Sacrificios (1)
Antes de la llegada de los españoles, el centro y sur de lo que hoy es México y la parte septentrional y occidental de Centroamérica conformaban una región diversa desde el punto de vista etnolingüístico, pero unida por algunos rasgos culturales que la convertían en uno de los dos principales focos de innovación de las Américas (el otro era la región andina de la América del Sur); esta región recibe hoy el nombre de Mesoamérica.
De modo similar a lo que sucedía en aquella Europa cristiana de donde procedían los conquistadores, también muy diversa en etnias y lenguas, la unidad cultural de Mesoamérica estaba fuertemente ligada a la religión. No exclusivamente, pues comprendía asimismo elementos tales como la agricultura del maíz, la organización estatal de las sociedades o el calendario, pero éstos guardaban una estrecha relación con el complejo de creencias y rituales de carácter religioso de los pueblos mesoamericanos. Y en dicha religión, los sacrificios humanos tenían un papel fundamental en toda Mesoamérica.
Así, los mexicas (o aztecas), que habían heredado su forma de medir el tiempo de culturas mucho más antiguas y la compartían, al menos en sus rasgos esenciales, con los otros pueblos mesoamericanos, observaban dos calendarios que se interrelacionaban: uno (el místico, asociado a las predicciones) se basaba en años de 260 días, mientras que el otro contemplaba, como el nuestro, años de 365 días. Era este último calendario el que, a partir de los ciclos climatológicos y agrícolas, les proporcionaba las referencias temporales que les servían para organizar la vida social. El año se dividía en 18 meses de 20 días (más cinco días vacíos al final del ciclo). Parece ser que empezaba a principios de nuestro febrero, es decir, en pleno centro de la estación seca del valle de México, donde vivían los mexicas. El primer mes recibía el nombre de atlacacauallo (que significa ‘el cese de las aguas’; febrero es el mes más seco en el altiplano de México). Este primer mes estaba dedicado a los dioses del agua, como Tláloc, dios de la lluvia, a los que se rogaba que enviaran las lluvias que habían de posibilitar el crecimiento de la próxima cosecha de maíz. Con este fin, el calendario prescribía para este mes el sacrificio de niños, a los que, antes de matarlos, se les hacía llorar mediante tortura: el pensamiento mágico asociaba sus lágrimas a las gotas caídas del cielo, y así se creía que los lloros de las víctimas infantiles atraerían las lluvias tan deseadas.
El segundo mes estaba dedicado al dios del maíz Xipe Tótec (cuyo nombre significa ‘Nuestro Señor el Desollado’, ya que este dios, según las creencias mexicas, se arrancó la piel para alimentar a la humanidad, lo que evoca el hecho de que la semilla de maíz pierde su capa externa antes de germinar). En este mes se sacrificaba a esclavos a los que se arrancaba la piel con cuidado; luego los sacerdotes usaban dicha piel como vestimenta en rituales propiciatorios de la fertilidad de la tierra.
Cada mes de 20 días tenía, como vemos, un significado mitológico distinto, que reclamaba un tipo específico de sacrificio humano. Además, en determinadas ocasiones se ofrecía a los dioses sacrificios masivos, de miles y miles de prisioneros de otros pueblos sometidos a los mexicas. Así, por ejemplo, en 1487, durante las ceremonias de reconsagración de la reconstrucción/ampliación del Templo Mayor de México Tenochtitlán (cuyos restos pueden verse aún hoy en el mismo centro de la moderna Ciudad de México), se sacrificó a lo largo de cuatro días una cantidad de cautivos que se ha calculado entre los 10.000 y los 80.000 (de ser cierto este último dato, el ritmo de las matanzas habría sido incluso más rápido que el conseguido por la maquinaria de exterminio nazi de Auschwitz).
El sentimiento de horror que estas prácticas producen en quienes no compartimos las creencias religiosas a las que estaban vinculadas fue hábilmente aprovechado por los propagandistas que estaban al servicio de la Corona hispánica para presentar como una causa justa su empresa de conquista de las tierras y gentes del Nuevo Mundo, y de radical destrucción de las culturas indígenas. Urgía evangelizar a los indios, argüían dichos autores, para alejarlos de semejantes monstruosidades.
Sin embargo, como no tardaron en comprobar los nativos mesoamericanos, también el dios que los españoles traían consigo del otro lado del océano les exigía acabar con las vidas de ciertos seres humanos, concretamente aquéllos que infringiesen determinados mandatos suyos. Según afirmaban los sacerdotes de este dios nuevo para América, un grupo de seres humanos que le resultaba particularmente abominable (hasta el punto de enviar terremotos, pestilencias, hambrunas y toda suerte de calamidades a las regiones donde habitaran) eran los sodomitas. Y las crónicas de la época nos muestran que los españoles encontraron sodomitas en el Nuevo Mundo, y además en gran abundancia.
Esto último probablemente tenga mucho que ver con hecho de que en muchos pueblos indígenas de América estuviese reconocida e institucionalizada una identidad de género que no era ni masculina ni femenina; los individuos (que los nativos norteamericanos de hoy denominan dos espirítus) a quienes se atribuía dicha identidad combinaban elementos típicos de los otros dos géneros tanto en su apariencia física como en sus roles sociales y sexuales, y a menudo ejercían funciones de prestigio e importancia para la comunidad. Los conquistadores españoles, al encontrar en los pueblos y aldeas del Nuevo Mundo a dichas personas, las consideraban, si anatómicamente tenían el sexo masculino, como mariones, esto es, como hombres afeminados, sodomitas o por lo menos altamente sospechosos de serlo.
Uno de los autores que se pusieron al servicio de la monarquía hispánica, el italiano Pietro Martire D’Anghiera, relata en su obra De orbe novo cómo el español Vasco Núñez de Balboa (célebre por haber sido el primer europeo en descubrir el oceáno Pacífico), estando en 1513 de expedición en el istmo de Panamá, “llegó a la casa de un rey infestada de la más abominable y antinatural lujuria”; en dicha casa Balboa vio que “un hermano del rey y otros jóvenes, hombres obsequiosos, vestían afeminadamente con ropas de mujer” y mantenían relaciones sexuales antinaturales, de modo que obró como se esperaba de un buen cristiano y ordenó “que cuarenta de ellos fueran echados como comida para sus perros”.
Por escandalizada que se mostrase la Cristiandad europea ante los sacrificios humanos que realizaban los nativos de América, lo cierto es que en el Nuevo Mundo sometido al poder de la cruz, la religión y los supuestos mandatos divinos habían de seguir cobrándose, como en el viejo, numerosas vidas humanas durante siglos. Entre ellas –junto con las de herejes, idólatras, etc.–, las de muchos sodomitas.
(Continuará.)
Joder qué interesante. Aprendo un huevo leyendo tus columnas. Me apetece mucho leer la continuación.
Incontestable y revelador, Nemo. Gracias por la información.
«los individuos (que los nativos norteamericanos de hoy denominan dos espirítus) a quienes se atribuía dicha identidad combinaban elementos típicos de los otros dos géneros tanto en su apariencia física como en sus roles sociales y sexuales»
Doy por hecho que esos elementos típicos no coincidían necesariamente con los elementos típicos que identifica nuestra cultura, pero me parece interesante que ellos también estructurasen roles sociales sobre la base del sexo.
A mí también me apetece leer la continuación. Me choca también que en mi primera estancia en Brasil, me traje un «Orisha» (o santo que diríamos aquí) que es la mitad de año hombre y la otra mitad del año mujer.
Curiosísimo, la verdad.
Había oído hablar de formas más o menos institucionalizadas de transexualidad (si es que en este caso se puede aplicar este término, tan condicionado por el concepto de género occidental) en culturas totalmente alejadas de la nuestra, pero no sabía que se diera en las culturas precolombinas.
Gracias por el artículo, Nemo.
En las cartas que Hernán Cortés enviaba a Carlos V me sorprendió la mención que hace a la sodomía y dice que Moctezuma era buena persona porque no la practicaba.
Todo lo que rodea a la conquista de México es muy curioso como el hecho de que los reyes y conquistadores se preguntasen qué derecho tenían a conquistar aquellas tierras y que montasen una junta con el fin de averiguarlo (es decir, de justificarse con alguna propaganda). Los argumentos que usó Bartolomé de las Casas es lo que hoy definiríamos como defensa de derechos humanos, que hoy no tenemos que razonar, simplemente es un valor totalmente aceptado.
También es sorprendente cómo en los países anglosajones la iglesia católica (al igual que el resto) no movió un dedo en favor de los indios, a diferencia de la española. Se limitaron a asesinarlos y a encerrarlos en campos de concentración/reservas.
Felicidades por tu post, que me ha parecido interesantísimo. Espero ansioso la segunda parte.
Sólo comentar que en la película «Apocalipto», de Mel Gibson, los indios son presentados como unos salvajes por sus sacrificios humanos (que sin duda eran atroces, no lo pongo en duda), y los cristianos llegan a América a salvarlos de la barbarie y hacerles ir por el camino de la verdadera religión. Lo que no mencionan es que la «verdadera religión» también tiene sus propios sacrificios, como los que tú mencionas en el post.
interesantísimo, como siempre, y brillante.
teníamos mucho que aprender de ellos
¡solo con adoptar el sistema de 20 dias por 18 meses lo que habría ganado el mundo!
A ver, no nos pasemos con el rollito multiculti: no es sólo que la sodomía entre los aztecas fuese, como en muchas otras etnias, privilegio de sus clases altas, sino que los sacrificios humanos (dijera lo que dijera el colgao de Bataille)no venían motivados por el fervor religioso, supersticiones aparte, sino por la necesidad dietética de consumir proteína animal.
¿Nadie se ha preguntado qué hacían con los cadáveres después de arrancarles el corazón,la piel o lo que fuera? Según la receta que da Marvin Harris en «Caníbales y reyes», se parecía bastante al chili con carne…
Y eso por no hablar de la necesidad por parte del imperio azteca de diezmar las poblaciones de sus tribus vasallas. Buscad por ahí «guerra florida», que es un concepto muy interesante.
Y, para terminar: la situación de los tan cacareados «dos espíritus» no tenía nada de idílico. Eran parias cuya condición social resultaba más bien similar a la situación de hoy en día en Tailandia, donde homosexualidad y transexualidad se identifican por sistema. Toda una putada si el chico o chica de turno no quería/quiere ponerse faldas, o pantalones, por narices.
Olvidémonos de idealizar el pasado ajeno, por favor y centrémonos en pelear por lo que tenemos, aquí y ahora.
Bien, Pickman, puede que el verdadero motivo de los sacrificios humanos fuera el que comentas, pero lo cierto es que los sacerdotes se prestaron gustosos a proporcionar una coartada religiosa para cometer tales atrocidades. A mí, si un sacerdote me arrancase el corazón con un cuchillo, me daría igual que lo hiciera por auténticos motivos religiosos que por motivos más prosaicos: lo cierto es que me estaría asesinando, y contaría para ello con una justificación oficialmente religiosa.
Este es, para mí, el peligro de toda religión: la de funcionar como instrumento legitimador del poder, la desigualdad, la sinrazón. Y de eso, creo que los gays sabemos algo…
Por lo demás, espero con ganas la segunda parte, Nemo.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Fernando: tú también nos has enseñado, y nos enseñas, mucho, así que en paz.
zarevitz: la verdad, no sé si habrá muchas culturas que no asignen unos u otros roles sociales en función del género; si alguien sabe más del tema, podría ilustrarnos a los demás.
Crasamet, Despotorramiento: como señaláis, en muchas culturas no occidentales se reconoce tradicionalmente más de dos géneros.
Dr. Turbio: fray Bartolomé de las Casas defendió los derechos humanos… hasta cierto punto. Los de los sodomitas, por ejemplo, no los defendió en modo alguno. Seguramente tampoco hubiera podido, le habrían quemado sus correligionarios por hereje ante la menor insinuación de que un sodomita pudiera merecer otro trato que el más absoluto desprecio y el más severo de los castigos.
felivet: pues sí, Apocalypto es una película interesante por su reconstrucción del mundo maya, pero el final es un anacronismo absurdo que sólo se puede entender si tras él se ve una motivación ideológica (en sintonía con las creencias religiosas de su ultracatólico director): presentar al hombre blanco como el justo castigo enviado por Dios a los pecados del indígena.
Jack: ¿y cuáles hubieran sido exactamente los beneficios para el mundo de adoptar un calendario de 18 meses de 20 días cada uno (más 5 días sueltos)? Me has dejado intrigado.
pickman: «no nos pasemos con el rollito multiculti», «olvidémonos de idealizar el pasado»… No sé si con estas frases estás respondiendo a mi artículo, pero supongo que no, porque no creo que veas idealización de la sociedad azteca en un texto que compara sus matanzas ceremoniales con Auschwitz.
Por otro lado, en el artículo no me ocupo de cuáles pudieron ser las razones últimas de los sacrificios humanos de Mesoamérica, me limito a señalar el hecho objetivo de que dichos sacrificios constituían rituales íntimamente ligados a una serie de creencias y prácticas de tipo religioso. ¿Qué tú quieres señalar otros motivos para ellos aparte de la religión? Pues muy bien: pero lo que no puedes negar es lo que dice el texto, que los sacrificios humanos tenían un papel fundamental en la religión de los pueblos de Mesoamérica.
Po cierto, que la teoría de Marvin Harris que liga, en el contexto precolombino, los sacrificios y el canibalismo a necesidades alimenticias está lejos de ser universalmente aceptada entre los expertos en las culturas mesoamericanas (más bien me parece que ocurre casi lo contrario).
Pero en todo caso, como bien señala Giorgio, el que los sacrificios humanos de la Mesoamérica antigua fueran motivados por razones de tipo alimenticio o político en vez de por el fanatismo religioso no tendría por qué hacérnoslos más abominables, como pareces suponer tú, aunque tampoco menos.
Cambiando de tercio: no sé en qué te basas para afirmar que los dos espíritus «eran parias». En muchas culturas amerindias parece ser que se les atribuían poderes espirituales, lo que les permitía convertirse en chamanes y ejercer ciertas funciones con prestigio social. Por otra parte, estoy de acuerdo en que identificar necesariamente la orientación homosexual con una identidad de género determinada puede resultar opresivo, pero no me cabe la menor duda de que la situación de esas personas era mucho mejor que la de los homosexuales de la Cristiandad de la edad moderna, a los que sencillamente no se les reconocía sitio alguno en la sociedad… aparte de la hoguera, claro.
Interesantisimo post, Nemo… As usual!
Ya que mencionas al ultracatólico director de Apocalypto… No me resisto a dejar un off-topic que ilustra bien a las claras el verdadero carácter de este tipo de gente. Hoy mismo Mel Gibson, que recientemente anunció su divorcio, ha presentado en sociedad a su nueva novia, con la que al parecer puso los cuernos a su verdadera mujer ante los ojos de Dios:
http://www.elpais.com/articulo/gente/Mel/Gibson/presenta/novia/sociedad/elpepugen/20090429elpepuage_2/Tes
Es lo que tiene la moral católica…
Siento introducir este punto frívolo, pero es que me revienta esta gentuza.
Giorgio: has escrito
Muy cierto, aunque no estoy seguro de que la religión se limite a eso, a «funcionar como instrumento legitimador» de otros intereses u otras estructuras. Mi impresión es que las convicciones religiosas pueden ser un motivo como cualquier otro que empuje a individuos y sociedades a actuar de un modo determinado. Porque la verdad es que la humanidad no se mueve siempre por cálculo racional, ni mucho menos.
Nemo:
¡Cuánta generosidad hay en tus artículos!
Gracias.
Besos
Nemo, cuando hablaba de idealización me refería más a tu comentario sobre los «dos espíritus» que al asunto azteca. Siento el malentendido.
A cuento de ésto último, muy bien traído lo de la discusión de las teorías de Harris, pero el hambre es un motor tan importante para la historia humana que me es difícil no tenerlas en cuenta. Por otra parte, recuerda que también señalaba en mi comentario la utilidad política de los sacrificios, algo que nadie cuestiona a dia de hoy y que, al parecer, el gobierno de EE UU se tiene bien aprendido.
Terminando el rollo: depende de en qué etnia mires, los «dos espíritus» podían ser mejor o peor considerados, pero generalmente ocupaban un espacio bastante marginal, según tengo entendido: su rol de chamanes confirma ésto, dado que el chamán, por grandes que sean su prestigio y poder sociales, suele ocupar un espacio aparte (nunca llega a estar «integrado del todo») dada la naturaleza espiritual de su cargo.
Además, en muchas culturas, los parias desempeñan una función cercana a lo sacerdotal al asumir todo aquello considerado inmundo. Como la homosexualidad, o la no capacitación para la caza y la guerra en sociedades tan agresivas y jerarquizadas como las de los indios de Norteamérica, por ejemplo.
Tener que vivir toda tu vida como una mujer (siendo hombre y con identidad de género masculino) no por libre opción, sino como recurso de supervivencia para que los cachas de la tribu no te corten la cabellera no me parece excesivamente preferible a arder en la pira, pero allá cada cual.
Flick, Rafa: muchas gracias por vuestras palabras y un beso a cada uno. Y sí, Flick, ya sabemos la doble moral que se gastan tantos
fachasdefensores de la familia tradicional… desde Álvarez Cascos a Mel Gibson, pasando por el inefable Rodrigo de Santos, que debería ser algo así como el santo patrón de toda esta peña.pickman: gracias también a ti por tus comentarios, y por animar el debate. Te contesto:
Pues tampoco sé dónde has visto «idealización» en el párrafo que dedico en el texto a los dos espíritus. Lo más positivo que digo al respecto es que éstos «a menudo ejercían funciones de prestigio e importancia para la comunidad», cosa que tú mismo admites en tu último comentario.
Bueno, en primer lugar no se trata de tener que vivir «como una mujer», sino como un dos espíritus, esto es, con otra identidad de género, diferente tanto a la masculina como a la femenina. Y en cuanto a lo que dices de que tener que adoptar una identidad de género que no es la tuya no te parece «excesivamente preferible a arder en la pira»… pues qué quieres que te diga. Yo no creo que me lo pensara mucho: evitaría la pira. Y seguramente, la inmensa mayoría de los sodomitas que ardieron a ambos lados del Atlántico también lo hubieran hecho, si les hubieran dado la posibilidad de escoger. Cosa que, por supuesto, no hicieron las muy caritativas autoridades cristianas.
Nemo, perdona que no te haya respondido antes:
Resumiendo:
¿sabes la cantidad de trabajo,dinero y dolores de cabeza que se ahorraría con un calendario de ese tipo?
solo piensa en dividir entre 7, en meses de 28, 29, 30 y 31 días, en cuantos días laborables tiene cada mes, en vacaciones por dia trabajado, en organigramas con fechas de cierre distintas cada mes, en horas de trabajo anuales distintas cada año, …..
y eso es solo lo que se me ocurre así a bote pronto
Pero no solo eso: si en lugar de haber adoptado en sistema en base 10 (porque tenemos 10 dedos) hubiesemos adoptado uno en base 12 (creo que eran los mayas los que lo usaban) estaríamos alcanzando cotas de progreso a las que no llegaremos jamás
Un libro que te recomiendo por si te interesa el tema (bueno, más que un libro es casi una enciclopedia): Historia Universal de las Cifras de Georges Ifrah
para al que le interese, este articulo sobre el sistema en base 12 de la wikipedia es muy bueno
http://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_duodecimal
el de los mayas era en base 20, lo acabo de mirar, y tambien era mejor que el nuestro
«Porque la verdad es que la humanidad no se mueve siempre por cálculo racional, ni mucho menos.»
Estoy de acuerdo, Nemo, y no han faltado los ejemplos que lo demuestran. Cuando hablaba de la religión como factor de legitimación me refería sobre todo a las épocas en las que se produjo una identificación entre el poder estatal y el poder religioso. Con la separación entre Iglesia y Estado (un proceso que en España aún no ha culminado, por desgracia), los intereses de ambos poderes fácticos no siempre coinciden, y a veces, son incompatibles. Y en esa lucha, yo siempre me pondré de parte del Estado (siempre que éste sea democrático, claro está).
Bueno Nemo, la verdad es que tus artículos dejan poco espacio a los comentarios, poco más se puede añadir.
Quizás más bien hacer algún inciso sobre lo apuntado en algún comentario. Lo del canibalismo gastronómico es, ciertamente, una posibilidad real, pero eso no resta un ápice a la argumentación del artículo. Los sacrificios se justificaban en base a unos principios religiosos. También el antisemitismo en la Europa Cristiana era muy práctico para salvar las finanzas de los grupos privilegiados en épocas de crisis económica, y para desviar el descontento social en períodos de revuelta social, pero ese digamos «aprovechamiento práctico» no significa que dicho antisemitismo se sustentase, no sobre los «beneficios» sociales para determinados grupos privilegiados, sino sobre justificaciones estrictamente teológicas y fundamentos arraigados en las creencias religiosas populares.
jack: «si en lugar de haber adoptado en sistema en base 10 (porque tenemos 10 dedos) hubiesemos adoptado uno en base 12…»
Visto así, hay mucho margen entonces para la evolución sumando un solo dedo más en cada mano. Qué chulo. 😀
con los dedos de las manos
con los dedos de los pies
con la p.. y los c.. todo suman veintrés
(ay, que sale la gaditana arrabalera que llevo dentro)
My Lady, ya tenemos una nueva base numérica, muy bien fundamentada y sin necesidad de calculadora, ábaco ni ninguna clase de accesorio artificial.
Seguro que mejorarían las aptitudes matemáticas del género humano. A saber las enormes posibilidades de progreso que se abrirían…
Muchas gracias por tus explicaciones, querido Jack. Yo sabía que los mesoamericanos prehispánicos eran grandes matemáticos, que por ejemplo habían descubierto el cero más de doce siglos antes de que este número fuera introducido en Europa (por cierto: aquí el cero lo introdujo hacia el año 1200, tomándolo de los árabes, un matemático italiano -Leonardo de Pisa, llamado también Fibonacci-, y durante un tiempo el poder de entonces encontró a dicho número sospechoso de herejía, y en Florencia llegó a prohibirse su uso). Pero no me había detenido a reflexionar sobre las ventajas del calendario mesoamericano respecto al nuestro, tan lleno de irregularidades.
Eso sí, lo que propone -ya sé que no muy en serio- el amigo Nazareno (basándose en la Lady Eleanore gaditana) del sistema numeral con base 23… pues como que no. Bastante androcentrismo tenemos ya en nuestra cultura como para ir contando «con la p… y los c…».
bueno, el cero viene de los los árabes pero ellos lo trajeron de la India, en realidad
Gracias a ti
Giorgio: «la separación entre Iglesia y Estado (un proceso que en España aún no ha culminado, por desgracia)»
Tienes razón, Giorgio, y lo peor es que a este paso no sé para cuándo podemos esperar que culmine. Una de las principales entradas en el debe del PSOE, sin duda.
Nazareno: «Bueno Nemo, la verdad es que tus artículos dejan poco espacio a los comentarios, poco más se puede añadir.»
Discrepo, Nazareno: a mi juicio, este mismo hilo demuestra que se puede comentar mucho a partir de ellos, y con aportaciones de gran valor e interés. Y desde luego, animo a todos/as a participar.
Desde luego, Dosmanzanas es increíble. A un estupendo artículo de Nemo sobre las culturas mesoamericanas se le están añadiendo unos jugosísimos comentarios, medio en broma, medio en veras, sobre las imperfecciones de nuestro calendario y sobre las bases matemáticas.
Os juro que me encanta (y lo digo en serio).
El calendario jamás podrá ser aritméticamente perfecto porque combina elementos naturales (ciclo solar, ciclo lunar, etc.) sin relaciones numéricas exactas entre ellos. Cualquier intento de «racionalizar» el calendario va a tener algún tipo de desfase. Al calendario mesoamericano le veo un gran fallo: los cinco días adicionales que se quedan fuera de los 18 meses de 20 días (18 x 20 = 360).
En cuanto a la numeración en base 12, resulta significativo que en uno de los primeros párrafos del enlace que ha puesto Jack, hable de defensores suyos en sociedades de Gran Bretaña y Estados Unidos. ¿Es casualidad que esas sociedades favorables al sistema duodecimal hayan surgido en los países de occidente históricamente más reacios al sistema métrico decimal?
Con lo bonito que era citar las fechas por calendas, nonas e idus, por Dios, 🙂
En la base numérica propuesta por Lady Eleanore, cuando contáramos con los dedos, ¿qué haríamos al llegar al 23?
Crasamet, creo que en tu comentario #29 te habría quedado mejor acabar con:
¿A que sí?
Huy, pues sí, Nemo, toda la razón.
Cómo se nota que uso las exclamaciones que apelan a la religión completamente vacías de contenido y sin reparar en su significado.
http://www.youtube.com/watch?v=kGOvB2aSno4
Joé, Zar. Me encanta. Gracias.
zarevitz, ¿te creerás que hace semanas -desde que empecé a planear esta serie de artículos- que llevo esa canción metida en la cabeza?
🙂
crasamet: con los cinco días que sobran, evidentemente se hace una gran fiesta pagana de agradecimiento al sol, o algo así
¡ya ni los huevos se cuentan por docenas!
(ahora los venden de 10 en 10)
Di que sí Jack, una Saturnal a lo bestia. Y así el resto del año, todos mucho más relajados, y sin ansiolíticos.
¿una Uranal mejor? 😉
Jajajaja, vale, pero esa para el solsticio de verano, que 12 meses seguidos a pan y agua pueden ser demoledores.
Si es así, me apunto.
(Yo es que me apunto a un bombardeo.)
Me parecen preocupantes muchas de las cosas que están ocurriendo. Os dejo el link de una noticia que acabo de leer y que me ha dejado pasmado:
http://www.soitu.es/soitu/2009/05/04/sexo/1241457345_029534.html
Es el blog de sexo de unos sexólogos muy serios y bastante progays, en favor de los derechos de todas las personas.
este comentario no tiene mucho q ver pero yo lo cuento muchas civilizaciones americanas tubieron relacion con los europeos de al andalus y moros desde antes del año 1.000 d.C. Tanto q en algun escrito de Colon hablan de unas mezquitas en el caribe y gente negra y mora desde brasil y bolivia asta casi canda igual q alli habian pueblos nordicos y germanos. Tambien se sabe q Colon no fue a ciegas a esas tierras y sabia q muchos iberos tambien llegaron a esas tierras, y q existen mapas y muchas palabras de los pueblos americanos precolombinos relacionadas con el arabe, asi como formas de vestir y armas con aleciones de metales q se usaban en el actual marruecos, españa, sicilia y portugal.Tambien decir q en Al andalus paradogicamente con poder arabe existia mucha mas tolerancia incluso de algunas personas en el poder declaradas homosexuales.eso si la mujeres no tenian derechos.con eso quiero decir q los primeros españoles no llegaron alli de la mano de los reyes catolicos.puedeis buscar informacion, tener en cuenta q los reyes catolicos destruyeron mucha informacion y de mas.