La coalición de gobierno de Estonia, dividida ante los derechos LGTB
Los partidos que conforman la coalición gubernamental de Estonia, el liberal Partido Reformista y el conservador Unión Pro Patria y Res Pública, han expresado posiciones divergentes frente a la posibilidad de dotar de ciertos derechos a las parejas homosexuales del país báltico.
Ambos partidos responden así a una carta enviada por el ministro de Justicia, Kristen Michal, en la que expresaba su preocupación por la inexistencia de un marco jurídico para las parejas del mismo sexo y pedía a las cuatro fuerzas con representación parlamentaria que clarificaran su opinión al respecto antes del final de octubre. Michal puso sobre la mesa cuatro opciones: mantener la legislación actual sin ningún cambio, introducir una ley de uniones civiles con ciertos derechos, igualar los derechos de las parejas no casadas con los de los matrimonios o abrir el matrimonio a las parejas del mismo sexo.
De las formaciones con presencia en el Gobierno, el Partido Reformista, al que pertenece Michal, ha expresado su postura favorable a las uniones civiles o bien a modificar la ley para que las parejas no casadas disfruten de los mismos derechos que las casadas, así como a debatir sobre la adopción conjunta. Por contra, el partido conservador emitió un breve comunicado declarando su oposición a cualquier reconocimiento de las parejas del mismo sexo.
En Estonia existen actualmente otros dos partidos con representación parlamentaria, el Partido del Centro y el Socialdemócrata. Mientras que los primeros no se han pronunciado aún sobre el asunto, los socialdemócratas se han mostrado a favor de una ley de uniones civiles para las parejas del mismo o de distinto sexo. Según el comunicado que emitieron, se oponen a la opción de ampliar los derechos de cohabitación porque no proporcionaría la suficiente protección ante la ley. «La cohabitación de larga duración es un área protegida por las leyes fundamentales de familia. Como resultado, una situación donde este tipo de cohabitación no esté legalmente regulada entra en conflicto con la Constitución«, reza la declaración de los socialdemócratas, quienes hicieron ver también que no se podrían resolver circunstancias como la muerte de un miembro de la pareja, visitas a personas detenidas o declaraciones de la renta conjuntas con un contrato de cohabitación.
Con el voto a favor de reformistas y socialdemócratas podría salir adelante la legislación, ya que suman un escaño más de la mayoría absoluta en el parlamento unicameral estonio, formado por 101 miembros. Habría que tener en cuenta, en ese caso, el deterioro que pudiera sufrir la coalición gubernamental. Si llegara a prosperar la medida, Estonia se convertiría así en la primera de las tres repúblicas bálticas en conceder derechos a las parejas homosexuales. Estaremos atentos a futuras novedades.
Hace dos años se levantó también mucha expectación. Se hablaba hasta de la aprobación del matrimonio igualitario. Y al final las presiones de los conservadores, socios de coalición del gobierno, lo paralizó todo.
Lo de conseguir la mayoría parlamentaria está difícil. Porque dentro del partido reformista no todos están a favor de la unión civil. No hay que olvidar que el reformista es el partido liberal de derechas. Mientras que el opositor, partido de centro, es liberal de izquierdas, que en principio sería más proclive a apoyar una ley de unión civil si no fuese porque parte de su base social se compone de la minoría rusa. Por lo que es muy posible que éste tenga derivas parecidas a los típicos partidos de izquierda homófobos de la ex URSS, sólo interesados en la defensa de los derechos de la minoría rusa.