Parroquia católica se niega a oficiar el funeral de un homosexual y tras dar marcha atrás acusa a los activistas LGTB de crear la polémica

Tras la negativa  inicial de una iglesia de San Diego (California) a celebrar el funeral de uno de sus feligreses por ser homosexual, el sacerdote acusa a los activistas LGTB de crear la polémica.

La polémica saltó a principios de junio, cuando se informó de que la parroquia de Nuestra Señora del Rosario (en San Diego, California) se había negado a albergar el funeral por la muerte de John Sanfilippo por ser este homosexual. Sanfilippo, que mantenía una relación con otro hombre, era desde hace décadas un fiel creyente e incluso dejó una parte de su dinero a la iglesia en su testamento. Y aunque posteriormente la diócesis de San Diego pidió disculpas a su familiares y les comunicó que finalmente sí permitiría el funeral en la parroquia, ya era demasiado tarde, puesto que ya se había acordado con los servicios religiosos del cementerio.

Lo curioso del caso es que Louis Solcia, párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, justificó ante sus feligreses lo sucedido afirmando que todo se había tratado de un montaje urdido por activistas LGTB, según afirmó uno de ellos en declaraciones a la prensa. La diócesis de San Diego, mientras tanto, culpa de la prohibición inicial del funeral a un sacerdote visitante que no estaba familiarizado con las prácticas locales.

Activistas LGTB, sin embargo, acusan a la diócesis de San Diego de no tener claras cuáles son dichas prácticas, y recuerdan un caso similar ocurrido hace sesis años, cuando se le denegó el funeral a John McCusker, otro católico gay. En aquella ocasión también la diócesis acabó disculpándose, pero la familia decidió finalmente celebrar el funeral en la catedral episcopaliana de San Pablo. Una iglesia, la episcopaliana, que destaca por cierto por su actitud inclusiva hacia las personas LGTB.