Se anuncia la presentación de un proyecto de matrimonio entre personas del mismo sexo en Tasmania (Australia)

Nueva vuelta de tuerca a la lucha por el matrimonio entre personas del mismo sexo en Australia. No ha pasado ni una semana desde que el congreso del gobernante Partido Laborista decidiera permitir el voto en conciencia a sus representantes cuando el asunto se discuta a nivel federal, cuando el líder de los Verdes en Tasmania, Nick McKim, anuncia que su grupo presentará un proyecto de ley en ese estado pese a la dudas legales sobre si puede legislar en ese materia.

McKim, que ya hace un año adelantaba sus intenciones, considera que la solución salomónica adoptada por los laboristas -apoyar el matrimonio entre personas del mismo sexo pero permitir el voto en conciencia- hace muy díficil la aprobación a nivel federal. Por eso el líder verde considera que Tasmania, que ya aprobó en septiembre de 2010 el reconocimiento como “domestic partnerships” de los matrimonios entre personas del mismo sexo celebrados en el extranjero, debe dar el paso.

El entonces primer ministro de Tasmania, el laborista David Bartlett, ya manifestó en 2010 estar a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, pero expresó que la legislación matrimonial pertenece al ámbito federal. De la misma opinión es la actual primera ministra, la también laborista Lara Giddings. Existen, sin embargo, dudas al respecto, y ya desde hace tiempo se escuchan expertos en Derecho Constitucional australiano que señalan que nada impide a los estados aprobar leyes de matrimonio que concedan a las parejas casadas todos los derechos y obligaciones que marcan las respectivas legislaciones estatales (una situación similar a la existente, por ejemplo, en Estados Unidos).

Está por ver que posición adoptarán, si el proyecto llega a discutirse, los legisladores laboristas de Tasmania, teniendo en cuenta que el Partido Laborista de ese estado se pronunció masivamente en 2009 a favor del matrimonio igualitario. Y hace unas semanas la Cámara de Representantes de Tasmania aprobaba, con el voto a favor de los laboristas, una moción de los Verdes solicitando directamente al Gobierno federal que promueva un cambio legislativo en ese sentido.

Conviene tener en cuenta que el Parlamento federal australiano ha aprobado recientemente una ley por la cual partir de ahora el Gobierno federal no podrá vetar la aprobación de leyes por algunos territorios australianos sobre los que ahora sí tenía esa capacidad. Entre ellos no se encuentra el estado de Tasmania, pero sí Canberra, la capital federal, en la cual también habría una mayoría política a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo. La apertura de la vía de los territorios y estados parece ser, en este sentido, una posibilidad cada vez más real si la discusión a nivel federal fracasa.

Los jóvenes laboristas quieren trasladar discusión a Nueva Zelanda

La discusión que está teniendo lugar en Australia bien podría, por cierto, resucitar el debate en la vecina Nueva Zelanda, país que desde 2005 dispone de una ley de uniones civiles abierta a las parejas del mismo sexo. Esa sería la intención de las juventudes laboristas, diecisiete de cuyos miembros acudieron al congreso de los laboristas australianos y quedaron prendados de la idea. «Creemos que también ha llegado la hora de acabar con esa discriminación en Nueva Zelanda. Si dos personas se quieren deberían poder contraer matrimonio. Es una cuestión de derchos humanos fundamentales», ha declarado la líder de los jóvenes laboristas neozelandeses, Ella Hardy.

Por el momento, después de que los conservadores renovaran recientemente su mayoría parlamentaria, la lucha de los jóvenes laboristas deberá centrarse en convencer a su partido -hoy en la oposición- de la necesidad de asumir dicha reivindicación.