Extraterrestres

Fuera del mundo
Luis Antonio de Villena (Cabaret Voltaire)

Siempre es un placer leer a Luis Antonio ¿qué vamos a decir en dosmanzanas que ya no sepáis? Pero si se junta a Villena con Cabaret Voltaire, entonces surge el milagro. Porque pareciera que el sello catalán hubiera sido hecho para él. Cabaret Voltaire recupera esta novela inencontrable en su edición de 1992 y promete que habrá más cosas pronto.

El joven poeta Álvaro Alba nació en Madrid y murió a los veintidós años, y Villena nos acerca a la pasión con la que Álvaro quema la vida para iluminar a los que le rodean aunque sea solo unos instantes. De nuevo el exceso, la búsqueda de la pureza, el malditismo, esos temas omnipresentes en la literatura de Villena y que le convierten, sobre todo, en un escritor romántico, los viajes mediterráneos de Álvaro, María y Carlos en busca del desierto, por Marruecos, Túnez o Sicilia a la manera de un Bowles, en los que irán conociendo el sexo y la droga, la poesía y la decadencia.

El Conde de Lautrémont, Goethe, Novalis, Baudelaire, Rimbaud planean por las páginas de la novela, por las conversaciones entre los tres amigos y por los personajes, efímeros como los cometas en el cielo, que van pasando por la vida de Álvaro: un profesor, una profesora-amante, un amante de los gimnasios, una chica aficionada al caballo… Una novela de ficción con un protagonista real que al leer la novela exclamó “gracias por hacerme ser como no era”.

Cuando uno ve que encontrar la verdadera vida no es posible, sólo hay una solución. Lo dijo Baudelaire: “No importa dónde, fuera del mundo”.

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La llamada
Olga Guirao (Minotauro)

A mí en verano siempre me apetece leer ciencia ficción, me recuerda a las larguísimas horas de siesta con las Fundaciones de Asimov o con la saga Dune. Olga Guirao, de la que muchos recordareis la estupenda Mi querido Sebastián (pero de eso hace mucho tiempo), ha escrito una novela sobre una chica de Barcelona, Gracia Durán, que recibe la inesperada visita de un extraterrestre que le anuncia la inminente llegada de un cometa que chocará contra la tierra. Hasta ahí, todo normal. O dentro de lo normal en este tipo de género. Pero aparecerá además un hombre americano, homosexual, por cierto, que tiene ciertos recuerdos infantiles sobre una especie de ángel de la guarda que le salvó de morir ahogado, y que acabará encontrando también a la chica de Barcelona, una compositora que nunca pensó que sus sinfonías iban a llegar tan lejos.

En cualquier caso, nada de lo que hemos contado sobre la novela le hace justicia: en el fondo, no es más que una fábula sobre la humanidad, sobre su origen y su destino, sobre Dios o como quiera que se llame. Para pasar el rato en la piscina, sí, pero para seguir por la noche dándole vueltas a la cabeza y mirando a las estrellas.

«… como homosexual, intuía perfectamente que un mundo suspendido bajo la luz cenital de la verdad, entre otras muchas virtudes, tendría la probidad de admitir y comprender aquello que era inevitable y en lo que no había más falta que la pura circunstancia de existir»

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