Un centro de la Universidad de Oxford alquila sus instalaciones a organización homófoba entre fuertes críticas
Polémica en Reino Unido por el hecho de que el Exeter College, centro asociado a la Universidad de Oxford, haya alquilado sus instalaciones para albergar una actividad promovida por una organización cristiana abiertamente homófoba. Voces del mundo académico, estudiantes y grupos en favor de los derechos LGTB han mostrado su sorpresa e indignación. Un graduado en ese centro ha devuelto incluso su diploma.
Michael Amherst devolvió su diploma al Exeter College alegando que no quiere ver su nombre asociado a ese centro tras conocerse que sus instalaciones albergarán un curso promovido por Christian Concern, un grupo abiertamente homófobo y sistemáticamente opuesto a los derechos LGTB. En concreto, aprovechando unos días de vacaciones de los alumnos a finales de marzo, allí se desarrollará la Wilberforce Academy, un programa educativo que tiene como objetivo aportar a los asistentes fundamentaciones de tipo bíblico que guíen su «liderazgo» en la vida pública. Christian Concern está relacionada además con el Christian Legal Centre, entidad que presta asesoramiento a Lesley Pilkington, una psicoterapeuta cuya licencia fue suspendida por la British Association of Counselling and Psychotherapy al conocerse una investigación periodística que defendía que la homosexualidad es una enfermedad «que se puede curar» y ofrecía las peligrosas «terapias reparadoras».
El alquiler de las instalaciones del Exeter College para esta actividad ha sido muy criticado por voces del mundo académico y estudiantes. The Oxford Student, un periódico elaborado por los propios estudiantes de Oxford, ha publicado por ejemplo un duro artículo titulado «Exeter da la bienvenida a los homófobos». También la organización Stonewall ha mostrado su indignación.
La junta rectora del Exeter College, por su parte, ha descartado que a estas alturas pueda cancelarse el contrato pero se ha dirigido a Christian Concern para pedirle que las actividades que tengan lugar allí se ajusten a las políticas de igualdad del centro. La rectora Frances Cairncross también ha confirmado que el Exeter College revisará las políticas de contratación de sus instalaciones.
Es terrible que las Universidades —que deben ser centros del saber— den pábulo a discriminadores (junto a, por ejemplo, charlatanes pseudocientíficos). Por desgracia, poderoso caballero es don dinero, y eso es hoy lo que manda.
Por lo que he estado leyendo, el reservar sus instalaciones para conferencias da mucho dinero a la universidad de Oxford; a la vez, da prestigio a los conferenciantes.
He traducido un texto de un estudiante de Oxford:
El problema es que esto ignora un hecho fundamental sobre la libertad de expresión: algunas palabras hacen daño. Los límites de la libertad de expresión reflejan este hecho.
Creo firmemente que el discurso de estas organizaciones es altamente dañino porque perpetúa las mentiras y los estereotipos negativos que muchos de nosotros estamos acostumbrados a encontrar. Éxeter se tiene que despertar y tomar seriamente a los organizadores de la conferencia.
Porque cuando esas organizaciones comparan a las personas gais con pedófilos y dicen que somos más propensos a abusar de los niños hacen un daño real a personas gais como yo. Cuando dicen que no podemos tener un matrimonio o una familia reales, que todas nuestras relaciones son ‘inmorales’ o ‘no naturales’, y que el sexo es ‘dañino’ y causa ‘problemas físicos y mentales serios’, hacen un inmenso daño porque sus palabras afectan al mundo real. Esas palabras afectan a la madre de un amigo íntimo que avisó a su hijo cuando salió del armario de que ‘no cogiera el VIH’. Afectan también al padre de otro amigo, un pastor religioso, que dijo a su hijo que su mayor miedo en la vida había sido la salida del armario de su hijo y que ‘ya no podía tener una familia’. […]
La idea de que estos grupos pueden decir estas cosas desde los púlpitos de las iglesias, en público, o en una conferencia en el teatro de Éxeter, y que no tiene efectos negativos en la comunidad LGTB es simplemente falsa.
Y todo esto antes de hablar del mito de la cura de los homosexuales que estas organizaciones propugnan. Hablando con una chica cristiana esta semana en Oxford, me dijo que seguramente habría unos cuantos gais cristianos a los que les gustaría probar esa terapia. […]
El principal objetivo de la libertad de expresión es que la verdad salga a la luz. Defendemos y apoyamos nuestro ‘mercado de ideas’ porque es a través de los argumentos y contra-argumentos como se manifiestan las mentiras y la pseudociencia que son estos conferenciantes.
Pero aquí hay otro problema – ¿cómo va a desafiar estas dañinas ideas Éxeter cuando permite una semana de conferencias que las apoya?