La Iglesia y sus medios radicalizan su ofensiva contra el aborto con declaraciones desafortunadas que faltan al respeto a las víctimas de abusos y violaciones
El prefecto de la Congregación por el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cardenal Antonio Cañizares, ha restado importancia a los abusos a menores cometidos en instituciones regidas por la iglesia católica irlandesa durante años, recientemente denunciados por una comisión gubernamental irlandesa, en declaraciones a la televisión catalana TV3. Aunque reconoce que estos abusos constituyen conductas condenables por las que la iglesia debe pedir perdón, Cañizares afirma que «no es comparable lo que haya podido ocurrir en unos cuantos colegios» con «los millones de vidas destruidas por el aborto».
Las palabras de Cañizares han provocado la inmediata respuesta de la ministra de Sanidad y Política Social Trinidad Jiménez, quien las ha calificado de «irresponsables e inoportunas». Para Jiménez, este tipo de agresiones se cometen «normalmente en menores y contra su voluntad, y afectan de una manera terrible para el resto de su vida».
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Modificamos el titular y contenido de esta noticia ya que, según parece, el de Cañizares no es el único despropósito de la Iglesia en cuanto a su valoración de lo que supone una violación. Acaba de llegarnos una información de El País, según la cual Ricardo Benjumea, el redactor jefe de la revista Alfa y Omega, editada por el arzobispado de Madrid, plantea en un artículo -no sin antes dejar claro que no es su intención frivolizar- un argumento poco menos que sorprendente. Según él, si pasamos a entender el sexo a algo meramente lúdico, tal vez -se plantea- debería desaparecer la violación del Código Penal, y añade que debería equipararse la violación a ‘obligar a alguien a divertirse durante unos minutos’. Menos mal que al final desvela que todo es un ejercicio de imaginación al que nos somete, culminando su reflexión con un elocuente párrafo: ‘Esa hipotética indignación [la que provocaría la despenalización de la violación] es un motivo de esperanza, porque demuestra que la deshumanización de la sexualidad, que promueve el gobierno, todavía no ha llegado a un punto de no retorno’.
Raúl Madrid
pues a lo mejor me paso de ordinaria pero este pedazo de hijo de satanás está pidiendo a gritos pudrirse en el infierno
con perdón
estos tipos son tontos del culo… para que lo entiendan bien. por que sus madres no abortarian? seguro que ahora si que hubieran deseado hacerlo… como para que se les relacione con ellas.
¡no dejeis que los niños se acerquen a él!
La Iglesia está completamente loca.
¿Cómo que estos abusos constituyen conductas condenables por las que la iglesia debe pedir perdón? son delitos por los que tendrían que ser juzgados, unos cuantos curas en la cárcel y a lo mejor se lo pensaban dos veces antes de abusar de un menor, pero claro, como les sale casi gratis…
Joder con la carcundia, cada vez está peor. Qué asco me dan…
No voy a añadir nada, porque me repito mas que el ajo, ya conocéis sobradamente mis opiniones sobre estos criminales con túnica.
Pues yo, milady, voy a ser más ordinario que Vd.:
Este tío lo que es es un hijo de puta. Sin paliativos y con perdón de su madre, que no tenía la culpa de nada.
Mi opinión.
El prefecto de la congregación por el culto divino y la disciplina de los sacramentos, al pobre lo tenemos que perdonar. Es muy mayor el hombre y su cabeza se ha estropeado.
La pena es que no tenga de 5 a 12 años y se lo pasen por la piedra todo un regimiento.
Por cierto, aunque no se aprecia muy bien, aquí tenéis una foto del Minicardenal Cañizares (ahora ya no lo es, ha ascendido) divinísimo en su capa magna:
http://farm2.static.flickr.com/1349/1109128190_0df6daf9a7_m.jpg
Si cuando yo digo que estos quieren volver a la época medieval.
Con razón hace años que no me encuentro con ningún católico visible.
Viene que ni pintada para la ocasión, una frase de una novela de humor surrealista que acabo de terminar sobre la supuesta llegada del Anticristo y, con él, del Apocalipsis, en la que un ángel y un demonio tienen una conversación de amigos, después de conocerse desde hace más de 6000 años. El demonio acaba confesando, más o menos:
«No importa lo malvado que puedas ser o qué estratagema inventes para recaudar más almas para el infierno. Ellos ya lo habrán hecho antes. Los humanos son capaces de crueldades y vilezas que a nosotros no se nos ocurrirían ni en un millón de años».
Pues eso.
debería equipararse la violación a ‘obligar a alguien a divertirse durante unos minutos’.
Lo ha probado y le ha gustado, evidentemente.
Es gente de esta por la que yo estoy pensando en hacerme wiccano, ¿pero como se le ocurre comparar una cosa con la otra? si no tienen nada que ver, a ver, que la asociación libre de ideas puede ser graciosa a veces, pero esto ya es pasarse.
Luego además encima tenemos que soportar el que los que usan y abusan de métodos como el divorcio y el aborto sean profundamente de derechas y religiosos, amos hombre, un poco de principios.
Mayor Oreja ya ha salido a la defensa de Cañizares, diciendo, según leo en El País: Tras señalar que no entra en valorar la oportunidad de la comparación, ha dicho que «en la ordenación, lo que significan estrictamente las dos cosas, la postura del cardenal es exacta».
Es decir, según Cañizares y Mayor Oreja, aunque las dos cosas sean deleznables, es peor abortar que abusar de un menor.
Me gustaría saber que opinarían sobre que lugar tendría que ocupar el «pecado» de «que dos homosexuales adopten un niño».
Esto de «ordenar» los «pecados» por orden y decir que algo que está tipificado como delito, y que toda la sociedad coincide con que es una barbaridad, es menos malo que un aborto, en el cual, cuanto menos, hay discrepancia.
Parodiando a Asterix: ¡Están locos estos Romanos!
Dice el fulano: «porque demuestra que la deshumanización de la sexualidad, que promueve el gobierno«. No señor, los que promueven esa deshumanización son ustedes pidiendo a las personas que renuncien a una parte de sí mismas que les puede originar transtornos, como a la vista han estado. Así que menos monsergas…. hagan el amor y no la guerra.