El proyecto de ley homófobo de Uganda todavía podría ser aprobado este viernes
Finalmente, el Parlamento de Uganda no ha votado este miércoles el proyecto de ley que persigue endurecer aún más el trato penal a la homosexualidad en Uganda, promovido por el diputado David Bahati. Sin embargo, y a pesar de ciertas informaciones surgidas a lo largo del día que daban el proyecto por finiquitado, existe la posibilidad de que sea votado el viernes en una última sesión convocada antes de que la próxima semana tome posesión el nuevo Parlamento, surgido de las elecciones de febrero.
La situación es, en cualquier caso, confusa. Tras la avalancha de protestas internacionales que ha tenido lugar (entre ellas, un comunicado oficial del Departamento de Estado de Estados Unidos en el que se advertía de una posible respuesta por parte de este país en caso de que la ley sea aprobada) la aparente retirada del proyecto del orden del día a mediodía del miércoles hacía albergar esperanzas, y de hecho los medios de comunicación internacionales daban por hecho que el Parlamento «aparcaba» finalmente el proyecto. Horas después se argumentaba que todo se había debido a cuestiones procedimentales (falta de quórum) y se volvía a anunciar una posible votación este viernes.
Como hemos venido informando, Bahati -diputado ugandés vinculado a la derecha religiosa estadounidense- llevaba semanas presionando para conseguir que el Parlamento retomara la discusión del proyecto, después de que quedara congelado debido -en buena parte- a la presión internacional. Su objetivo era conseguir la aprobación antes de que el nuevo Parlamento tome posesión. Para conseguirlo, y como ya anticipábamos hace unos días, sus promotores están dispuesto a renunciar al punto más polémico, la pena de muerte que el proyecto original contempla en algunos casos (como el de los homosexuales infectados por VIH que mantengan relaciones, o cuando se establezca que ha habido “violación”) manteniendo intacta el resto de la ley.
Aun sin pena de muerte, el proyecto, además de castigar las relaciones homosexuales con condenas de cárcel que podrían llegar a la cadena perpetua, propone perseguir penalmente a personas u organizaciones que den cobertura a las personas homosexuales, lo que haría virtualmente imposible, por ejemplo, el trabajo de organizaciones de defensa de los derechos LGTB.
Existen, por cierto, dos iniciativas de protesta contra el proyecto de ley que puedes firmar, si lo deseas. Una de ellas, alojada en Avaaz.org, ha reunido ya cerca del millón y medio de firmas. La otra, alojada en AllOut, cuenta con alrededor del medio millón de firmas ya recogidas.
esto quiere decir que hay que seguir presionando para que se pare este proyecto, y evitar consecuencias nefastas para los derechos humanos.
Definitivamente el hijoeputado ugandés David Bahati tiene prisa por matar, está desesperado y sediento de sangre y de aplicar la crueldad a nuestros hermanos LGBT. Bahati es un criminal con fuero, un cristiano protestante fanático lleno de odio, asesino (en potencia) y despiadado que buscará hasta el último segundo para tratar de implantar su maldita ley anti-gay. Especialistas opinan que con esta ley la población LGBT ugandesa será el chivo expiatorio del gobierno ugandés, el cual es ineficiente, pero que gusta de robarse millones de dólares de su presupuesto. Ah, pero para eso si el hijoeputado Bahati no tiene prisa em condenar a muerte a los políticos corruptos (el sería el primero).