El Gobierno británico anuncia su intención de aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo antes del fin de la legislatura

Meses después de que los medios de comunicación recogieran los primeros rumores, se confirman las intenciones del Gobierno británico de promover una ley de matrimonio entre personas del mismo sexo. La secretaria de estado de Igualdad, la liberal-demócrata Lynne Featherstone, ha anunciado públicamente el inicio del correspondiente proceso de consultas en marzo de 2012. Según asegura la web Pink News, uno de los principales medios LGTB británicos, la iniciativa contaría con el apoyo decidido del propio primer ministro, el conservador David Cameron, que habría intervenido personalmente en su puesta en marcha.

“Somos líderes mundiales en derechos de los homosexuales, pero esta Conferencia ya dejó claro el año pasado, con su apelación al matrimonio igualitario, que aún quedan cosas por hacer», expresaba este sábado Featherstone ante la Conferencia anual de su partido. Featherstone hacía alusión a la aprobación oficial por los liberal-demócratas de la defensa del matrimonio entre personas del mismo sexo, que recogíamos hace justo un año. «Por eso me complace anunciar hoy que en marzo este Gobierno comenzará un proceso formal de consultas sobre cómo implementar el matrimonio civil igualitario para las parejas del mismo sexo. Ello nos permitirá hacer los cambios legislativos necesarios antes del fin de esta legislatura», anunciaba a continuación. «Las uniones civiles fueron un primer paso bienvenido», seguía Featherstone, para añadir a continuación que su partido «rechaza el prejuicio y la discriminación  en todas sus formas». «Y creo que negar a un grupo de personas las mismas oportunidades que se ofrecen a otras no es solo discriminación. Tampoco es justo».

Si se cumple lo adelantado hace meses por la prensa británica, además de la reforma de la legislación matrimonial, el Gobierno británico también tendría intención de actualizar la legislación de uniones civiles, de forma que las parejas del mismo sexo podrían acceder al matrimonio y las parejas de distinto sexo podría acceder a la unión civil (que concede derechos similares) y que hasta ahora solo estaba permitida a las parejas homosexuales. Se permitiría también la celebración de uniones civiles en templos religiosos, algo que ahora está expresamente prohibido.

Una cuestión de libertad religiosa

Precisamente, uno de los argumentos que desde diversas instancias se ha manejado para defender el matrimonio igualitario en el Reino Unido es el respeto a la libertad religiosa, dado que algunas confesiones religiosas británicas, como los cuáqueros, ya reconocen el matrimonio religioso entre personas del mismo sexo. Se trata de parejas que se consideran casadas a nivel religioso, pero que civilmente deben conformarse con la unión civil.

La reforma, de esta forma, no obligaría a las confesiones religiosas a celebrar matrimonios, pero sí permitiría dar validez civil a las posibles ceremonias religiosas de matrimonio que las iglesias decidan adoptar en el futuro.

Los laboristas anuncian que presionarán al Gobierno

Los laboristas, en la oposición, han saludado lo que califican como «giro» en la política del Gobierno y han pedido que el anuncio se haga realidad en el Parlamento. «Mantendremos la presión sobre este Gobierno para que lleve a cabo medidas como esta y convierta su retórica en realidad», ha afirmado Yvette Cooper, responsable laborista en políticas de Igualdad.

Conviene recordar que hace un año, el nuevo líder laborista, Ed Milliband, expresaba su apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo. «Sé que las uniones civiles fueron un gran paso adelante, pero entiendo a los que reclaman la genuina igualdad que supone el matrimonio”, afirmaba Milliband.

Un proceso ya iniciado en Escocia

El anuncio del Gobierno británico se produce pocos días después de que el Gobierno de Escocia anunciara la apertura de su propio proceso de consultas sobre la materia, que podría desembocar en la aprobación del matrimonio en ese país, que forma parte del Reino Unido pero que tiene capacidad de modificar su propia legislación matrimonial.