Un hombre como Dios manda
Varias veces se me ha pasado por la cabeza escribir una carta para este blog, pero pienso que igual no interesa lo que voy a escribir y lo dejo. Últimamente, se han publicado varias noticias sobre miembros y simpatizantes del Opus Dei y me apetecía contar cómo crecí en una familia que pertenece a esa organización. Como veréis más adelante, el modelo de familia que algunos defienden como el ideal para los niños no lo fue en mi caso. También he escrito esta carta porque acabo de cumplir 25 años y quería dar las gracias a las personas que han contribuido a que esté viviendo un momento muy feliz en mi vida. Espero que si algún chaval lo está pasando mal, al leer esta carta se sienta más fuerte y con esperanza de vivir un futuro mejor.
Nací en la primavera de 1984 en una familia tradicional y muy religiosa (a Rouco se le caería la baba). Mi padre era el hombre más feliz del mundo porque Dios había escuchado sus oraciones y le había regalado un hijo varón. Aunque a algunos les pueda parecer extraño, para mis padres, yo era un regalo de Dios. Cuando tenía 4 meses, mis padres viajaron al Vaticano para que Juan Pablo II me bendijese. El Papa me cogió en sus brazos y me bendijo. Todavía ahora, cuando voy a casa de mi madre y veo la foto, no puedo evitar sonreír al ver al Papa con un bebé mariquita en sus brazos. Mis padres eran miembros del Opus Dei y querían evitar a toda costa que «la sociedad moderna y decadente» corrompiese mi vida.
Durante los primeros años de mi vida, era un niño feliz y sentía una admiración sin límites hacia mi padre. Éramos inseparables y hacía todo lo posible para complacerle y que se sintiese orgulloso de su hijo. Mis padres me inscribieron en el colegio Torrevelo (un centro del Opus Dei en Santander) y estaban encantados porque era uno de los alumnos más brillantes. Dios estaba omnipresente en el hogar en que pasé mi infancia y adolescencia. Crecí muy aislado de la sociedad. Todas las actividades extraescolares en las que participé eran organizadas por grupos vinculados al Opus Dei. Los niños no podíamos ver la tele ni jugar con videojuegos. A muchos os podrá parecer muy raro, pero como casi todos los niños con los que me relacionaba vivían en las mismas condiciones, a mi me parecía normal.
A partir de los 8 años, mi primo Jesús y yo empezamos a ir a un campamento de verano organizado por La Obra. Mi primo era mi mejor amigo y, para los dos, el campamento era uno de los momentos más esperados del año. A los 13 años mi primo y yo empezamos a masturbarnos juntos. Los dos nos sentíamos culpables y decíamos que no lo volveríamos a hacer pero seguimos pajeándonos todas las noches. Cinco días antes de que terminase el campamento mi padre y mi tío vinieron a recogernos. No sabía que había pasado pero al ver la cara de mi padre me di cuenta que era algo grave. Nunca olvidaré la frialdad de mi padre al decirme «recoge tus cosas que nos vamos». Le pregunté inquieto que si había pasado algo y el me respondió “tú sabrás si has hecho algo malo”. Me quedé helado. Entré con mi primo en la tienda de campaña para recoger nuestras cosas, y me dijo que le había confesado a uno de los sacerdotes lo que habíamos hecho. Mi mundo se vino abajo. Me puse a llorar como nunca había llorado. No podía controlarme y me hice pis. Al verme en ese estado de desesperación, mi primo salió a buscar a mi padre. Cuando mi padre entró en la tienda, yo estaba tirado en el suelo llorando. Mi padre me dijo en tono serio que me levantara. Me levanté llorando y pidiéndole perdón. El me dijo que dejase de llorar y que ya hablaríamos en casa. Estaba hecho polvo y nada más entrar en el coche me quedé dormido. Al llegar a casa, nada más abrir la puerta, vi a mi madre que nos estaba esperando. Al verla, rompí a llorar y le pedí perdón por lo que había hecho. Mi madre me abrazó y me decía cosas cariñosas para intentar consolarme. Mi padre interrumpió ese abrazo con mi madre pronunciando una frase que nunca olvidaré: «sigue tratándole así que nos va a salir maricón, como tu hermano». Me quedé helado. Mi padre me ordenó que me fuese a la cama y me dijo que ya hablaríamos. Me metí en la cama y en lo único que podía pensar era que mi tío Miguel, al que sólo había visto un par de veces en mi vida, era maricón. Aunque en esa época de mi vida no hubiese reconocido de ninguna manera que era homosexual, me sentí inmediatamente identificado con mi tío Miguel. La revelación de la homosexualidad de mi tío despertó en mi una gran curiosidad hacia ese familiar que vivía en Inglaterra y del que se evitaba hablar en nuestra familia. Pasé casi toda la noche pensando en él y tardé mucho en poder dormir. Esa noche no podía imaginarme lo mal que lo pasaría los próximos cuatro años y lo importante que sería en mi vida mi tío Miguel.
La mañana siguiente me sentía fatal. No había dormido casi nada y presentía que el día iba a ser muy duro. Mi padre, como todas las mañanas, salió a desayunar y leer la prensa al bar de siempre. Mi madre y yo estábamos acabando de desayunar cuando llegó mi padre. Entró en el salón y me dijo que me diese prisa porque nos íbamos, ya que teníamos que hablar de muchas cosas «entre hombres». Recuerdo que era la cosa que menos me apetecía del mundo. Me sentía sin fuerzas y, francamente, estaba acojonado. Mi madre debió de darse cuenta porque, antes de salir por la puerta, me abrazó y me susurró al oído que me tranquilizase porque lo hacían por mi bien. Mi padre era psiquiatra y me llevó a su despacho. Os ahorraré los detalles del sermón que me soltó. El caso es que, al cabo de una hora de contarme lo horrible que es la homosexualidad y lo infelices que eran sus pacientes homosexuales, me hizo jurar con la mano sobre el crucifijo de mi primera comunión que no volvería a ceder a las pulsiones homosexuales. Nos arrodillamos y rezamos juntos, y al levantarnos puso su brazo sobre mi hombro y dijo «mi hijo será un hombre como Dios manda, de eso me encargo yo».
Lo cierto es que la relación entre mi padre y yo nunca volvió a ser la misma. Por mucho que rezaba y que juraba que nunca lo volvería a hacer, cada vez me sentía más atraído por los hombres. Cuando me quedaba solo me pajeaba como un condenado. Cuanto más me reprimía más salido estaba. No paraba de mirar los culos y los paquetes de los compañeros de clase. Me volvía loco en el vestuario viéndoles en calzoncillos y luego me mataba a pajas. Me imagino que la mayoría de los chicos de mi clase también harían lo mismo pensando en las chicas, pero la diferencia es que yo me sentía sucio y culpable. Según pasaba el tiempo, me sentía cada vez más solo. Sabía que no podía contar con mis padres para ayudarme y en el colegio la situación se volvió insoportable. Alguien divulgó el rumor de que era maricón y los compañeros de clase empezaron a putearme. Al principio eran insultos en el recreo y pintadas «Fernando maricón». Yo sabía que si les decía algo a mis padres podrían sospechar y no les dije nada. Pero un grupo de chicos se propuso hacerme la vida imposible. Pasaron de los insultos a las collejas y las patadas. Un día, al entrar en clase vi como todos me miraban y se reían. Al ir a sentarme vi que habían dibujado una polla en mi silla. Hice como si no lo hubiese visto y me senté mientras se reían. Durante la clase oía los comentarios homófobos y las risas. Yo era un chico muy tímido y reprimido. La única visión de la vida que tenía era la que me habían enseñado en casa y en el colegio. Recuerdo, por ejemplo, que cuando empezaron a salirme pelos en los sobacos y los genitales me sentía sucio y muy avergonzado. En el fondo, me parecía normal ser humillado por mis compañeros por ser homosexual.
Fueron unos años horrorosos que destrozaron mi autoestima. Un día, me rodearon unos chicos en el recreo y me dijeron que tenía que pelearme con uno de ellos. Como me negué a hacerlo, se tiraron todos sobre mí y me dieron una paliza. Estaba desesperado y necesitaba hablar con alguien. Al llegar a casa, busqué en la libreta de mi madre el teléfono de mi tío Miguel. Cogí dinero y salí a una cabina para llamarle. Entré en la cabina y me costó marcar el número porque me temblaban los dedos. Entre llantos, pude hablar con mi tío y contarle lo que me estaba pasando. Mi tío se quedó muy preocupado y me dijo que vendría a Santander el sábado para verme. Al día siguiente me llamó a casa cuando mis padres no estaban y pudimos hablar más tranquilos. Quedamos que nos veríamos en un bar, sin que lo supiesen mis padres.
Llegó el sábado y fui a la cita con mi tío. Al llegar al bar le vi esperando en la puerta. Me acerqué tímidamente y le di la mano, pero el dijo «dame un abrazo, coño, que somos familia. Joder como has crecido». Enseguida me sentí cómodo con él. Le conté lo que me estaba pasando y noté como su sonrisa desaparecía de sus labios y cada vez parecía más indignado. Le conté que mi padre me dijo que sus pacientes homosexuales no eran felices. El me dijo que no le extrañaba porque ser homosexual y paciente de mi padre era para pegarse un tiro. Pero también me dijo que hay muchos homosexuales felices y que los que de verdad no son felices son los que no se aceptan. Me contó cosas sobre su casa en Brighton, su novio Jim, su trabajo, etc. Mi tío me dijo que podía contar con él para lo que necesitase. Pasé unas horas inolvidables con él. Volví a casa sobre la ocho y mi padre me preguntó que dónde había estado tanto tiempo. Le dije que por ahí. El dijo «ay pillín, con una chica». El mundo de mi padre y el mío estaban cada vez más distantes.
El haber podido compartir con mi tío lo que estaba viviendo, el sentir que me comprendía y me apoyaba me dio mucha fuerza. Durante las semanas posteriores a nuestro primer encuentro hablamos mucho por teléfono y vino a verme en 2 ocasiones, una de ellas con Jim. Al ver lo mal que lo estaba pasando, me dijeron que si me apetecía podía irme a vivir con ellos a Brighton. Mi tío me explicó que, teniendo yo 17 años, mis padres no podían obligarme a vivir en casa. Para mí, la oferta de Jim y Miguel, supuso la oportunidad de abandonar una realidad oprimente y empezar una nueva vida. Quería irme ya, pero me convencieron de que era mejor hablar con mis padres e intentar hacer las cosas por las buenas. Decidimos que el sábado 24 de marzo 2001 (nunca olvidaré esa fecha), aprovechando la celebración de mi decimoséptimo cumpleaños, mi tío vendría a comer a casa de mis padres y hablaríamos con ellos. Para que la cosa fuese más fácil, decidí escribirles una carta a mis padres en la que les decía que era homosexual, les contaba lo mal que lo estaba pasando en el colegio y les decía que me iba a vivir a Brighton con Miguel. También les decía que les quería mucho y que esperaba que siguiésemos unidos a pesar de la distancia. Fue una carta que me costó mucho escribir. Derramé muchas lágrimas y la escribí varias veces para intentar encontrar las palabras más apropiadas para decirles lo que sentía.
Finalmente, llegó el día tan esperado y temido. Pasé la noche casi sin dormir por mi estado de nerviosismo. Mi tío llegó a las 12. Recuerdo que me impactó lo contenta que estaba mi madre de volver a ver a su hermano y la frialdad – por no decir el desprecio – del saludo de mi padre. Como habíamos planeado, mi tío hizo como si no me hubiese visto desde hace años. Sólo cuando leyesen mi carta conocerían la verdad. Una vez en el salón, mi madre propuso que abriese los regalos, pero les dije que antes tenía yo una cosa para ellos. Al ir a mi cuarto a buscar las cartas, vi la cara de sorpresa de mi tío. Habíamos convenido que se las entregaría después de la comida, pero no podía aguantar más la situación y decidí precipitar los acontecimientos. Todo fue muy rápido. Saqué las cartas del bolsillo de mi chaqueta y le di una a mi madre y otra a mi padre. Empezaron a leerla y mi madre rompió a llorar. Mi padre la leía con aspecto serio y no decía nada. Cuando acabó de leerla, mi madre vino a abrazarme llorando. No paraba de decir «mi ratoncito, mi ratoncito» (así es como me llama desde pequeño). Sin decir nada, mi padre se levantó del sillón y se fue a su habitación. Mi madre y yo estuvimos abrazados y llorando durante unos minutos hasta que vi volver a mi padre con mi pasaporte en la mano. Se dirigió a mí con un tono muy frío y distante para decirme que no me iba a retener, pero que antes de irme tenía que escucharle. Me dijo que Dios nos pone a todos a prueba y que la tentación homosexual era mi prueba. Se acercó a mí y me dijo, mirándome a los ojos, que sabía que resistir a la tentación sería difícil, pero que era la única posibilidad que tenía de ser un hombre de Dios. Añadió que si escogía sacrificarme me apoyaría y me daría todo lo que necesitase, pero que si cedía a la tentación dejaría de ser su hijo. Mi madre le pidió que no dijese eso. Y él respondió «la homosexualidad no es el camino de Dios y no le acompañaré si toma ese camino». Recuerdo perfectamente esa frase porque esas fueron las últimas palabras que escuché de mi padre. Dejó el pasaporte encima de la mesa y se encerró en su habitación. Mi madre me pidió llorando que me quedase. Mi tío y yo le explicamos que necesitaba irme para poder reconstruir mi vida y ser feliz. Mi tío prometió a mi madre que se ocuparía bien de mí y yo le prometí que la llamaría por teléfono todos los días, cosa que hago desde ese día. Nunca olvidaré la desgarradora imagen de mi madre llorando al despedirse de mí. Una vez en el coche que había alquilado mi tío, rompí a llorar. Miguel me abrazó y me dijo que tenía que estar orgulloso porque había sido valiente. Nos fuimos a comer y Mi tío aprovechó para darme un regalo de él y Jim. Era una cinta de vídeo de la película «Beautiful Thing».
Al día siguiente viajamos a Brighton. En el avión, Miguel me dijo que Jim estaba muy ilusionado que fuese a vivir con ellos y que había estado preparando minuciosamente mi cuarto para que me sintiese cómodo. Efectivamente, al llegar a casa, Jim nos estaba esperando loco de contento. Me enseñaron la casa y mi cuarto. Durante los años que viví con mis tíos, Jim se ocupó de mí como de un hijo. Tenía una capacidad de darse cuenta de mi estado anímico que nunca tuvo mi propio padre. Cuando notaba que estaba mal, me ponía la mano en el hombro y me decía «are you alright?» Recuerdo con especial cariño cuando veíamos juntos «Big Brother» (Gran Hermano), comiendo helado. Nos reíamos mucho viendo el programa y cuando mi tío Miguel se enfadaba porque veíamos esas gilipolleces. El cariño de Jim fue esencial para sentirme bien y dejar atrás el sufrimiento pasado.
En Brighton pasé cinco años maravillosos. Fueron unos años de formación personal y profesional que me permitieron reconstruir mi vida. Conocí a otros chicos y chicas lgtb con los que compartí amistad y de los que aprendí mucho. Conocí a mi primer novio, Dale (pronunciado Deil, no seáis malpensados). Nada más verle me enamoré de él. Era muy guapo, pero lo que más me atrajo fue esa sonrisa que tenía y la confianza con la que iba por la vida. Era la prueba viviente que se podía ser joven, gay y feliz. Con Dale hice el amor por primera vez y aprendí a ir por la vida sin miedo. Con él también aprendí lo que duele una ruptura amorosa. Durante esos años, me di cuenta de lo oprimente que había sido mi educación y aproveché al máximo la libertad que tenía viviendo en casa de mis tíos. Tuve una época, después de la ruptura con Dale, en la que follaba más que un conejo. A mis tíos les hacía gracia asistir a la transformación del chaval tímido y reprimido en un follador insaciable. El calentón duró unos meses, hasta que me volví a enamorar. El único momento difícil que viví durante mi estancia en Brighton ocurrió cuando me enteré que a mi padre le diagnosticaron un cáncer. Ocurrió unos meses después de irme de casa y la familia de mi padre me acusaba de ser el responsable de su estado de salud. Mi padre sólo aceptaba hablar conmigo si le pedía perdón y le prometía que iba a cambiar. No lo hice. Mi padre murió en 2003. No asistí a su funeral y no he ido a visitar su tumba. Aunque a algunos les pueda parecer una salvajada, no echo de menos a mi padre. Tampoco siento rencor hacia él, pero no siento su ausencia en mi vida cotidiana. Tras la muerte de mi padre, la relación con mi madre mejoró mucho. Pude visitarla en varias ocasiones y mi tío Miguel y yo la convencimos para que viniese a Brighton a pasar unos días con nosotros. Mi homosexualidad y la muerte de mi padre permitieron a mi madre cambiar y, desde entonces, nos llevamos muy bien.
En 2006, decidí ir a Paris para perfeccionar mi francés y conocí a Alain, mi novio. Tiene 16 años más que yo y, aunque físicamente no corresponde a la imagen que tenía en la cabeza cuando me imaginaba a mi príncipe, somos muy felices. Disfrutamos mucho haciendo la compra juntos, viendo una peli juntitos en el sofá de casa, paseando o, simplemente, quedándonos en la cama los domingos por la mañana. La relación con Alain me ha aportado mucha serenidad y paz interior. Es difícil creer que ese adolescente que sufrió tanto la homofobia de su entorno que rezaba por la noche para no despertar la mañana siguiente vivo pueda ser hoy un hombre feliz. Pero, por muy feliz que sea, nunca olvidaré a ese niño de 13 años que lloraba desconsolado y se hizo pis porque era homosexual y su padre no le aceptaba. No quiero olvidarme de él ni de los chicos que lo estén pasando mal en la actualidad.
Fernando
un abrazo Fernando,
¡cuanto puto sufrimiento para nada!
Me alegra ver que por lo menos has conseguido salir adelante, muchos otros no pueden decir lo mismo
eso es verdad cuando hay muchos que sufren por ese acoso
Ha sido espeluznante leer esto, y más sabiendo que hay tantos casos casos parecidos, la mayoría de los cuales no tienen la suerte de tener un familiar como tu tío Miguel.
Además se agradece mucho la magnífica redacción y la capacidad de narración que tienes.
Un abrazo y mucha suerte.
Es muy triste, muy muy triste que hayas tenido que pasar por todo eso para ser feliz, y hace tan pocos años, que da miedo. Algún día cambiarán las cosas…
Una carta emocionante Fernando. Me alegro mucho de que fueses valiente y de que tuvieses a tu tío a tu lado. Un poco más abajo tienes la historia de un cobarde que llegó a casarse con una mujer a la que no quería y a tener cinco hijos, se llama Rodrigo de Santos y ahora su vida se ha ido a la mierda de la peor forma posible. La tuya la condujiste por el mejor camino que tenías a tu alcance.
Aunque no soy católico me asombra que haya personas que digan categóricamente «este es el camino de Dios» ¿no es una blasfemia decir que Dios se equivoca al crear homosexuales?
Hacia tiempo que no leia algo que me emocionara tanto. Ahora mismo se me caen las lagrimas.
Tu carta es sin duda ningunalo mejor que he leido en DM desde que he entrado aqui.
Estoy tan impresionado que no se como reaccionar
Desde aqui te pido permiso para reproducir parte o todo de tu carta para distribuir a mis amigos que puedan estar en epocas bajas. Eres un ejemplo a seguir
Y todo eso sin mostrar odio hacia nadie
Enhorabuena.
Creo que puedes ser un buen escritor, formador de opinion y un buen lider. Trasmites muy bien no solo tus ideas sino tus sentimientos
Muchas gracias a DM por haber publicado algo tan emotivo y gracias a ti por escribirlo.
Tu tio fue tu santo angel de la guardia y te lo dice un ateo
Que tengas una vida muy feliz con tu novio y que disfrutes de tu vida con esa paz espiritual que irradias por todos los costados.
Evidentemente pasaras por momentos tristes y malos en tu vida, como lo han vivido todas las personas, pero seguro que los puedes superar
Cuenta conmigo para lo que quieras. Tengo muchos años y por lo tanto con mucha experiencia de la vida. Por muy mal que lo pasemos algunas veces despues de tempestad siempre viene la calma.
Sin querer ser presuntuoso te dejo mi mail para que me consultes lo que quieras o para ser tu paño de lagrimas cuando te haga falta
Amigos como tu son los que hacen falta en la vida
Con todo mi respeto
Angel Menendez Frey
angelmfrey@hotmail.com
No sé porqué pensabas que no iba a interesar a nadie. A mí al menos me ha interesado mucho. Me alegra que hayas podido salir de ese agujero y que hayas compartido tu historia con nosotros.
Todo lo relacionado con la Iglesia cada vez me parece más siniestro. Tu historia me ha recordado a un psicólogo que me orientó profesionalmente cuando tenía dieciocho años o así. Pertenece a los soldados de Cristo, o algo así. Era un pez relativamente gordo, ya que montaba las vigilias de la Inmaculada cada año en Madrid (me contaba orgulloso los millones que se gastaba en publicidad de esas misas) y se ocupaba de las visitas al Papa en España.
En mala hora me convencieron para contarle mis dudas sobre la homosexualidad. Me dijo que era el demonio quien me hablaba y que no debía escuchar. Me dijo que yo era muy inocente y no sabía cuánto daño hacen los homosexuales al mundo. Me dijo que no le extrañaba que muchos acabaran suicidándose. Indignado, le dije: «si se suicidan será por la culpabilidad que tú les metes». Él respondió «No, es porque ellos mismos se dan cuenta de que lo que hacen no está bien».
Este hombre era culto, inteligentísimo, con buena presencia. Yo confiaba en él y le tenía aprecio. Pero escuchar estas palabras, esta especie de confesión o aprobación de «suicidios inducidos», me hizo salir de allí con náuseas. Fue uno de los momentos más desagradables de mi vida, por pensar en todos aquellos adolescentes con dudas cuya vida habría quedado destrozada por la intervención de este personaje, o de tantos como él.
Muy emocionante, Fernando, muy aleccionador. Un testimonio ineludible para todos los jóvenes que lo están pasando mal en estos momentos. Disfruta de la vida. Si lo haces en París, doble suerte porque es una ciudad preciosa. En los malos momentos que te queden por venir recuerda lo fuerte que fuistes en tu adolescencia y juventud. Gracias a DM por este testimonio. Y en cuanto a las religiones: indiferencia. Solo así nos libraremos de todas ellas.
Me resulta uno de los textos más conmovedores que he leído en Dos Manzanas en mucho tiempo, Fernando. Probablemente, porque me siento reflejado en algunas de tus experiencias, porque en otras me siento cercano de Alain. Y porque pones la carne de gallina.
Muchísimas gracias por compartir ese pedacito de tu corazón con nosotr@s
Es una de las historias mas bonitas que he leido en dos manzanas, aunque mi vida se parece a la tuya, pero no tan dramatica, ya que mis padres tan conservadores y tan catolicos no son del opus dei, a mi madre cuando le dije que vivia con un chico me soltó «que asco», pero pasados unos dias, parece como olvidado y no me recrimina nada.
Yo he conseguido rehacer mi vida y pasar esos estados de enamorarse romper y buscar a alguien con quien comparatir mi vida.
Me siento cercano a ti
Un abrazo
Santiago
Por cierto, olvidaba decir una cosa. Seguro que no es en esto en lo que pensaba tu padre pero … Puedes estar bien orgulloso: eres un hombre como dios manda, o mejor todavía, como tu mismo has decidio mandarte. Un abrazo.
es muy curioso como en meneame han decidido descartar esta carta, se deben haber quedado de guardia todos los del Opus
os envio el enlace para que le deis un empujoncito
http://meneame.net/story/un-hombre-como-dios-manda
¿Que no le iba a interesar a nadie? Ni te imaginas la de gente que se sentirá identificada contigo al leer esto. Y la de gente que romperá a llorar por verse reflejado en esta vida tuya, y no haber tenido la valentía de romper con todo y vivir su vida, como sí has hecho tú.
Me alegro de que estés viviendo en la más absoluta normalidad (que al fin y al cabo es como debería ser siempre). Si me lo permitís, voy a enlazar esta carta desde mi blog. Cuanto más se difunda el mensaje, más probabilidad de que alguien al otro lado, se decida a dar el paso de ser feliz en su vida.
¡¡Ánimo, Fernando!!
Toda mi solidaridad contigo, yo fui otro ‘Fernando’ y ahora, también, soy un maricón feliz. Un abrazo fuerte y felicidades por tu valentía.
#11
Es bastante raro, meneame suele ser bastante progay y antiopus. Bueno, no hay mas que ver lo de la individua esa que dice ser profesora de bioética.
Y no es la primera noticia contra el opus que se envia, habiendo llegado a portada bastantes.
Y la usuaria que dice que es dupe sin poner el enlace tampoco es precisamente de los que son creyentes y opusinos.
Respecto al Opus, es una ideologia dañina y perversa, basada en la glorificacion del sufrimiento y la anulacion de la persona en base a un ente sobrenatural superior que al parecer así lo quiere.
Invento español tenía que ser, del facha ese del Balaguer, hace poco beatificado por cierto, con asistencia pepera.
Recomiendo al respecto esta web formada por ex-integrantes del opus para ver como son las cosas por ahí:
http://www.opuslibros.org/
Posteo con un nudo en la garganta, porque imagino que como casi todos los que nos pasamos por aquí hemos pasado alguna noche llorando por motivos similares. Si es cierta la historia, es digna de ser llevada a guión de cine, desde luego. ¿Una secuela de «Camino»? Jeje.
Yo tuve que emanciparme de casa de mis padres para poder dar el salto «hacia afuera» (lo que no pude hacer hasta los 25 años). Mi subconsciente no me permitió hacerlo antes.
Fernando, un abrazo muy fuerte y enhorabuena por tu redacción, por tu impresionante valentía y por esa ausencia de odio o rencor que personalmente es lo que más te envidio.
Con tu permiso enlazo la carta también a mi blog, porque textos como éste son los que pueden compensar el enorme daño que hacen «otros».
Por cierto, Fernando, que la próxima vez que pases por Santander sería para mí todo un honor poder compartir un café contigo y con Alain 🙂
Conmovido. Así me ha dejado tu carta. Y me sumo a las felicitaciones porque a pesar del sufrimiento eres una persona generosa y vital que pudo recuperar la alegría de vivir.
De lo mejor que se ha publicado en DM. Esta carta debería aparecer en los editoriales de los periódicos. ¿ Serían las declaraciones de la homófoba de la UCAM, las que han inspirado a escribir a este chico?. En todo caso la carta viene como «anillo al dedo».
Personalmente me he emocionado hasta las lágrimas (y no es fácil que eso ocurra )pero el párrafo : «…no echo de menos a mi padre. Tampoco siento rencor hacia él, pero no siento su ausencia en mi vida cotidiana».Esto se me ha clavado en alguna parte muy dentro. Yo lo hubiese dicho exactamente igual.Fernando: dedícate a escribir.Es lo tuyo.Gracias por esta carta.¡Claro que interesa, y mucho!
Una carta muy interesante. Dejo los enlaces a tres testimonios relacionados que también pueden ayudar mucho a mucha gente:
GAY EN EL OPUS DEI
http://opusvalladolid.wordpress.com/2008/04/15/gay-en-el-opus-dei/
Mi experiencia en el Opus Dei: entrada y salidad de otro gay más
http://opusvalladolid.wordpress.com/2008/07/16/mi-experiencia-en-el-opus-dei-entrada-y-salidad-de-otro-gay-mas/
Yo también soy gay y fui a un colegio del Opus Dei
http://opusvalladolid.wordpress.com/2008/05/28/yo-tambien-soy-gay-y-fui-a-un-colegio-del-opus-dei/
Es de lo más conmovedor que he leido ultimamente, me has emocionado mucho.
Me alegro que fueras encontrando tu camino.
Esa diferencia de edad es la misma que tengo con mi marido, que raro me resulta todavía decirlo.
Ánimo y gracias por compartir estas vivencias tan íntimas con todos nosotros, seguro que les harán mucho a bien a quien se encuentre en situaciones parecidas.
Gracias a tod@s por vuestras reacciones. No sé que decir ni por dónde empezar.
Quizás, deciros que me parecía importante relatar algunos episodios dolorosos de mi adolescencia, pero que me gustaría que con lo que os quedaseis es con la posibilidad de salir adelante.
elputojacktwist: Gracias. Soy fan de tus columnas.
albert-journal: Gracias por tu mensaje y subrayar lo que hizo mi tío por mi.
Dr.Turbio: Cada vez que he leído noticias sobre Rodrigo de Santos, no podía evitar pensar en lo diferente que podía haber sido mi vida si no hubiese tenido el apoyo de mi tío Miguel.
Bright: mi email es fernandogarcia1984@hotmail.com No dudes en contactarme.
Rukaegos: En junio estaré unos días en Santander por el cumple de mi madre y a mi también me gustaría tomar un café contigo. Arriba dejé mi email.
Juan: Desgraciadamente, Alain y yo vivimos a las afueras de Bruselas desde hace un año, pero vamos mucho a París.
al: Cómo me recuerda el psicólogo, legionario de Cristo, a mi padre.
Bueno me acaba de llegar un tocho para traducir. Me conectaré esta noche para responderos con más tiempo.
Un abrazo a tod@s
Sin palabras…
Muchísimas gracias por compartirlo, Fernando.
Pese a ser tan joven has vivido situaciones tan duras.
Aquí tienes un amigo para lo que necesites.
Cuando vengas a Barcelona no dudes en avisar: mi puerta estará abierta.
¡Cuanto daño ha hecho y hace la iglesia vendida a la derecha fascista!.
Afortunadamente otros de jóvenes tuvimos la inmensa suerte de conocer la Iglesia Humana (que aunque no salga en los medios existe). La Iglesia acogedora de curas y obispos que viven dignamente y acogen a cualquiera que lo necesita si marginar a nadie.
La Iglesia de curas que, siendo adolescente al contarles que me gustaban los hombres, me respondían: «¿qué problema hay en eso para que lo digas como con miedo?. El Dios en el que creemos nos ha regalado el don del amor: importa poco si somos homosexuales o heterosexuales. Lo importante es amar y ser feliz».
La Iglesia «poco visible» que no encuentra problema alguno en el hecho homosexual y llega a afirmar (tal vez en voz baja, pero lo hace): «soy maricón por la Gracia de Dios».
La Iglesia de Dios no la de la derecha manipulante, rastrera y miserable.
Lo dicho, Fernando: ¡GRACIAS!.
Sigue siendo feliz: lo mereces más que nadie.
Un abrazo.
¡Cachisssss! Cómo me gustaría compartir ese café con vosotros chicos.
Pues ya sabes que estamos a un tiro de piedra de Asturias 🙂 En junio con Fernando, o cuando quieras y te lo tomas conmigo y con mi pareja 🙂
Fernando, me has emocionado mucho con este escrito. ME alegro tanto que hayas superado tu pesadilla y más que hayas decidido contarlo por tantos y tantos adolescentes a los que aún se les hace la vida imposible por causa de su orientación sexual. Un gran abrazo.
Felicidades Fernando!
nos has hecho recordar cosas que muchos ya pensamos olvidadas y no deben caer en saco roto.
abrazos chaval!
J*der, Fernando, me has dejado completamente alucinado.
Había oído de historias similares, pero nunca como algo «de primera mano», y de manera tan cruda.
Tienes un coraje del que ya me gustaría a mí poseer la cuarta parte…
Mi enhorabuena por todo, la historia, y tu manera de salir victorioso de una prueba así.
(Y si no te importa, me apunto el correo para saludarte aunque sea)
Me parece un testimonio impresionante, Fernando, muchas gracias por compartir con nosotros tu experiencia. He de confesar que no creía que fuese posible una historia como esta, en nuestro país, en pleno siglo XXI. Un abrazo muy fuerte.
Simplemente, muchas gracias, Fernando. No he podido evitar un nudo de lágrimas en la garganta al leer tu emocionante carta; pero ¿sabes?, no tanto por ti sino por tantos chicos y chicas que, aún hoy y a pesar de los siempre azarosos avances, siguen atravesando por situaciones parecidas en la más completa soledad, angustia e indefensión. Chavales agredidos por los prejuicios religiosos que siguen campando a sus anchas, repudiados por sus mismas familias que se consideran el colmo de la ‘normalidad’, encerrados en pueblos o pequeños núcleos urbanos donde salir del armario sigue requiriendo un valor sobrehumano, ridiculizados por los idiotas y los ignorantes de turno en muchos medios de comunicación; esos chavales a los que, parece ser, un poco de educación para la ciudadanía convertiría en ‘peligrosos maricones’. Hoy, gracias a ti, todos están un poco menos solos, un poco menos tristes, son un poco más libres. Un gran abrazo,
Nacho Otero
Me alegro de que ahora estes bien y que seas feliz, despues de todo lo que has pasado te lo mereces, bueno me alegro de compartir con tigo eso de tener un tio gay que ha ayudado a que nuestras madres nos «comprendan» un poco. felicidades y conmovedor tu relato es precioso he llorado y todo.
bueno ya se que no viene a cuenta, pero me siento orgulloso de tener 3 primas lesbianas y 4 tios gays.necesitaba decirlo
Gracias y suerte a tod@s xic@s
Nacho, no hace falta estar en la España profunda para pasarlo mal de cara a reconocer la orientación sexual de la familia, sólo basta con tener padres algo chapados a la antigua, y con la imagen estereotípica de homosexual en mente, baja autoestima, y no muchos apoyos, para que dar ese paso sea casi un infierno
Que carta más hermosa, la verdad. Me ha encantado.
Yo, como Lobogrino, tuve la suerte de confesarle mis temores y angustias a un sacerdote que también me ayudó y me enseñó a ver que la homofobia no está en Dios, sino en nosotros. Dicho sea de paso, muchos años más tarde, también he tenido la suerte de encontrar musulmanes devotos que pensaban lo mismo.
Cuando pienso en lo que me podía haber pasado a mí, que estudiaba en un colegio religioso (y tengo 10 años más que tú) doy gracias a Dios por haberme enviado a aquel sacerdote, al que siempre recordaré con cariño y agradecimiento. Se llamaba Miguel.
Fernando1984, si no te importa, usaré tu dirección de correo para agradecerte, monitor a monitor, que hayas publicado tu testimonio.
Se me ha puesto la carne de gallina al leer este impresionante testimonio, Fernando, mi tocayo de Dosmanzanas.
De este texto se podrían sacar conclusiones muy valiosas para todos y se podría charlar largo y tendido. Me alegro muchísimo de que hayas querido compartirlo con todos nosotros.
Es increíble cómo el fanatismo religioso puede cegar a una persona hasta el punto de no querer ver a su hijo en el lecho de muerte. Se le ponen a uno los pelos como escarpias. Y es increíble, como bien dice Nazareno, que esto haya pasado a caballo entre los siglos XX y XXI. De hecho, cuando estaba leyendo el texto, sobre todo en las etapas de tu primera adolescencia, me estaba imaginando la situación en los años cuarenta o cincuenta del pasado siglo. He tenido que hacer un esfuerzo mental para recordar que en algún sitio de la carta habías hablado de videoconcolas y volver a situar la historia cronológicamente.
Y tú tuviste la tremenda, la inmensa suerte, de contar con el apoyo incondicional, no sólo afectivo, sino también material, de tu tío y su pareja. Y no sé si de no haber tenido a tu tío, cuando cumplieras la mayoría de edad habrías tenido posibilidades de emanciparte y dejar ese ambiente tan represivo, pero no debemos olvidar que muchísimos adolescentes gais y lesbianas no tienen ese apoyo, esa posibilidad, no pueden continuar con su formación ni en Brighton ni en ningún lado, y no ven salida al tremendo infierno en el que viven.
Un cariñosísimo saludo, Fernando, y toda mi solidaridad con todas las personas lgtb que se han visto, que se ven, en la situación que tú has compartido con nosotros.
P.D.: ¿Me puedo tomar la libertad de enviarte un correo electrónico a la dirección que has puesto en un comentario anterior?
Aprovecho para decir que me alegro de ver a Ibn Sina, por aquí.
Un saludo, Ibn Sina.
Bien, un texto realmente que hace pensar mucho.
Mui interesnte…
A este paso acabaremos inundando el correo de Fernando de felicitaciones y albricias 😀
Fernando, gracias por tu carta con la que muchos nos sentimos identificados: yo también se lo dije a mis padres con 17 años y por carta, solo que leyendo tu relato me doy cuenta de que las reacciones en mi caso fueron un poco menos fuertes que en el tuyo, tan solo han estado 20 años sin hablar del tema para nada. Y eso precisamente lo que me llama la antención: lo mío fue en 1978 y yo creía que estas cosas tan fuertes ya no pasaban. Está claro que aún queda mucho por cambiar. Un abrazo.
Francamente, me ha emocionado. He sentido de nuevo toda esa impotencia que sentía no hace más de un año en el instituto… Es increíble lo que has pasado y lo bien que has llegado, poca gente sería tan fuerte…
Me ha parecido curioso lo de tu tío porque mi tío también lo es, y curiosamente ayer llegué de Londres después de estar una semana con el y su novio… Estábamos alojados en el Soho (Barrio Gay) pero al contrario que tu tío, no está muy a favor de la visibilidad y el y mi hermano me estuvieron dando la brasa para que no sea tan abierto con la gente respecto a lo que soy… opinión contraria la de su novio que si apoya mi forma de actuar.
Tengo 19 años, he estado en el Soho y no me ha dejado entrar a ningún pub… en fin, miedos y cosas que se tienen… Eso si, mi vida la vivo yo y yo decido a quien y como decirle como soy… odio la presunción de heterosexualidad porque lleva al a gente a preguntarte todo el rato por las novias y esas cosas… y no puedo desmentirla para no hacer daño…
En fin, siento haber utilizado este comentario como desahogo, pero gracias, lo necesitaba.
Los gays somos iguales que los heteros en todo, pero hay algo que nos distingue radicalmente de ellos y que nos agrupa entre nosotros, y es que todos hemos pasado «el proceso». Para unos ha sido más largo, para otros más corto, más llevadero o más doloroso, con religión o sin religión, con padres homófobos o sin ellos, con más apoyos o directamente solo, pero todos hemos pasado por un «proceso».
Esto es algo que no podrán entender y compartir nunca los heteros del mismo modo, y que ahora nos hace a todos nosotros sentirnos muy cerca de ti, Fernando, cuando leemos tu carta.
Besos de mi parte y que seas feliz todos los días de tu vida.
Fernando, GRACIAS!!! he leído tu carta por recomendación de Rukaegos de Santander… qué grande eres FERNANDO!!! OLE, OLE, OLE, y que grandes tus tíos, los dos. Eso es amor de familia, eso es ayudar al que quiere ser ayudado, pues primero fuiste tu UN VALIENTE!!, Gracias por compartir tu experiencia con nosotros, no sabes el bien que le puede hacer a tantos y tantos jovenes que van a pasar o están pasando por ese «proceso» como dice zarevitz…
Gracias de nuevo, no tengo palabras… quizás reproduzca tu carta en mi blog para que llegue a más gente. (si me das permiso).
Un abrazo de oso cariñoso de una admiradora bisexual y felizmente casada con su mujer con la que lleva 15 años!!!
Lógicamente, zarevitz, no hay nada como vivir en las propias carnes las cosas para entenderlas, por lo que no me extraña que digas que un hetero no puede entender nunca el sufrimiento de un homosexual en ese proceso.
También te digo, como hetero que soy, que me ha duele en el alma, y se me caen las lágrimas al leer cartas como la de Fernando, noticias sobre la homofobia existente hoy en día en personas que se consideran a si mismas progresistas, la iglesia, los medios de comunicación…
Lo que quiero decir es que, si bien al no vivir en primera persona estas experiencias, no puedo «presumir» de entenderlas igual, creo que el compartir mi vida con gente homosexual me ha ayudado a sentir como muy mías estas ofensas diarias a la dignidad de las personas.
Un gran beso a Fernando y a tod@s los que como el han tenido que recorrer, injustamente, un árduo camino hacia la felicidad.
Estoy completamente de acuerdo con Zarevitz en la idea del «proceso».
Y creo que puedo decir sin temor a equivocarme que, si no todos, al menos sí muchísimos tenemos un recuerdo más bien amargo de la adolescencia, esa etapa de la vida tan difícil para todo el mundo, pero en especial para las personas lgtb.
No sé si debería mostrar mis debilidades en público, pero qué queréis que os diga, que todo esto (la carta y los comentarios) me está emocionando muchísimo.
Gracias a tod@a. Estoy un poco abrumado por todas vuestras reacciones.
Tod@s los que querais enviarme un mail podeis hacerlo. Voy a tener mucho trabajo hoy y mañana o sea que perdonarme si tardo un poquito en responderos. También podeis publicar el texto donde querais.
Como bien dice Crasamet, yo he sido muy afortunado por poder contar con la ayuda de mis tíos. No me considero especialmente valiente y sin la ayuda de mis tíos no sé lo que sería mi vida hoy.
Me alegro mucho de ver que cada vez somos más los que tenemos familiares lgtb. Cada vez habrá mas ti@s lgtb que serán visibles, lo que falicitará mucho la vida de los más jóvenes.
Comparto el comentario de zarevitz. Por mucho que nos tiremos los trastos los gays de diferentes ideologías, NUNCA debemos olvidar que nos une haber vivido ese «proceso» y que sólo lo que lo hemos vivido sabemos lo que es.
Un abrazo a tod@s
jo, me entran ganas de llorar con leerte…desde luego qué difícil le hace a uno la vida el toparse con una secta, te lo prometo, que también lo he vivido. No es que sea homosexual, pero sé el daño que hace esa secta en cocnreto….felicidades por haber encontrado la libertad y haber llegado a ser feliz, no todas las historias terminan como la tuya.
Fernando me alegro por ti. Casi todos los gays y lesbianas hemos sufrido por la intolerancia de otros.
Gracias a tu tio recuperastes la autoestima. No tod@s han tenido la misma suerte. Felicidades.
asombrada por la belleza de tu carta, por la madurez de tus reflexiones, por la inteligencia de tus acciones, por la magnanimidad, por la decencia, por la dignidad, por la benevolencia, por la amplitud de miras….
asombrada por la cantidad de nicks nuevos, de gente que debe pasarse por aquí a diario y hoy a roto su silencio como tú hiciste un día de marzo de 2001
un abrazo
«ha roto», qué bestia
Preciosa carta con final feliz. Me alegro mucho por ti y que tuvieras la ayuda de tus tíos para ayudarte a aceptarte y empezar una nueva vida en Inglaterra, lejos de las burlas y las palizas de esos compañeros intolerantes. Yo también sé lo que es ser blanco de la burla y el escarnio de tus compañeros de clase; y yo te estoy hablando de los 70´s-80´s. Pero, tuve la suerte también de encontrar después gente tan «rara» como yo, que me ayudó a no sentirme un bicho raro y a aceptarme como soy. A los 16 años salí del armario, y ya me gustaba ser gay. Si volviera a nacer me gustaría volver a ser lo que soy: Gay.
Y es que Inglaterra siempre es un gran soplo de libertad para mucha gente gay.
Felicidades por tu preciosa carta, y por tu historia tan conmovedora 😉
Un pequeño inciso.
Alguien ha votado negativo a Fanfatal.
Como esta carta de Fernando ha servido de catalizador de los mejores sentimientos de todos los foreros de Dosmanzas y estamos absolutamente todos de buen rollito (se nota que el «proceso» del que hablaba Zarevitz nos une), propongo quitarle los negativos a Fanfatal y que nadie, absolutamente nadie, vote negativo en ningún comentario de este hilo.
(Ahora me votarés negativo a mí por meterme en estos fregaos, seguro, 🙂 ).
Gracias Fernando por contarnos tu historia, creo que muchos nos identificamos contigo de alguna forma por nuestro sufrimiento pasado. Decirte que mi marido tiene 26 y es 15 años mas joven que yo, también recibió una educación religiosa en un colegio de curas y como tu, pero en soledad, descubrió y vió «Beautiful thing», que le marcó y le ayudo. Yo he visto la película gracias a él, y desde aquí aprovecho, si esto lo lee el putojactwist, para decirle que si le apetece comente la peli en su magnífico desayuno, y nos deleite con la historia de Jamie y la música inolvidable de Mama Cass. Un abrazo para ti Fernando, otro para el puto y otro para todos!
Dijo Steven Weinberg que, con o sin religión, siempre habría buenas y malas personas; pero que, con la religión, muchas buenas personas se vuelven malas.
Creo que es lo que ha ocurrido con tu padre: olvidó su rol de padre para seguir los dictados de una religión que exige ser obedecida sobre cualquier otra consideración. Recordemos que Abraham estaba dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac para satisfacer al tiránico dios Yahvé.
Me alegro que sobrevivieras a esta dura prueba, pero me preocupa por todos los que pasan por las manos de «psiquiatras» que anteponen sus creencias mágicas a los descubrimientos de la ciencia.
Decía el emperador Juliano (mal llamado «apóstata») que habría que prohibir que los cristianos fueran maestros, pues ¿cómo pueden citar a Homero quienes no creen en los relatos de los dioses olímpicos? Por lo mismo, quizá el ejercicio de ciertas profesiones de carácter científico debería de estar vedado a quienes no creen de verdad en la Ciencia.
Pero, lejos de ser así, la secta católica sigue fundando «universidades» (muchas veces también con financiación y medios públicos) para formar generaciones de pseudo-científicos que sólo velarán por los intereses de la secta, jamás por la Ciencia.
¡Felicidades por tu vida plena, Fernando! ¡Puedes estar orgulloso de ti mismo!
Conmovedor testimonio y, desgraciadamente, demasiado similar -al menos en parte- a situaciones que hemos tenido que vivir en mayor o menor medida los LGTB.
Personalmente, reconozco que aunque sea un detalle menor en la historia, me ha emocionado especialmente el día del dibujo de tus «queridos» compañeros de clase. A mí me pasó con una foto, pero la imagen sigue grabada en mi mente, 20 años después. Cuarenta pares de ojos mirando fijo es «too much» para un adolescente.
En cualquier caso, tu situación actual demuestra que eres todo un ganador.
Un abrazo
No hay derecho a ésto:
…ese adolescente que sufrió tanto la homofobia de su entorno que rezaba por la noche para no despertar la mañana siguiente vivo…
…nunca olvidaré a ese niño de 13 años que lloraba desconsolado y se hizo pis porque era homosexual y su padre no le aceptaba.
Un padre del Opus Dei, precisamente psiquiatra, puso al borde de la más absoluta desesperación a su propio hijo. ¿Cómo puede ser que se tolere que alguien así ejercite esa profesión, en lugar de ser inhabilitado y, es más, encausado civil y penalmente, por los daños y graves riesgos causados?
Además de a su propio hijo, ¿qué mal no habrán ocasionado a otros adolescentes gente así, con el consentimiento de la sociedad, por una mal entendida ¡¿libertad religiosa?!?
Hola Fernando,
esta mañana, al abrir mis ojos, como de costumbre, tenía el portátil enfrente de mí. Entré a está web creo que fuí de los primeros en leer tu carta. Al terminar, una gota de emoción salío de mi ojo, y me sorprendí porque no había más de 5 comentarios. Porque pensé que todos o la mayoría, al igual que yo, se debían de sentir identificados y/o emocionados con tu carta. Cerré la página y empecé el día. Pero no me he olvidado en ningún momento.
Creo que llegó además porque compartimos cosas. Dos cosas, al menos, pero supongo que yo aún no he terminado el famoso «proceso». Ahora son casi la doce la noche, mañana viajo y antes de dormir, volví a entrar aquí, y voilà, 45 comentarios más. Cierto, nos sentimos identificados, vaya carta, tan sencilla y tan conmovedora.
Ya tenía pendiente un café con Rakaegos, espero que me permitáis acompañaros, pues creo que también estaré de vuelta a Santander en Junio.
Bravo. 🙂
unanimemente, bravo 🙂
me encantó!! q bonita historia con final feliz!
Gracias por compartir tu dolor antiguo, mira te escribo desde Paraguay en Sudamérica, y he sufrido tanto como vos en una familia catoliquísima, y colegio y curas de otras congregaciones, me alegro que estes mejor, que estes rehaciendo tu vida y hayas tenido parte de tu familia que te apoyara, solo puedo decirte que tu carta ayuda a muchas personas aca en sudamérica, la leí en un grupo y causó mucha repercusion el día de hoy, fuerza y adelante!
Ma-ra-vi-llo-so!
Tenemos la misma edad, pero particularmente tú has vivido muchísimo más. Me da gusto que hayas sabido sacar provecho de todas las enseñanzas que te ha dado la vida y que a final de cuentas las cosas hayan ido por el mejor camino. Felicidades!
felicidades fernando por haber salido de eso , loq yo quisiera agregar es q me impresionan ciertas cosas , como un padre puede anular en su corazon todo lo q significa ser padre , amar incondicionalmente a tu hijo , por una idea falsa y mal entendida de la religion , porque Dios tambien es nuestro padre y como padre q es tambien nos ama a todos gays y heteros por igual , una lastima q tu padre no aprendieraa amar a su hijo como Dios lo hace con todos incondicionalmente , seas negro gay judio discapacitado mestizo viejo o joven rico o pobre Dios te amaria igual .tu padre biologico deberia amarte igual pero ya sse sabe el efecto q algunas sectas tienen en las personas pueden hacer q ellos repudien a sus propias familias .
yo por suerte nunca tuve un padre como el tuyo pero mi mente estaba encerrada por ideas parecidas a las de tupadre hasta q entendi alos 22 q Dios ya me amaba como yo era y desde entonces soy feliz .
pd totalmente de acuerdo con el q dijo q lo tragico es cuantos en tu situacion hay y no tienen un tio como el tuyo .
Es curioso que Fernando comenzaba su carta diciendo que no le iba a interesar a nadie, y mirad…
Al entrar en DM hace años una de las cosas que me llamó la atención fue que hay gays de todos los colores y que, en contra de lo que yo pensaba, no hay una sensación de «comunidad» que nos una a todos, absolutamenta a todos, simplemente por ser gays y por encima de otras consideraciones.
Y sin embargo estoy muy contento por descubrir que sí la hay, y queda ilustrada en este hilo: no es sólo el verse reconocido en otros «procesos», es mucho más: es la inmediata e inmensa solidaridad con el proceso del otro, sobre todo si fue más duro que el nuestro. Por mal que lo hayamos pasado, estamos ahí para arropar a los que lo pasaron peor. Como dice Crasamet, este post ha sacado lo mejor que llevamos dentro, aquello que nos une por encima de nuestras diferencias.
Me encanta este hilo. Estamos todos aquí, y todos en positivo.
Y sobre todo, no es cotilleo ni exhibicionismo.
Muchísimas gracias por tu carta, Fernando. Cuando Xavi nos la distribuyó a los colaboradores de DM antes de ser publicada ya vimos que iba a ser una bomba, por lo bien que has sabido comunicar un «proceso» en el que todos nos vemos reconocidos.
Creo, además, que es la entrada más valorada por los lectores de DM dede que tenemos sistema de valoración. Eso significa que mucha de la gente que entra a diario a leernos sin hacer nunca comentarios ni puntuar (que es muchísima) se ha sentido tan tocada por lo que dices que por primera vez ha querido interactuar.
Has llegado a crear una ilusión de comunidad. Tiene mérito, sabiendo lo que sabemos los que llevamos ya años aquí. Aunque no sea más que un espejismo.
¡Enhorabuena!
Sencillamente impresionante. Me alegro de que pudieras escapar, reconstruir tu vida y ser feliz.
Fernando, te doy la enhorabuena. Ojalá yo hubiera sido tan honesto, tan valiente, tan sabio a tu edad (bueno, incluso ahora).
Por cierto, imagino que ese colegio Torrevelo en el que estudiaste es el mismo al que la Consejería de Educación de Cantabria quiere quitar el concierto por practicar la segregación entre sexos (en él sólo estudian chicos). Este anuncio de la Consejería ha provocado una tremenda reacción del facherío, que tacha la medida de la Consejería de «discriminatoria». Cuánto cinismo… Como si les hubiese importado alguna vez la discriminación (esta sí, real) que sufrían los alumnos gays en sus aulas.
Parece ser que la decisión definitiva la tomarán el próximo martes, pero no me extrañaría que la Consejera recogiese velas y cediese. Es extraordinario el poder que aún conserva esta secta.
Un abrazo, Fernando
Impresionante…nunca antes habia dejado un comentario en DM, pero esta carta lo merece. Es admirable lo valiente que fuiste, y por eso te mereces ahora disfrutar de tu vida al lado de tu novio^^!
Lo que mas me jode es que hay mucha gente que opina igual que tu padre solo por la influencia de la Iglesia, ¿cuando dejaran de joder al personal? ¿por que coño siguen otorgandole el poder que tiene? en fin..hay cosas que jamas entendere-.-
bueno, despues de esto solo decir que me alegro muchisimo por ti, que es increible lo que hiciste. Y que suerte tener a un tio tan magnifico como el tuyo^^!
se feliz =)!
Un abrazo, Fernando, me sumo a todas las felicitaciones y al mensaje unánime de fraternidad y camaradería que has provocado con tu carta. Gracias por romper tu silencio.
Buenisimo el relato me ha encantado. Fernando me alegro mucho por ti!.
Saludos.
un abrazo Fernando de otro ya «procesionado» ¡qué adecuado en esta semana de pasión!
Lástima que al final el denominador común a todos los lgtb sea el azaroso descubrimiento de nuestra heterodoxia, lástima que el camino esté generalmente empedrado de temores y ausentes.
Un besote muy fuerte para ti, fernando, y para todos los fernandos que actualmente lo están pasando mal en estas sociedades enfermas de homofobitis (aguda en algunos sectores). Ánimo y fuerza para salir adelante a tod@s.
Es curioso, como comentáis, la unanimidad provocada por la carta y el buen rollito: muchos que no solemos intervenir asiduamente no hemos podido resistir la tentación de por lo menos felicitar al autor y mostrarle nuestro apoyo, y por otro lado el 100% de los mensajes son positivos ¡y mira que podríamos haber dicho bestialidades de esa secta en particular y de los integrismos en general!
En mi época de estudiante al «proceso»le llamábamos «resolver la ecuación de tu vida». Eramos de ciencias. Al cabo del tiempo considero que ese proceso es un ejercicio mental, y práctico, tan importante que no sólo marca la vida sexual-familia-social-cultural, sino que influye en muchos factores psicológicos y educacionales básicos para relacionarte con el mundo en el resto de tu vida (a una edad temprana supone un gran ejercico de introspección, tienes que buscarte la vida, nadar a contracorriente, trabajar tu autoestima, y tu cuerpo,…).
¿Será por eso que pasado el «proceso» o «resuelta la ecuación» solemos ser «tan felices» ?(eso dice una amiga que los gays maduros encima de respetuosos, cuidadosos, guapos,limpios…somos las personas más felices y divertidas). Ja,Ja, ¡es que la parrafada anterior ha salido de trabajo de pedagogía!
Leer esta carta, y los comentarios, ha sido lo mejor en la sobremesa del jueves santo.
GRACIAS, FERNANDO, Y GRACIAS A TOD@S
Fernando impresionante lo que nos has compartido,muchas gracias por hacerlo.
Yo tengo 65 años, Mi padre dominador y prepotente,mi madre un amor para mi.
Tengo dolor en mi corazón de no haber sido capaz de decirselo viva. Delante de su cadaver le dije a la persona que mas quiero que era su hijo.
Fray Bernardo (cristianos gays)
Bueno, gracias a tod@s de nuevo. Es emocionante leer vuestros mensajes y los correos que he recibido.
Sobre todo me impresiona constatar que much@s os reconoceis en algunos detalles de mi historia. Ya sean las humillaciones en la escuela, el haber anunciado nuestra orientación sexual a través de una carta, la ralación con la madre, etc.
Me gusta ver que hay mensajes de gente de todas las edades y de varios continentes. Estos de DM tienen una audiencia global 😉
He recibido 2 correos de 2 chicos que están todavía en el armario y que se han sentido menos solos. Visto que, a pensar de lo que yo pensaba, este tipo de cartas interesa y crea buen rollito, no sería mala idea que otr@s se animasen y contasen cómo vivieron su «proceso». Seguro que hay ejemplos más sencillos que el mío, que podrían dar fuerzas a los que están todavía pensándoselo. Molaría que alguna chica se animase o alguien de otra generación. Personalmente, me gustaría conocer mejor la historia de Fray Bernardo.
Besos a tod@s
Confieso que no he leído la carta hasta ahora mismo porque, como la vi tan larga, he preferido esperar a tener un rato largo para leerla tranquilamente. Eso sí, ahora estoy llorando como una Magdalena.
Gracias, Fernando, por compartir tu historia.
Como en el caso de frantic, por razones de tiempo acabo de leer tu carta ahora, Fernando; aunque tarde, quiero agradecerte que la hayas publicado y felicitarte por haber escrito algo tan conmovedor, tan inteligente, tan elegantemente expuesto. Te deseo mucha suerte y mucha felicidad en tu vida. Un abrazo.
Hola Fernando.
Tu relato me recuerda a mis años jovenes donde estube involucrado en una organizacion misionera y pase por algo parecido a lo tuyo.
Fue muy duro y me senti completamente culpable de ser homosexual pero esa historia es muy larga de contar y la dejare para mas adelante. Hoy dia soy feliz y estoy felizmente casado con el hombre de mi vida con el que pronto cumplire 12 años de relacion y 3 de casados. Espero que tu consigas lo mejor ya que te lo mereces.
Evan
Qué carta tan conmovedora!! Gracias por compartila con nosotros.
Te deseo todo lo mejor en tu vida.
Desgarradora y hermosa historia, Fernando. Lástima que hayas tenido que sufrir tanto, y de esa manera.
Gracias por compartir este trocito de tu vida con nosotros.
ME HAS ECHO LLORAR, CABRÓN!
jajajaaj
tengo 17 años y lo tengo muy reciente a esto. disfruto emocionandome con esos momentos duros pero satisfactorios al 100%
yo lo tuve un poco mas facil. mi entorno era de los que pensaban que si, que existia, pero que existia lejos, no se sabe donde. entonces va y el familiar/amigo perfecto (buenas notas, músico, con pinitos de modelo, muchos amigos, etc… modestia aparte! pero es asi, jaja) le sale homosexual (aun recuerdo cuando no lo contaba, ME PONIA HISTERICO AL OÍR LA PALABRA POR MIEDO)
que cuentes eso y digas que eres feliz, aunque no te conozca, hace que yo lo sea un poquito mas (será la hermandad innata de los gays jajaja)
un beso a todos y suerte, muuucha suerte en todas las movidas que cada uno tiene
porcierto, uno de los cambios que note cuando lo conté fue que pude añadir a mis favoritos el link de DM, jajajjaa y es verdaad!
Acabo de volver de la playa (huyendo de la bulla semanasantera) y me he encontrado con con este regalo. Regalo por que me has echo recordar, regalo por que me has conmovido hasta la médula espinal, regalo porque es un gustazo leer algo tan bien escrito.
Mi padre es un católico convencido que reza para sí mismo, sin imponer norma moral alguna salvo la de no hacer a alguien lo que no deseas que no te hagan. Sabe que soy gay pero no hablamos del tema (tampoco habla del novio de mi hermana mayor, que ya se acerca a los cincuenta, si vamos a eso), pero SIEMPRE, SIEMPRE ha estado ahí y cómo una vez me ocurrió algo, en la que realmente lo pasé mal, muy mal, me abrazó con fuerza y me dijo: «no olvides nunca, nunca, que ésta es tu casa y conmigo contarás mientras yo viva». No PUEDO entender como un padre abandone a un hijo (lo mate en su mente) por el simple hecho de su tendencia sexual.
Realmente me has conmovido.
Muchas gracias por compartir tu experiencia, en esta puta vida, a palos se aprende, y tú has obtenido, a mi entender, un doctorado chaval. Seguro que sabrás afrontar con entereza cualquier problema que se te plantee.
GRACIAS.
«uno de los cambios que noté cuando lo conté fue que pude añadir a mis favoritos el link de DM, jajajjaa y es verdaad!»
gracias pau: sólo por cosas como ésta todo, absolutamente todo, merece la pena
lo digo por mí y por todos los que hacemos esta web
En cuanto a fernando1984, creo que deberiamos nombrarle hijo adoptivo de DM, o darle la llave de la puerta o algo así
Gracias Fernando por abrir tu corazón y compartir con nosotros parte de tu vida.
Sinceramente me he emocionado. Un bico y mucha suerte en la vida.
Hace unos días hable en DM de la mujer cantaora y gitana que se entrevistó en el programa «desde fuera del armario». Pero no se había subido aun el audio. Ahora que he estado escribiendo en mi blog sobre el suicidio entre adolescentes por el caso del niño de springfield he recordado que iba a poner el link de este audio.
Inma es gitana y madre de un chico de 14 que a los 12 ya sabía que era gay. Pero Inma y su marido lo sabían inclusive antes que el niño y es notable oírla como simplemente habían estado los dos preparándose para cuando su hijo estuviera listo para descubrirse y estar ahí para apoyarle. Me gusta mucho este testimonio porque es la prueba de que cuando quieres puedes y como alguien me dijo aqui mismo es bueno hasta con nuestros propios prejuicios. En este caso una persona de un entorno en el que el «peso de la tradición» es enorme, puede dar uan lección de apertura a personas que se supone tienen un alto nivel de educación.
http://www.ivoox.com/mi-hijo-adolescente-gay-audios-mp3_rf_53387_1.html
Gracias a frantic, nemo, evan, me@home, khan, pau, guillermo, elputojacktwist y anxo por vuestos comentarios.
Pau: Joder que nombre más bonito tienes. Como al putojacktwist, me ha gustado mucho eso de que has podido añadir DM a tus favoritos cuando saliste del armario;) Me alegro mucho que tu «proceso» fuese más fácil y te deseo también que seas muy feliz.
A elputojacktwist y a los que haceis DM: no sé si sois conscientes de la cantidad de gente que sigue esta web, pero debeis saber que vuestro trabajo llega a muchísima gente. Me ha sorprendido constatar que hay bastantes jóvenes que, aunque no participen comentando los posts, os leen. Podeis estar muy orgullosos de vuestro trabajo.
Nemo: Me hace mucha ilusión tu comentario. No me pierdo ninguna de tus columnas. Me parecen muy inteligentes y muy bien escritas.
Besos para tod@s
Acabo de ver que Mercedes ha escrito un comentario mientras escribía. Gracias a ti también por tus comentarios
acabo de dar un positivo a fanfatal, el que le faltaba para conseguir el «opinion destacada», que sin duda se ha merecido.
lo gracioso es que falta nuestra amiga multinick, esa que tanto «defiende» a los transexuales (según ella)
¿será la misma a la que la carta de Fernando no le ha parecido interesante, puesto que hay un 116 de 117?
Hola a tod@s!! el otro día comencé a leer la carta pero la tuve que dejar a medias debido a su extensión, pero me prometí que la terminaría. Y quiero sumarme a la emoción, identificación unánime, vamos que me ha encantado.
Yo tengo ahora 17 años, y no he hecho mi «proceso» aún, aunque mi entorno no sea tan hostil como el de Fernando.
Y como Fernando bien comenta, yo soy uno de esos que nunca comenta, ya que no se me da bien escribir, pero que no dejo ni un día sin visitar DM.
Hoy al leer la carta, he sido incapaz de no dejar un comentario.
Besos a tod@s.
Bueno, llego un poco tarde pero quería felicitar a Fernando (aunque sea repetitivo) por su valentía y por el valor que puede tener para mucha gente leer su historia. Tal vez yo me anime a publicar la mía también.
Bueno, después de las vacaciones ya estamos TODOS por aquí. 🙂
Gracias Lady por el punto 😉 acabo de ver que mi comentario es de los que más positivos tiene.
La carta es preciosa y muchos nos hemos sentido identificados con Fernando. Ya sea por las vivencias escolares, familiares o de otra índole.
Por cierto, he encontrado un blog maravilloso de un cura opusino o algo parecido, donde nos anima a «curarnos». Los comentarios son abiertos y os invito a hacerle una visita al buen hombre Yo ya le dejé mi impresión al respecto.
http://ioseph30.blogspot.com/2009/04/la-psiquiatria-y-la-homosexualidad.html
Bueno, después de las vacaciones ya estamos TODOS por aquí
Gracias Lady por el punto acabo de ver que mi comentario es de los que más positivos tiene
La carta es preciosa y muchos nos hemos sentido identificados con Fernando. Ya sea por las vivencias escolares, familiares o de otra índole.
Por cierto, he encontrado un blog maravilloso de un cura opusino o algo parecido, donde nos anima a «curarnos». Los comentarios son abiertos y os invito a hacerle una visita al buen hombre Yo ya le dejé mi impresión al respecto.
http://ioseph30.blogspot.com/2009/04/la-psiquiatria-y-la-homosexualidad.html
Y además te contesta al momento,y dice que padezco de heterofobia y víctima de la propaganda del lobby gay. jajaja ¡me meo toa!
Estoy completamente de acuerdo con Lady Eleanore respecto al comentario de Fanfatal.
Y quisiera añadir que, además de la carta de Fernando, cuyas cualidades ya hemos ponderado entre todos, en este hilo está quedando también preciosa la sección de comentarios. Hay algunos maravillosos.
Mercedes: la historia que cuentas en tu comentario es sencillamente alucinante.
Creo que este post me lo voy a imprimir enterito (carta y comentarios) en papel. Merece la pena.
¿Nadie va a visitar el blog del cura éste a decirle unas cuantas cositas? El hombre se toma la molestia de contestarte al momento y todo. Dos Manzanas se podía hacer eco de este cura «cura gays»
http://ioseph30.blogspot.com/2009/04/la-psiquiatria-y-la-homosexualidad.html
Cras, yo ya lo he guardado con todos los comentarios. Y a lo que comentaba Fernando sobre otros procesos, tal vez me anime y cuente el mío aunque temo que sea un tostonazo.
Este es uno de los mejores post que he leido, se me han saltado hasta las lágrimas y creo que más o menos todos nos hemos sentido identificados. Enhorabuena.
Fanfatal, que quieres que te diga he comentado algo en el enlace que aportas pero sin muchas ganas. Locos con delirios paranóicos de lobbys gays y demás no me hacen mucha gracia, sólo espero que con el tiempo se repudien socialmente, se encarcelen y se acaben extinguiendo.
Daniel
Completamente de acuerdo. Yo he entrado, he dejado un par de comentarios, pero se le quitan a uno las ganas. Es un fanático cargado de razón y de suficiencia, que no ofrece absolutamente nada novedoso. Seguro que es el confesor de Gloria. Su único argumento pseudo- o paracientífico (no sé muy bien qué prefijo ponerle) es que la homosexualidad es una enfermedad porque lo dicen muchos psiquiatras. Ya está.
Como anecdotario esperpéntico, que la «homosexualidad se contagia». Ahí es nada. Así que ya sabéis, cuando salgáis a la calle poneos mascarillas o algo.
Ya os he visto por allí, jeje. Yo también le he dejado otro comentario como colofón, y diciéndole la pena que me da las personas que caigan en manos como la de este tarado que anda por Argentina intentando «curar» gays. Para mí, que este cura entiende como una perra y no sabe cómo quitarse los chulazos de la cabeza. Casi siempre suele ser así.Los homófobos suelen ser homosexuales reprimidos.
En fin…
Pues escucha a la mujer Crassamet porque la verdad es que dice más cosas que una termina pensando que hay esperanza en el mundo… 😉 Casi como este hilo de comentarios oye.
Creo que esta carta mas bonita y emocionante que nos ha escrito Fernando merecia que solo se pusieran comentario de admiracion con respecto a maravilloso desnudo emocial.
Ls convesaciones entre los comentaristas, aunque sean de buen rollo, creo que han sobrado
Magnífica reflexión.
Gracias por el enlace, Mercedes. La verdad es que muchos padres y madres tienen mucho que aprender de esta mujer.
Es verdad, Bright, los comentarios de buen rollo sobran, pero tus divagaciones cizañeras habituales, no. Vaya desfachatez.
Aclaro que si he escogido este post para hacer el enlace, ha sido porque precisamente pensé que venía a cuento, porque Fernando habla de un padre culto, con titulación nada menos que de siquiatra cuya razón y su amor de padre fueron absolutamente soslayadas por su fanatismo religioso e Inma es una mujer nacida en un medio y entorno en el que los prejuicios y el fanatismo religioso imperan y sin embargo no pudieron con el sentido común y el amor de madre de esta mujer. Si ha parecido que «sobraba». Lo siento.
Hombre, aunque yo no sea el autor de la carta, no creo que ninguno de los comentarios que ha habido hasta ahora estén de más ni molesten precisamente a Fernando. Mäs aún cuando, después de más de 100 comentarios seguimos manteniendo una cierta sensación (o «espejismo» como dijo Flick) de unidad.
Pero si seguimos prolongando mucho esta conversación, es posible que derive por vaya Vd. a saber qué derroteros. Espero que el buen juicio de todos a la hora de entrar aquí siga imperando en ese sentido.
¿Y por qué los comentarios de buen rollo están de más? Para mí nunca lo están, prefiero éso al enfrentamiento porque sí o porque alguien te caiga mal.
¿Y quién marca los límites de lo que algo es «on topic» o «off topic»?
Aprovecho para felicitar al autor de la carta, que hasta ahora no lo había hecho, y es muy emotiva.
A mi también me gusto el enlace de Mercedes. El integrismo religioso está en muchas partes. A propósito de integrismo religioso, acabo de enterarme, por un email, de que el Gobierno de Cantabria ha retirado el concierto al colegio Torrevelo. Me parece una muy buena noticia.
Fernando, lo único que puedo añadir a todo lo que l@s demás comentaristas han aportado es «reñirte» por haber tardado en escribir esta maravilla. Un abrazo fuerte para ti y tu pareja. Sé feliz.
Pues sabes qué te digo? Que esta gente que se dedica a amargarle la asistencia a los demás con ideas absurdas, estúpidas e intolerables que se vayan a hacer gárgaras! Porque lo único que demuestran es que son unos hipócritas!
Me enciendo cuando me entero de que pasan estas cosas!
En fin, al menos me alegro de que a tí, Fernando, te haya sonreído al final la vida.
Apreciados amigos: soy una mujer que ha estado profundamente enamorada de un chico gay. Es inglés, se llama John y es inteligentísimo, bellísimo y para mi el mas adorable de los hombres. Pero era gay, no me lo dijo, salió conmigo para ocultarse y me hizo un daño terrible, porque todavía le quiero. He reaccionado de forma violenta y dolida, se portó mu mal conmigo pero reconozco que la causa de que muchos gays hagan estas cosas las tiene represores como el padre de Fernando. Me alegro que Fernando sea feliz y quisiera que mi John también lo fuese. Yo, en cambio, soy desgraciada, nunca podré tener un hombre tan maravilloso, nunca, porque es gay. Un abrazo, María.
Al final llegó otra vez a meneame con otro enlace y va camino de portada:
http://meneame.net/story/sobrecogedor-testimonio-joven-gay-opus-dei
Fernando:
Ya sé que es difícil de creer, pero hasta hoy no había tenido tiempo de leer con tranquilidad tu carta…
Estoy impresionado…
Muchas gracias !!!
Preciosa carta, enhorabuena, ya está en portada de meneame aunque con otro link porque la otra vez se envió sin respetar las normas.
¡Dios es IMPRESIONANTE! me ha encantado cuanto me alegro de haberla leido, de lo mejorcito que he leido en mucho tiempo. Muchisimas gracias.
Un enorme abrazo 😉
PDT: mira lo poco que ha interesado la cartita…
Joder…
bueno, lo de que se envió sin respetar las normas…
¡me lo vas a decir a mí que fui el que la envió!
Bueno, me trago con patatas todo lo que dije de Menéame. Y además encantado…
a maria oviedo : lo siento tanto por ti y te pediria q reflexionemos juntos , para mi lo peor q hay son los gays q van por ahi de tapados y seduciendo mujeres o peor se casan y despues salen con hombres , pero tambien soy comprensivo , y veo qtu tambien , q hay muchos chicos gays en ambientes muy jodidos , donde su vida entera se desplomaria si alguien llegara a saber q son gays , no es excusa lo se pero los perdono , a algunos incluso les e tenido q decir la verdad q si acaso ven q sus padres dan muestras negativas ante la sospecha de lo gay de un hijo , q no lo digan directamente porque seria peor , lo mejor desahogarse con amigos , ojala todos los padres amaran incondicionalmente a sus hijos pero no es asi
Me ha emociondado profundamente la carta. Por su valentía. Por su sinceridad. Por no hacer ninguna concesión a la hipocresía. Creo que es un relato de suma belleza y que rezuma en todas sus palabras un sentido ético de la vida como pocas veces se ven. A su autor, todos mis respetos.
Mil gracias por compartir esto así, sin ocultar debilidades ni fortalezas.
Yo soy una mujer hetero totalmente en pro de la libertad de preferencia sexual, religiosa, artística y de todo aquello que haga plenos y felices a los seres que con ética , fuerza y coherencia se construyen la vida que desean y que por derecho tienen la libertad de conseguirla.
Tu carta es un texto que guardaré, pues tengo un hijo de 8 años, que independientemente de con cual preferencia sexual decida vivir su vida, me ayudará a que sea un ser libre y que dé esa misma libertad, que ame a las personas que estén a su alrededor por su calidad humana y jamás base sus sentimientos en ninguna etiqueta ni prejuicio.
La mejor de las vidas para ti!
Gracias por compartir tu historia,a muchos padres homofobos les va hacer ver q no aceptar un hijo les puede dejar sin el. que elijan porq una injusticia se hace mucho mas injusta si viene de los q te educan y eso es imposible de perdonar.
Felicidades Fernando (que original soy,mira tú)!!
Casualmente,eres tocayo del hombre por el cual,yo decidí salir del armario a la edad de 22 años,en 1992. También fué para mí,un proceso doloroso: Dejé de hablar con mi tío durante seis años,mi hermana menor,todavía hoy me odia (que se la follen,si es capaz de detestarme por esa memez),mi padre nunca lo aceptó (no me volvió la espalda,sencillamente se hacía el sueco cuando se tocaba ese tema),mi adolescencia estuvo plagada de burlas y palizas,complejos culpas……Un cúmulo de basura que,por fortuna;ya no está!!!
Me dolió e indignó tu historia,que la gente se plantee tan siquiera el derecho de condenar o tolerar: A nadie se le da ni quita permiso para amar y disfrutar con quién le de la gana!!!
No sabes como me alegra,que todo terminara bién! Las cosas que nos ocurren,tienen un sentido!!
Un abrazo para tí,y para la persona que te ama!!
Hola Fernando, me ha gustado mucho tu historia, sentí mucha emoción, angustia, miedo, fortaleza y alegría al ver cumplido un sueño inimaginable.
Un saludo fraternal desde el sur de México (Guerrero).