La Justicia británica obliga a la última de las agencias católicas de adopción a no discriminar a gays y lesbianas o desaparecer

Excelente noticia la que nos llega desde Reino Unido. Finalmente, la última de las agencias católicas de adopción que todavía funcionaba como tal (con base en Leeds, Inglaterra) deberá respetar la legislación antidiscriminatoria británica, que impide discriminar a las parejas del mismo sexo, o cesar su actividad. Así lo ha establecido la Justicia británica, que hace poco más de un año le había dado la razón…

La legislación antidiscriminatoria fue aprobada en 2007, aunque el entonces Gobierno laborista concedió una moratoria de dos años a las agencias católicas para adaptarse a la misma, que venció en diciembre de 2008. La mayoría de ellas decidieron o dejar de gestionar este tipo de servicio o desvincularse de la iglesia católica y aceptar la nueva regulación, pero la última de ellas se resistió. Precisamente en marzo de 2010 recogíamos la decisión de la Alta Corte de Justicia británica que le daba la razón, acogiéndose a una cláusula de la legislación que permitía la existencia de organizaciones que se dedicaran a ofrecer servicios a personas de una orientación sexual determinada. Una argumentación tramposa, en tanto que dicha exención fue diseñada en su momento para evitar precisamente que organizaciones de asistencia a personas LGTB no pudieran ser demandadas por restringir sus servicios a estas.

Sin embargo, la batalla legal no acabó ahí. The Charity Comission, la agencia gubernamental que regula el funcionamiento de las «organizaciones de caridad» en Inglaterra y Gales (el estatuto legal que tienen este tipo de agencias), haciendo uso de sus competencias, decidía que si la agencia no atendía a parejas del mismo sexo en igualdad de condiciones a las parejas heterosexuales no podría seguir funcionando. La agencia recurrió, y ahora el tribunal administrativo que tiene la última palabra sobre los litigios referidos a organizaciones de caridad ha dado la razón a The Charity Comission.

El fallo del tribunal, aun reconociendo que la desaparición de una agencia de adopción es una pérdida para la sociedad, considera expresamente que en el balance de la justicia debe pesar más la no discriminación de las parejas del mismo sexo, que de permitirse iría en detrimento de la sociedad en general.