratégico y el Plan Operativo de esta política pública, transversal a todas las dependencias del municipio, y deja en manos de un Consejo Consultivo el seguimiento al cumplimiento de lo dispuesto. Resulta significativo el hecho de que la diversidad sexual dejará ser tema exclusivo de la Secretaría de Cultura Ciudadana y de la de Salud, y se convertirá en un eje transversal del gobierno local. Se asegura de este modo que los proyectos dirigidos hacia esta comunidad no dependan de la voluntad del alcalde o el consejo de turno.

El Personero Jairo Herrán Vargas (una especie de Defensor de Pueblo a nivel municipal) aseguró que esto significa un gran avance para la ciudad que permite «ir superando situaciones de discriminación y exclusión y llegar a mejores niveles de equidad e igualdad entre las personas». Walter Bustamante, investigador de la Unidad Permanente de Derechos Humanos, consideró muy significativa la aprobación de este proyecto, «resultado del trabajo que por más de una década han hecho los activistas para reclamar el reconocimiento de sus derechos».

Para Manuel José Bermudez, uno de los líderes del movimiento LGTB en Medellín, se trata de un logro de varios años de lucha y convencimiento a los concejales por parte de los activistas y organizaciones sociales. Daniela García, una mujer transgenerista, destaca por su parte que aún se ve que el desconocimiento de algunas personas hacia la identidad de esta comunidad la hace vulnerable y por eso esa herramienta política es importante.