Nuevo caso de violencia intragénero: un hombre mata a su novio y se suicida en Madrid
Arián Pablo Wenstein, de 47 años, se arrojó el martes al vacío desde lo alto del viaducto de la calle Bailén de Madrid, tras matar al que al parecer era su pareja, Mario Aparicio Anaya, de 40 años. Wenstein, que murió en el acto, iba vestido de mujer, y justo antes de lanzarse comentó su crimen a los transeúntes, aunque sin dar detalles.
Los testigos explicaron a la Policía el relato de la víctima. Finalmente averiguaron cual era su domicilio, en el número 9 de la calle Libertad, en pleno barrio de Chueca, y efectivamente allí encontraron un día después el cadáver de Mario Aparicio Anaya, cosido a puñaladas. La Policía ha iniciado las investigaciones para determinar qué pudo suceder antes del crimen, aunque todo apunta a que se trata de un nuevo caso de violencia el seno de una pareja homosexual o violencia intragénero. La última muerte de este tipo ocurrida en España y recogida en los medios ocurrió en julio, cuando un hombre acababa de varios disparos con la vida de su exnovio y se quitaba posteriormente la vida.
La violencia intragénero es, sin duda, una realidad invisible que sufren muchos gays y lesbianas, como han puesto de manifiesto, por ejemplo, los estudios llevados a cabo por la asociación vasca ALDARTE (puedes descargar aquí un interesante documento con los resultados de una encuesta online a 110 víctimas de este tipo de violencia en 2009). Ante esta realidad, los colectivos LGTB reclaman cada vez más acciones legislativas. El colectivo COLEGAS, por ejemplo, lanzó el año pasado una campaña solicitando la inclusión de las parejas homosexuales en la ley de violencia de género. Otros activistas no creen que esta realidad deba abordarse a través de la ley de violencia de género (concebida específicamente contra la violencia ejercida por el varón contra la mujer) y reclaman medidas específicas.
Una diferencia no tanto penal como en las medidas de protección
Por lo que se refiere al tratamiento penal la justicia sí puede hacer uso de la legislación general contra la violencia doméstica para castigar la violencia intragénero. Una posibilidad que ya despejó en marzo de 2010 la Audiencia Provincial de Cantabria, que aunque no apreció delito de violencia de género en la agresión por parte de una mujer hacia su esposa sí la condenó por un delito de violencia doméstica a siete meses de prisión y a la prohibición de acercamiento a menos de doscientos metros durante dos años. Aquel fallo explicaba no hay restricciones al sexo del agresor hacia una pareja femenina cuando la víctima sea especialmente vulnerable y conviva con el autor/a de la agresión, pudiéndose aplicar el delito de violencia doméstica. Parecido criterio fue aplicado meses después en el caso de un matrimonio gay cuyos cónyuges se agredieron mutuamente y que fueron condenados por sendos delitos de violencia doméstica.
La diferencia fundamental de tratamiento entre la violencia de género y la violencia intragénero, como señala ALDARTE, no es por tanto de tipo penal, sino en el acceso a las medidas de protección de la víctima reguladas por la ley de violencia de género para las víctimas de violencia machista: la posibilidad de acudir a un centro de acogida, cambiar de trabajo y de domicilio, excedencias laborales en el caso de la función pública, ayudas económicas, promoción laboral, etc.
Venga va, lo que me faltaba por ver.
Me parece increible que una página LGTB entre en el juego de las hembristas poniendo un nombre a cada tipo de maltrato. Estáis apoyando el argumento de que «como son cosas distintas tienen que tener distintas leyes».
Por culpa de hacer una ley contra el maltrato exclusiva para mujeres, el resto de personas no cuentan con medidas de prevención, facilidad de denuncia, protección y ayudas. Condenando a una situación de sufrimiento y muerte a cientos de miles de personas en este país.
Estoy con #1 En fin .
La legislación sobre violencia de género protege a las víctimas mujeres de agresores hombres, pero no contempla casos de victimas y agresores del mismo género, o de víctimas hombres y agresoras mujeres (menos comunes pero existen), desprotegiendo a ese grupo de víctimas.
Variar las penas y medidas de protección según el sexo de los implicados en vez del propio es una injusticia que viola los principios de igualdad de la constitución.
El próximo gobierno debería reformar la ley para que proteja a TODOS de la violencia, no sólo a unos pocos.
Qué horror, y qué pena… una vida truncada y además con esa violencia y sufrimiento porque a alguien le viene en gana disponer de la vida ajena.
Por cierto, en los dos casos que habláis son tipos mayores (sobre todo en el caso que explicáis de julio del chaval de 28 años que trabajaba en el gym) respecto a una pareja más joven, no sé si tendrá que ver.
No sé qué mierda les pasa a esa gente, es incomprensible.
Nadie está obligado a permanecer con nadie y ni mucho menos a someterse a otra persona.
Obviamente la gente que sufre violencia en el seno de la familia es un agravante y si la víctima está en inferioridad de condiciones para defenderse más aún, pero no creo que sea aquí aplicable la ley de violencia de género en sí(que intenta combatir la violencia machista, es decir ideológica, por la que el macho intenta someter a la mujer) pero eso no quita que las penas y medidas de protección de ésta sean aplicables en los casos de familias homoparentales pues a quien le toque un psicópata de estos desde luego que solo no puede defenderse.
Una persona se convierte en víctima de maltrato porque mentalmente es más débil que su agresor. Si no fuese así, no sería una víctima.
El motivo que origina el maltrato no importa. Tanto es así que en un juicio por violencia de género (o doméstica) no se investiga las posibles motivaciones machistas del agresor.
¿y cómo sabes tú que en una pareja homosexual no hay machismo? ¿O cuando se maltrata a un niño? ¿O a un anciano?
A nadie le importa, a las feminazis solo les interesa victimizar a la mujeres heterosexuales para lucrarse con las subvenciones.
Y te recuerdo que la ley de violencia de género se encarga de articular las medidas de prevención, protección y ayudas que todos los maltratados necesitan. Pero no pueden acceder a ellas porque el PSOE and CO decidieron que hay unas víctimas de primera y otras de segunda.
A nadie le importa, a las feminazis solo les interesa victimizar a la mujeres heterosexuales para lucrarse con las subvenciones.
En fin, lo que hay que oír.
Mándale un saludo a tu madre de mi parte.